La luna de miel de Rivera

Ciudadanos vive una luna de miel. Lo dice la ¨²ltima encuesta de Metroscopia para EL PA?S, que coloca al partido como primera fuerza, pero tambi¨¦n el resto de sondeos: desde oto?o, las encuestas han catapultado al partido de Albert Rivera. Todas las encuestadoras colocan a la formaci¨®n por delante de Unidos Podemos y cuatro de las m¨¢s recientes lo igualaron en diciembre con el PSOE. Ahora las estimaciones de Metroscopia dicen que el partido ha subido otro escal¨®n.

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La pregunta es evidente: ?ganar¨ªa las elecciones Ciudadanos si se convocasen para este domingo? Hay tres motivos para dudarlo. El primer motivo de cautela es que las encuestas est¨¢n exagerando probablemente el des¨¢nimo de los votantes del PP y de Podemos. Es habitual. Los votantes de los partidos en crisis se refugian en la indecisi¨®n (o no responden las encuestas) y eso deprime sus n¨²meros. Pero muchos de esos votantes acaban regresando cuando las urnas se hacen presentes. Esto es algo observado en Estados Unidos: las encuestas se mueven excesivamente porque la gente que las responde no es siempre la misma, sino que depende del ciclo de noticias.

En Metroscopia detectan esa activaci¨®n desigual y por eso sus analistas insisten en que sus datos reflejan un estado de ¨¢nimo. Perciben muy alto el voto de centroderecha. La suma del PP y Ciudadanos ronda el 50%, lo que supone mejorar su resultado de 2016 por tres o cuatro puntos y superar tambi¨¦n los datos del PP y UPyD en 2011. No son resultados imposibles, pero exigen un voto de izquierdas deprimido, no solo frente a las encuestas, sino tambi¨¦n frente a las urnas.

El segundo motivo en contra de Ciudadanos es la regresi¨®n a la media. El partido vive un momento dulce y sus simpatizantes est¨¢n superactivados despu¨¦s de su buen resultado en Catalu?a. Han recibido mucha y buena atenci¨®n. A esto se le llama efecto luna de miel. Son periodos estupendos para cualquier partido, pero tambi¨¦n una advertencia: a un momento extraordinario suele seguirle uno corriente.

El tercer freno contra el entusiasmo lo ofrece la historia reciente del partido: en 2015 y 2016 sus encuestas empeoraron al acercarse las elecciones. Eso podr¨ªa repetirse. Algunos han culpado a sus campa?as, pero las razones de esos retrocesos fueron otras. Por un lado, su electorado. Fuera de Catalu?a, Ciudadanos es un partido poco popular entre votantes mayores, sin estudios y desinteresados por la pol¨ªtica. Estas personas suelen decidir su voto al final, y conforme van haci¨¦ndolo, diluyen los resultados de Ciudadanos. A menudo nos olvidamos de que un partido puede caer en las encuestas sin perder votantes.?

Abandonos anteriores

El otro argumento para explicar la depresi¨®n de Ciudadanos durante la campa?a es m¨¢s conocida: se llama voto ¨²til. Es probable que una parte de los simpatizantes del partido acabaran votando al PP en 2015 y 2016. Muchos votantes de centroderecha ten¨ªan como prioridad evitar un Gobierno del PSOE y sobre todo de Podemos. Estos votantes ten¨ªan motivos para coordinarse y votar por el PP, que era el partido que maximizaba la probabilidad de evitar un Gobierno de izquierdas. Esas l¨®gicas de voto ¨²til influyen menos en las encuestas cuando no hay elecciones cerca. Uno puede expresar su preferencia sin hacer c¨¢lculos de mayor¨ªas. Este es el ¨²ltimo y m¨¢s fuerte argumento contra Ciudadanos: una parte de sus simpatizantes, que dicen ahora que le votar¨¢n, podr¨ªan abandonarle durante la pr¨®xima campa?a para emitir un voto ¨²til.

Pero ahora hay una novedad que ilusiona en Ciudadanos. Si los sondeos de los pr¨®ximos meses igualan sus fuerzas con el PP, el argumento del voto ¨²til se debilita enormemente. ?Cu¨¢l es el voto pr¨¢ctico entre dos partidos igualados? Para Ciudadanos es fundamental mantenerse por encima del 20% y cerca del PP. Es probable que no lo consiga. Pero, si lo hace, el voto ¨²til que le perjudic¨® en 2015 y 2016 podr¨ªa esfumarse.