Txiberta: La prueba de fuego del nacionalismo vasco
El exdirigente del PNV, Joseba Azkarraga, recuerda las conversaciones para decidir si participar o no en las primeras elecciones democr¨¢ticas
El desaf¨ªo secesionista catal¨¢n ha tenido en vilo a la sociedad catalana y espa?ola. Pero no es la ¨²nica prueba dif¨ªcil que ha atravesado desde la muerte de Franco. Hace 40 a?os, en 1977, todas las fuerzas nacionalistas vascas, incluidas las dos ramas de ETA, se reunieron para decidir si participaban o no en las primeras elecciones democr¨¢ticas, celebradas en junio de ese a?o. Fue la primera gran decisi¨®n del nacionalismo vasco tras la muerte del dictador, con decenas de presos en la c¨¢rcel y algunos partidos en la ilegalidad.
Las conversaciones, desconocidas fuera de Euskadi, se celebraron en el Hotel Txiberta, en la localidad vasco-francesa de Anglet. Entre el 23 de abril y el 21 de mayo de 1977, y en cinco sesiones, se jug¨® el futuro de Euskadi. Si el bloque nacionalista hubiera optado por la ruptura y la no participaci¨®n, la legitimidad de las primeras elecciones libres hubiera quedado en entredicho en Euskadi. Pero la mayor¨ªa de las fuerzas nacionalistas decidieron participar. Solo ETA militar y sus grupos pol¨ªticos afines optaron por el boicot. La divisi¨®n del nacionalismo vasco, entre reformismo y rupturismo, expresada en Txiberta, marc¨® una pauta que no ha hecho m¨¢s que agrandarse en 40 a?os.
Joseba Azkarraga, entonces dirigente del PNV, es uno de los escasos supervivientes de las conversaciones de Txiberta: ¡°Nos convoc¨® Telesforo Monz¨®n ¡ªconsejero del Gobierno vasco de 1936 y con mucho predicamento en el abertzalismo¡ª a todos los partidos nacionalistas para sondear una posici¨®n com¨²n ante las elecciones, anunciadas para el 15 de junio. La primera sesi¨®n la celebramos el 23 de abril. El 9 de abril el presidente Su¨¢rez hab¨ªa legalizado al PC y tambi¨¦n entonces hab¨ªa aprobado un decreto de indulto parcial para presos, algunos de ETA. Hab¨ªa mucha tensi¨®n en los cuarteles. Tambi¨¦n, las Gestoras Proamnist¨ªa en Euskadi estaban insatisfechas porque muchos presos segu¨ªan encarcelados. En ese clima de tensi¨®n y confusi¨®n se nos convoc¨®¡±.
A la convocatoria acudieron el PNV, ESB (Eusko Socialistek Biltzarreak), ANV (Acci¨®n Nacionalista Vasca), Partido Carlista, ESEI, KAS, ETA pol¨ªtico-militar y ETA militar. En esta delegaci¨®n figuraron dirigentes etarras como Txomin Iturbe, Jos¨¦ Miguel Be?aran Argala, Dolores Gonz¨¢lez Yoyes y entre los pol¨ªticos Santiago Brouard, Mariano Zufia o I?aki Aldekoa. Tambi¨¦n hab¨ªa representantes del movimiento de alcaldes, muy populares entonces, como Jos¨¦ Luis Elkoro (Bergara) y Jos¨¦ Antonio Altuna (Arrasate). Las sesiones se celebraron, en la lavander¨ªa del Hotel Txiberta de Anglet los d¨ªas 23, 30 de abril, 7, 14 y 21 de mayo.
Azkarraga considera que lo que all¨ª se dirimi¨® fue ¡°la presi¨®n de ETA militar¡± para que los nacionalistas no se presentaran a las elecciones sin que previamente se hubiera producido la amnist¨ªa. Pero la posici¨®n del PNV estaba decidida de antemano: participar. ¡°Los veteranos del PNV no quer¨ªan repetir lo sucedido en la Segunda Rep¨²blica, que al no suscribir su partido el Pacto de San Sebasti¨¢n, la alternativa de los republicanos al r¨¦gimen mon¨¢rquico, se retras¨® el Estatuto de autonom¨ªa para Euskadi. Adem¨¢s, el PNV ten¨ªa garant¨ªas del presidente Su¨¢rez, con el que manten¨ªa contacto directo a trav¨¦s del veterano nacionalista Julio J¨¢uregui, de que habr¨ªa amnist¨ªa y se confiaba en su palabra¡±.
Azkarraga reconoce que en la segunda reuni¨®n ya se comprob¨® que no habr¨ªa acuerdo. Las posiciones del PNV y de ETA eran antag¨®nicas mientras el resto de los partidos manten¨ªan l¨ªneas intermedias. Para salir del bloqueo acordaron crear una delegaci¨®n para que el presidente Su¨¢rez explicara su posici¨®n. La comisi¨®n la integraron Santiago Brouard (EHAS), I?aki Aldekoa (ESB), Valent¨ªn Solagaistua (ANV), I?aki Pujana (PNV) y Jos¨¦ Luis Elkoro, por los alcaldes, y celebraron la reuni¨®n con el presidente Su¨¢rez el 10 de mayo en la Moncloa.
Un gesto con los presos
Seg¨²n cuenta Azkarraga, ¡°la delegaci¨®n vasca transmiti¨® a Su¨¢rez que si los presos no sal¨ªan de la c¨¢rcel para las elecciones, los partidos reclamar¨ªan la abstenci¨®n activa, ETA militar iniciar¨ªa una ofensiva y los alcaldes dimitir¨ªan¡±. ¡°Su¨¢rez respondi¨® que se encontraba muy presionado por los militares, pero que tendr¨ªa un gesto con los presos, aunque la amnist¨ªa no podr¨ªa declararse hasta pasadas las elecciones¡±.
La reuni¨®n celebrada en Txiberta cuatro d¨ªas despu¨¦s, el 14 de mayo, no alter¨® las posiciones. ETA militar sigui¨® empe?ada en boicotear las elecciones por ¡°falta de garant¨ªas¡± de Su¨¢rez; el PNV en participar y los dem¨¢s grupos se situaron en posiciones intermedias. ¡°En esa reuni¨®n y en las anteriores falt¨® sinceridad a todos. El PNV no dijo que ten¨ªa garant¨ªas directas de Su¨¢rez de que los presos saldr¨ªan de la c¨¢rcel. Pero los dem¨¢s grupos, incluida ETA militar, deber¨ªan saberlo porque el alcalde Elkoro tambi¨¦n era interlocutor de Su¨¢rez y estaba bien informado. No obstante, si la ley de amnist¨ªa hubiera sido aprobada en junio, ETA militar lo hubiera tenido m¨¢s dif¨ªcil para abstenerse porque all¨ª no se cuestion¨® si las elecciones eran democr¨¢ticas o no. S¨®lo se cuestion¨® si los presos sal¨ªan de la c¨¢rcel o no. En nuestro caso cont¨® que nos fi¨¢bamos de la palabra de Su¨¢rez¡±. A la ¨²ltima reuni¨®n, la del 21 de mayo, ya no acudi¨® el PNV.
Finalmente, las elecciones de junio se celebraron con los presos en la calle. Su¨¢rez busc¨® soluciones imaginativas como el ¡°extra?amiento¡± a Bruselas y pa¨ªses n¨®rdicos de presos de ETA condenados a penas muy altas por atentados muy graves. ¡°Su¨¢rez cumpli¨® su palabra. Los presos salieron y cuatro meses despu¨¦s, en octubre, las Cortes aprobaron la Ley de Amnist¨ªa¡±.
La mayor¨ªa de los partidos abertzales participaron en las elecciones. ?nicamente las boicotearon ETA militar y sus partidos afines EHAS y LAIA. ETA militar puso en marcha una campa?a terrorista de la que su primera v¨ªctima fue el empresario Javier de Ibarra, asesinado el 22 de junio. Dos a?os despu¨¦s, en 1979, los grupos afines a ETA militar tambi¨¦n se presentaron a las elecciones generales y municipales como Herri Batasuna. Pero ETA militar sigui¨® atacando la reforma con el terrorismo durante m¨¢s de tres d¨¦cadas, debilit¨¢ndose progresivamente.
Azkarraga concluye: ¡°La no participaci¨®n en las elecciones, la ruptura, en un clima en que el Ej¨¦rcito era incontrolable, pod¨ªa haber supuesto un paso hacia la nada o, incluso, al pasado. Creo que acertamos. Hab¨ªa garant¨ªas de que, con dificultades, se pod¨ªan hacer m¨¢s cosas como se fue viendo. Su¨¢rez cumpli¨® su palabra¡±.
Un comunicado de otros tiempos
La ruptura de las conversaciones de Txiberta impidi¨® que los partidos nacionalistas acordaran un¨¢nimemente un Estatuto de autonom¨ªa como pretend¨ªa el PNV, recuerda Joseba Azkarraga. Por el contrario, el PNV realiz¨® un pacto transversal con ESEI y el PSE-PSOE para concurrir al Senado como Frente Auton¨®mico. Fue una primera pauta de lo que a?os despu¨¦s ser¨ªan los gobiernos transversales en Euskadi. Lo que, sin embargo, es un resto del pasado y, como recuerda Azkarraga, ¡°hoy ser¨ªa m¨¢s que impensable, escandaloso¡±, es un comunicado como el que se emiti¨® tras la tercera reuni¨®n de Txiberta. El comunicado se iniciaba as¨ª: ¡°Reunidos todos los partidos pol¨ªticos abertzales y representantes del grupo de alcaldes y de los grupos armados, consideramos...¡±.
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