El movimiento feminista quiere ¡°parar el mundo¡± el 8 de marzo
Unas 400 mujeres de colectivos feministas de todo el pa¨ªs se han reunido este fin de semana en Zaragoza para organizar un 8M que esperan que sea hist¨®rico
"Si nosotras paramos el trabajo productivo y reproductivo, se para el mundo", avisan los movimientos feministas de todo el pa¨ªs, que este fin de semana se han reunido en Zaragoza para organizar una huelga el pr¨®ximo 8 de marzo, D¨ªa Internacional de la Mujer. Este a?o quieren ser millones en las calles y pasar de paros puntuales a una huelga, pero aspiran a mucho m¨¢s: para ellas ha llegado el momento de "romper con este sistema dual y opresor para las mujeres", seg¨²n Julia C¨¢mara, de la coordinadora estatal del 8M, al comienzo del encuentro.
Unas 400 mujeres, en representaci¨®n de m¨¢s de cien colectivos feministas, han pasado por el centro social Luis Bu?uel entre el s¨¢bado y el domingo para trabajar en una jornada con la que llaman a todas las mujeres a parar. Si ese d¨ªa las mujeres no acuden a sus puestos de trabajo y sus centros de estudio, si no se ocupan de los cuidados ni consumen, el bloqueo del pa¨ªs ser¨ªa may¨²sculo. "Queremos visibilizar la centralidad de las mujeres en la sociedad y las injusticias de un sistema que nos condena a una vulnerabilidad de derechos y a unas injusticias que no han quedado representadas en las agendas pol¨ªticas y en los cambios necesarios en la vida cotidiana", ha apuntado la hist¨®rica feminista Justa Montero en la rueda de prensa con la que han cerrado el encuentro.
La huelga que plantean no es una protesta laboral al uso, aunque esperan contar con el apoyo de los sindicatos, con quienes han tenido una primera ronda de contactos para tener cobertura legal en el ¨¢mbito laboral. Organizar¨¢n acciones cl¨¢sicas como piquetes informativos en universidades y centros de trabajo, pero advierte de que su seguimiento no se podr¨¢ medir solo con indicadores cl¨¢sicos porque el trabajo de muchas mujeres sigue siendo no remunerado e invisible. El 8M esperan "que toda la sociedad conozca lo que ya debe saber y que nadie pueda mirar para otro lado", pero sus reivindicaciones trascienden ese d¨ªa para lograr un cambio que quieren ya.
"Queremos pararlo todo y tenemos infinidad de motivos", ha apuntado Montero. Las mujeres de los movimientos feministas que organizan la huelga no est¨¢n dispuestas a seguir sometidas a las violencias machistas en sus distintas formas, a que se las cuestione y no se crea en su palabra. Quieren ser due?as de sus cuerpos y sus derechos reproductivos. Piden que se reconozcan todas las identidades de g¨¦nero. Y exigen que el trabajo de los cuidados sea considerado una responsabilidad social, con la corresponsabilidad de los hombres y del Estado.
El 8M de 2018 ser¨¢, esperan, un salto cualitativo en un camino de "transformaci¨®n radical de la sociedad, de la cultura, de la econom¨ªa, de las relaciones", que muchas mujeres llevan d¨¦cadas recorriendo. "Queremos ocupar el espacio p¨²blico, reapropiarnos de la decisi¨®n sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, reafirmar la fuerza pol¨ªtica de las mujeres, lesbianas y trans y preservar el planeta en el que vivimos", explican en su argumentario para la huelga.
Las activistas que han desafiado el fr¨ªo del antiguo instituto sin calefacci¨®n en el que han trabajado todo el fin de semana, como en una met¨¢fora de la precariedad y las dificultades que se ceban con las mujeres, sienten que est¨¢n en un momento hist¨®rico. A Ana Mar¨ªn (67 a?os), maestra jubilada y participante de la Asamblea Feminista las Tres Rosas del Puerto de Santamar¨ªa (C¨¢diz), se le erizaba el vello cuando intentaba expresar la emoci¨®n de participar en la "revoluci¨®n feminista" que lleva d¨¦cadas esperando y que en su opini¨®n, ya est¨¢ aqu¨ª. "Estoy agradecida a la vida por vivir este momento", dec¨ªa ilusionada.
En el encuentro hab¨ªa mujeres de todos los ¨¢mbitos y edades, activistas con d¨¦cadas de experiencia como Montero y j¨®venes estudiantes, empleadas del hogar, migrantes, funcionarias, sindicalistas, m¨¦dicas, enfermeras, maestras, abogadas, ecologistas, de la ciudad y del campo. Cada una con sus puntos de vista, todas con el mismo entusiasmo y respeto por las opiniones discrepantes y con las mismas ganas de construir un cambio, han debatido, han cerrado un manifiesto y han anotado los acuerdos que llevar¨¢n a sus territorios.
Como en una suerte de ensayo de c¨®mo ser¨ªa una jornada en la que ninguna mujer se ocupase de los cuidados, este fin de semana mientras ellas trabajaban un grupo de hombres se encargaba de la log¨ªstica, limpiaba los aseos, pon¨ªa caf¨¦s, se ocupaba de los ni?os, preparaba la comida y la serv¨ªa. "Hay ciertos servicios m¨ªnimos que son necesarios y el 8 de marzo los organizaremos con la participaci¨®n de los hombres", ha apuntado Montero.
"Hacemos un llamamiento a las mujeres j¨®venes, mayores, lesbianas, pensionistas, trans, estudiantes, a las que est¨¢n en sus casas, a parar el mundo, hermanas. Porque diversas y juntas somos muy fuertes, somos invencibles", ha dicho con fuerza la peruana Elisabeth Ruth Cordero. Si en 2017 el 8M desbord¨® las calles de todo el mundo, las organizadoras de esta huelga est¨¢n empe?adas en que el de 2018 sea hist¨®rico.
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