La condonaci¨®n de la deuda cubana dispara la ayuda al desarrollo
La cooperaci¨®n real no pasa del 0,21% del PIB, aunque la cifra oficial la eleva al 0,33%
Espa?a destin¨® en 2016 el 0,33% de su Producto Interior Bruto (PIB) a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), lo que supone m¨¢s que duplicar el porcentaje del a?o anterior (0,12%) y pasar de 1.400 millones de d¨®lares a 4.080. Este sorprendente dato no lo ofrece el Gobierno sino un organismo independiente, el Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), que fiscaliza los fondos que los pa¨ªses m¨¢s desarrollados destinan a apoyar el progreso de los m¨¢s pobres.
El dato es incuestionable, pero tiene trampa, pues incluye la condonaci¨®n de m¨¢s de 1.500 millones de d¨®lares de la deuda de Cuba, la mayor realizada nunca por Espa?a, una operaci¨®n pol¨ªtica que sirvi¨® para limpiar del balance un pr¨¦stamo que nunca iba a cobrarse y reabrir el grifo del cr¨¦dito para las empresas espa?olas que quisieran desembarcar en la isla caribe?a.
Si se excluye la condonaci¨®n cubana, la AOD espa?ola se situ¨® en 2016 en el 0,21% del PIB, por debajo de la media de los pa¨ªses del CAD (0,32%) y muy lejos del r¨¦cord de 2009 (0,46%). A falta de cifras definitivas, est¨¢ previsto que este a?o ascienda a 2.450 millones de euros y se estanque en el mismo porcentaje (0,21%).
Las cifras son importantes, pues muestran si los pa¨ªses avanzan hacia el objetivo marcado por la ONU de destinar el 0,7% de su riqueza a la ayuda al desarrollo. Pero tambi¨¦n lo es c¨®mo se gasta ese dinero y las ONG vienen denunciando desde hace a?os el peso cada vez mayor que en la ayuda espa?ola tienen las contribuciones obligatorias a la UE y a organismos financieros multilaterales; o la p¨¦rdida de importancia del Ministerio de Exteriores, el ¨²nico que cuenta con una agencia especializada en cooperaci¨®n (la AECID), en beneficio de los departamentos de Econom¨ªa o Hacienda. Sin olvidar los crecientes recursos destinados a atender a los inmigrantes y refugiados que llegan a Espa?a (232 millones en 2017) y que, para las ONG, no pueden contabilizarse como ayuda al desarrollo de sus pa¨ªses de origen.
La presentaci¨®n del libro Espa?a Solidaria (Gesti¨®n 2000, Planeta), del periodista Miguel ?ngel Villena, sirvi¨® anoche para que algunos de sus protagonistas, como el expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, hicieran balance de tres d¨¦cadas de historia de la cooperaci¨®n espa?ola y rememoraran con nostalgia su edad de oro (2005-2010), a la que se acus¨® de pecar de buenismo. Ser¨ªa en el buen sentido de palabra, pues lo que vino con la crisis fue la Espa?a insolidaria, que recort¨® su ayuda al desarrollo en torno al 70%, m¨¢s de lo que lo hicieron pa¨ªses menos ricos, como Portugal o Grecia.
Ante la demanda generalizada de recuperar la ayuda espa?ola al desarrollo tras su desplome de los ¨²ltimos a?os, el secretario de Estado de Cooperaci¨®n Internacional, Fernando Garc¨ªa Casas, puso una luz de esperanza al anunciar la inminente aprobaci¨®n de su quinto plan director y subrayar que la falta de fondos nacionales se ha suplido en parte con la cooperaci¨®n delegada europea: Espa?a es, con 270 millones de euros, el tercer pa¨ªs que m¨¢s proyectos de la UE gestiona, tras Francia y Alemania.
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