¡°El carb¨®n es un combustible caduco; Espa?a se debe centrar en la solar y la e¨®lica¡±

"El cambio clim¨¢tico es un s¨ªntoma de la forma en la que hemos tratado al planeta", dice John Gummer (Stockport, 1939), miembro de la C¨¢mara de los Lores del Reino Unido, expresidente del Partido Conservador y ministro de varias carteras, entre ellas Medio Ambiente, durante 16 a?os. Y, ante una enfermedad, la obligaci¨®n es buscar una cura. "Puede haber diferentes tratamientos dependiendo de los m¨¦dicos, que pueden tener diferentes opiniones sobre los tratamientos, lo que no pueden negar es la existencia de la enfermedad y que deben tratarla en un plazo", a?ade. "Esto es lo que la ley espa?ola de cambio clim¨¢tico debe hacer en Espa?a".

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Gummer ha sido durante cinco a?os presidente del Comit¨¦ de Cambio Clim¨¢tico del Reino Unido y acaba de ser elegido para otros cinco a?os m¨¢s. Este comit¨¦ independiente naci¨® como uno de los instrumentos de la ley brit¨¢nica contra el cambio clim¨¢tico, considerada un verdadero referente internacional en la lucha contra el calentamiento y que ha servido de base para las elaboradas por otros pa¨ªses como Suecia, Francia y Austria.

Espa?a est¨¢ inmersa ahora en la redacci¨®n de la suya, que deber¨¢ servir para que el pa¨ªs cumpla con el Acuerdo de Par¨ªs. Y varias organizaciones e instituciones ¡ªcomo SEO/BirdLife y el Real Instituto Elcano¡ª han invitado a Gummer a Espa?a para que comparta su experiencia. Gummer compareci¨® el mi¨¦rcoles en la comisi¨®n del Congreso de los Diputados encargada de la elaboraci¨®n de la ley.

La norma brit¨¢nica, explica, se basa en tres pilares: un comit¨¦ independiente, los llamados "presupuestos de carbono" y los plazos para cumplirlos.

"El presidente del comit¨¦ [en este caso, ¨¦l] es elegido por el ministro de Cambio Clim¨¢tico del Reino Unido y los primeros ministros de Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Probablemente sea elegido por cuatro partidos diferentes, con lo que el presidente es independiente". Y el resto de miembros del comit¨¦ "son todos acad¨¦micos del m¨¢s alto nivel". Gummer cuenta que ahora est¨¢n en la fase de renovar a dos miembros del comit¨¦. "Y no hay ning¨²n candidato que no sea profesor de una gran universidad".

Planes de cinco a?os

La principal labor de este ¨®rgano independiente es fijar los "presupuestos de carbono" para periodos de cinco a?os. Es decir, la cantidad de gases de efecto invernadero que la econom¨ªa brit¨¢nica podr¨¢ emitir cada lustro para cumplir con sus compromisos internacionales contra el cambio clim¨¢tico. El comit¨¦ ofrece algunas recomendaciones sobre la forma de recortar las emisiones, pero es el Ejecutivo el que decide la ruta a seguir. "El Gobierno est¨¢ obligado por ley a cumplir los presupuestos pero la forma en la que lo hace es libre". Y, hasta ahora, el Gobierno siempre ha cumplido.

"En este momento est¨¢ vigente el tercer presupuesto de carbono [que abarca el periodo 2018-2022] y estamos completando la redacci¨®n del quinto", que ir¨¢ hasta 2032. Trabajar con antelaci¨®n es una ventaja para los inversores: "Se ofrecen par¨¢metros para las decisiones empresariales".

El objetivo del Reino Unido para 2030 es haber recortado un 57% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a las de 1990, una meta m¨¢s ambiciosa que la de la UE, que tiene fijada una reducci¨®n del 40% para 2030.

Para cumplir con esos presupuestos y con los recortes tan duros el Gobierno brit¨¢nico ha tenido que tomar medidas de calado, como el abandono del carb¨®n, que pr¨¢cticamente Reino Unido invent¨® y que fue el combustible para la creaci¨®n de un imperio. "El carb¨®n ha sido la base de la fortaleza del Reino Unido en el pasado", admite Gummer. Pero el pa¨ªs lo est¨¢ eliminando en un tiempo r¨¦cord. "No creemos que podamos cumplir con los objetivos duros de reducci¨®n de emisiones si no reducimos el carb¨®n, que es muy contaminante y da?a la salud", explica. "De aqu¨ª a 2022 desaparecer¨¢ todo el carb¨®n, si no ocurre antes, en 2020", indica Gummer, que explica que se ha conseguido a trav¨¦s de la fijaci¨®n de un precio alto a la tonelada de CO₂ (el principal gas de efecto invernadero) que expulsan las empresas y las plantas el¨¦ctricas. Emmanuel Macron, presidente franc¨¦s, ha propuesto la misma f¨®rmula para toda la UE, que ahora cuenta con un mercado de compra y venta de derechos que no desincentiva suficientemente el uso de los combustibles m¨¢s contaminantes como el carb¨®n.

Gummer no es ajeno a la pol¨¦mica en Espa?a por las intenciones del ministro de Energ¨ªa, ?lvaro Nadal, de impedir el cierre de las plantas de carb¨®n que varias el¨¦ctricas quieren clausurar. Aunque no quiere inmiscuirse en un problema interno, avisa: "Los Gobiernos han de pensar claramente en que la peor pol¨ªtica econ¨®mica es cuando uno mantiene industrias caducas (...) Creo que el carb¨®n es un combustible caduco y hemos de encontrar formas socialmente aceptables y generosas para cerrar las minas de carb¨®n y sustituir las plantas de carb¨®n por m¨¦todos m¨¢s limpios. En el caso de Espa?a, por ejemplo, e¨®lica y solar". Y compara el carb¨®n con los cambios vividos en el mundo de la fotograf¨ªa: "Es demasiado f¨¢cil dar subsidios a una empresa como Kodak cuando lo que debemos admitir es que la forma de tomar fotos ya ha cambiado". "El Gobierno debe centrarse en c¨®mo se trata socialmente el cierre del carb¨®n", aconseja Gummer a Espa?a.