Dos detenidos por resistirse a la retirada de una ¡®cruz de los ca¨ªdos¡¯ franquista
El Tribunal Superior de Justicia valenciano ordena paralizar su traslado horas despu¨¦s de que gran parte del monumento se haya desmontado
La cruz falangista de Callosa de Segura (Alicante) dormir¨¢ este lunes bajo techo. Cinco operarios comenzaron a desmontarla, pieza a pieza, la madrugada de este lunes, protegidos por agentes de la Guardia Civil en un amplio dispositivo de seguridad que ha incluido el corte de calles y se ha saldado con dos detenidos por resistencia a la autoridad. Los trabajos han concluido de madrugada. Horas despu¨¦s, el Ayuntamiento ha recibido un auto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) que ordenaba paralizar la medida.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo de esta instituci¨®n ha accedido as¨ª a la petici¨®n que le hab¨ªa formulado la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Cruz, la organizaci¨®n vecinal que defiende la permanencia del monumento junto a la Iglesia Arciprestal de San Mart¨ªn. El auto, al que ha tenido acceso EL PA?S, est¨¢ fechado este mismo 29 de diciembre y ordena a la Corporaci¨®n el cese inmediato de los trabajos para ¡°la destrucci¨®n/retirada de la cruz y su pedestal¡±, as¨ª como su ¡°traslado a cualquier lugar.
Cuando ha llegado la orden del TSJ valenciano, los operarios trabajaban para desmontar la peana o base del monumento donde est¨¢n inscritos los nombres de los callosinos que murieron durante la Guerra Civil espa?ola y que lucharon en el bando franquista, para completar la retirada del monumento. El gobierno local se ha visto obligado a paralizar los trabajos por la resoluci¨®n judicial.
El equipo de gobierno, formado por un tripartito ¨CPSPV-PSOE, EU y Somos Callosa-, ha convocado para ma?ana martes a las 11.30 horas una rueda de prensa para valorar la resoluci¨®n judicial, que es firme y no admite recurso.
Grupos de falangistas llevaban 400 d¨ªas de guardia para evitar el traslado
El pol¨¦mico monumento de m¨¢rmol fue erigido al final de la Guerra Civil en homenaje a los ca¨ªdos "por Dios y por la patria". En 2016, el pleno del ayuntamiento acord¨® retirarlo de la plaza en aplicaci¨®n de la Ley de Memoria Hist¨®rica. Lo intent¨® al menos en dos ocasiones, pero se top¨® con una f¨¦rrea oposici¨®n vecinal.
Un grupo de ciudadanos, feligreses en su mayor¨ªa de la parroquia de San Mart¨ªn constituyeron una plataforma ciudadana para defender la integridad de lo que consideran un mero "s¨ªmbolo religioso", carente de connotaciones pol¨ªticas. Una se?a de identidad local ante la que muchos creyentes se hab¨ªan fotografiado durante d¨¦cadas para celebrar bodas, bautizos y comuniones.
Los defensores de la cruz se conjuraron para mantener una resistencia numantina que impidiera a la corporaci¨®n ejecutar la medida. "Es un s¨ªmbolo del pueblo, un s¨ªmbolo religioso, de uni¨®n. Aqu¨ª nadie se acuerda ya de la Guerra Civil. No queremos que haya conflicto. Hemos recogido 6.000 firmas manuales y 30.000 digitales y contamos con el respaldo de 43 entidades civiles y religiosas. Ya se elimin¨® el nombre de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera y el yugo y las flechas de la Falange. ?Qu¨¦ m¨¢s quieren? La ley de Memoria Hist¨®rica est¨¢ cumplida", resum¨ªa Antonio Ill¨¢n, un portavoz de la plataforma, hace poco m¨¢s de un a?o. Era diciembre de 2016 y la tensi¨®n en el pueblo hab¨ªa llegado a su punto ¨¢lgido, cuando decenas de simpatizantes de grupos de ultraderecha se desplazaron a este pueblo de 18.000 habitantes, enclavado en la Vega Baja del r¨ªo Segura, para manifestarse a favor del monumento.
Insultos y amenazas en redes sociales al alcalde
En todo este tiempo, el alcalde, el socialista Fran Maci¨¢, se mantuvo firme en la necesidad de ¡°cumplir la ley¡±. Soport¨® todo tipo de insultos y, recientemente amenazas, en las redes sociales. Fue incluso blanco de las cr¨ªticas del p¨¢rroco en alguna homil¨ªa. La pol¨¦mica reabri¨® en el municipio cicatrices que se cre¨ªan cerradas y dej¨® estampas m¨¢s propias de ¨¦pocas pasadas, donde cohabitaban 'dos Espa?as'.
Los callosinos que se sent¨ªan agraviados por esta medida celebraron vigilias nocturnas con velas en las que se rezaba el rosario y se entonaban c¨¢nticos religiosos. Algunos de ellos llegaron a encadenarse a la cruz para impedir que fuera desmontada. Las campanas de la iglesia repicaron en se?al de alarma y varias mujeres recorrieron las calles con un meg¨¢fono llamando a la resistencia y a la ocupaci¨®n de la plaza para defender el monumento.
Este domingo por la noche, m¨¢s de 300 personas con cirios encendidos volvieron a concentrarse en la plaza de Espa?a, cuya titularidad se disputan el consistorio y el Obispado. ¡°No sabemos lo que va a pasar, pero al final la verdad brillar¨¢¡±, arengaba a los presentes el portavoz de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Cruz.
La concentraci¨®n era tambi¨¦n un homenaje a ¡°las custodias¡±, la punta de lanza del movimiento, unas mujeres de avanzada edad que cumpl¨ªan 400 d¨ªas d¨ªa turn¨¢ndose en sillas plegables bajo el monumento para vigilarlo. Durante la madrugada, una vez caducado el permiso, la Guardia Civil y la Polic¨ªa Local han desalojado la plaza. Dos personas, un hombre y una mujer, han sido detenidos por negarse a abandonar el lugar y lanzar unos petardos a los agentes, seg¨²n informa Efe.
A las seis y cuarto de la ma?ana, los operarios han conseguido extraer la cruz de su pedestal y subirla a un cami¨®n gr¨²a. En ese momento, una decena de simpatizantes del tripartito ha coreado consignas a favor de la III Rep¨²blica y se ha enfrentado verbalmente con los partidarios del monumento, pero los agentes han logrado calmar los ¨¢nimos.
El tripartito que gobierna Callosa de Segura, cuya decisi¨®n apoya la Generalitat Valenciana y ha avalado en una sentencia un juzgado de Elche, quiere instalar ahora la cruz en un museo municipal, en un espacio dedicado a la memoria. El monumento rinde memoria a 81 fallecidos del bando nacional. De ellos, 25 formaron parte de un comando falangista que trat¨® de liberar a su fundador, Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, de la prisi¨®n de Alicante donde se hallaba recluido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.