Gregorio Mara?¨®n recibe el Honoris Causa con un discurso para salvar el tesoro arqueol¨®gico de Toledo
Tras ser reconocido por la Universidad de Castilla- La Mancha, el intelectual y acad¨¦mico revitaliza el debate para sacar la Vega Baja de su "situaci¨®n cr¨ªtica"
Gregorio Mara?¨®n y Bertr¨¢n de Lis (Madrid, 1942) ha sido nombrado este viernes Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha en un acto celebrado en la iglesia paraninfo de San Pedro M¨¢rtir de la facultad de Ciencias Jur¨ªdicas y Sociales de Toledo. ¡°Para un universitario, y para un ciudadano que ha decidido hacer de Toledo su lugar de arraigo y de la defensa del patrimonio de esta ciudad un compromiso de vida, no cabe mayor distinci¨®n¡±, ha afirmado al inicio de su intervenci¨®n.
Mara?¨®n ha desplegado un discurso que desde el primer momento ha ido a lo esencial: poner de manifiesto, sin nostalgias y rescat¨¢ndola del ¡°manto seguro del olvido¡±, la situaci¨®n de la Vega Baja y del conjunto arqueol¨®gico que se encuentra bajo su suelo. ¡°No es la historia de una batalla pasada, sino una de las cuestiones m¨¢s acuciantes que tiene planteada hoy nuestra ciudad¡±, ha asegurado el presidente de honor de la Real Fundaci¨®n de Toledo en referencia a la lucha iniciada por ¨¦l mismo hace casi 12 a?os. Entonces se pudo parar un proyecto inmobiliario, ¡°un disparate¡± que privatizaba el lugar para construir 1.300 viviendas y espacios comerciales.
Con el plan del Ayuntamiento se arrasaban los restos arqueol¨®gicos de la primera capital de Espa?a, y se privatizaban unos terrenos que pertenec¨ªan a todos los toledanos
¡°All¨ª yacen enterrados los restos y las leyendas de la capital visigoda del reino de Hispania. La ciudad emul¨® a Constantinopla, y fue, tras ella, la m¨¢s importante urbe del Mediterr¨¢neo a partir del siglo VI. Coet¨¢nea de la m¨ªtica corte del Rey Arturo, los restos de la ciudad visigoda fueron enterrados por el paso de los siglos, las invasiones enemigas y las avenidas del Tajo¡±, ha comentado Mara?¨®n. La zona est¨¢ protegida desde 1968 y en la declaraci¨®n de Toledo como ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La importancia del legado
En un discurso con Albert Camus como gu¨ªa moral, y a pocos metros de la tumba de Garcilaso de la Vega, el presidente del Patronato del Teatro Real ha subrayado la necesidad de luchar para que ¡°nuestra generaci¨®n no cargue con la responsabilidad de haber destruido el paisaje de Toledo¡±.
El ya Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha no se ha olvidado de quienes estaban detr¨¢s de aquella batalla de 2006 en un bando y en el otro. Por un lado, un Ayuntamiento que ¡°decidi¨® realizar un importante negocio especulativo consistente en la recalificaci¨®n de los terrenos p¨²blicos de la Vega Baja para vend¨¦rselos a tres de los principales promotores inmobiliarios de la ciudad¡±, grandes beneficiados de un cambio con el que ¡°destru¨ªa una parte fundamental del paisaje hist¨®rico de Toledo, se arrasaban los restos arqueol¨®gicos de la primera capital de Espa?a, y se privatizaban unos terrenos que pertenec¨ªan a todos los toledanos¡±.
Lamentablemente, la situaci¨®n de la Vega Baja es la que corresponde a once a?os de incuria y dejaci¨®n de las responsabilidades p¨²blicas. En t¨¦rminos cl¨ªnicos, dir¨ªamos que es cr¨ªtica
Por otro, quienes se opusieron, empezando por el presidente de Castilla- La Mancha, Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, instituciones locales y nacionales y quienes desde EL PA?S y El Mundo y la prensa local apoyaron la lucha por preservar la Vega Baja. La historia no estuvo exenta de coacciones y amenazas m¨¢s propias de otros lares, tal y como ha recordado el miembro de la Real Academia de Ciencias Hist¨®ricas y Bellas Artes de Toledo.
?Cu¨¢l es la situaci¨®n ahora? se ha preguntado Mara?¨®n en su alocuci¨®n, plagada de defensas a lo p¨²blico. ¡°Lamentablemente, la que corresponde a once a?os de incuria y dejaci¨®n de las responsabilidades p¨²blicas en la gesti¨®n de este espacio. En t¨¦rminos cl¨ªnicos, dir¨ªamos que su situaci¨®n es cr¨ªtica¡± se ha respondido antes de denunciar la ¡°dejadez¡± de los poderes p¨²blicos, m¨¢s incomprensible si cabe ¡°tras cruzar el Rubic¨®n¡± hace m¨¢s de 11 a?os.
Contra la ciudad mediocre y colmatada
Ante la complejidad de la cuesti¨®n, Mara?¨®n ha recurrido a la sabidur¨ªa universitaria para, a partir de un texto del profesor y arquitecto Jos¨¦ Ram¨®n de la Cal, repasar la situaci¨®n urban¨ªstica de la Vega Baja y concluir: ¡°De este tipo de ciudad ya tenemos bastante, y basta el ejercicio de subir por las escaleras de Recaredo para observar la vista de la ciudad nueva, urban¨ªsticamente tan mediocre y colmatada. El desaf¨ªo que se nos presenta despu¨¦s de a?os de incuria es qu¨¦ hacer con este sorprendente espacio vac¨ªo que constituye una oportunidad que ya quisieran para s¨ª otras ciudades¡±.
La respuesta, perfilada en el propio discurso, pasa por ordenar y poner en valor la informaci¨®n arqueol¨®gica, olvidarse de las viviendas y los aparcamientos disuasorios y crear un parque que ofrezca a los ciudadanos ¡°un paisaje frondoso y un lugar de esparcimiento como el que tantas otras grandes ciudades desear¨ªan tener en el coraz¨®n de su trama urbana¡±.
Mara?¨®n ha terminado su combativa intervenci¨®n agradecido por este reconocimiento, que toma como una ofrenda que guardar¨¢, de nuevo Camus, ¡°en la memoria del coraz¨®n, que es la m¨¢s fiable¡±.
N¨®mina de personalidades
La relaci¨®n de Mara?¨®n con la ciudad, su vinculaci¨®n con la historia de Toledo y su patrimonio se refleja en la n¨®mina de invitados y autoridades. El Doctor Honoris Causa lo recog¨ªa as¨ª al inicio de su discurso:. "Se?or Rector Magn¨ªfico de la Universidad de Castilla-La Mancha, querido Miguel ?ngel Collado; se?ora Alcaldesa, querida Mila Tol¨®n; se?or Consejero de Educaci¨®n y Cultura, querido ?ngel Felpeto; y se?ores miembros del Consejo de Direcci¨®n de esta Universidad:
"Antes de comenzar mi discurso, quiero saludar y agradecer tambi¨¦n su presencia al Delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Juli¨¢n Gregorio; al anterior Presidente de Castilla-La Mancha, al que tan unido me siento, Jos¨¦ Bono; a la directora general del INAEM, mi querida amiga Montserrat Iglesias; a Jaime S¨¢nchez Revenga, ilustre toledano y presidente de la F¨¢brica Nacional de Moneda y Timbre; a Ana Santos, amiga y directora de la Biblioteca Nacional; al Conde de Orgaz, presidente de la Fundaci¨®n de Amigos de la Biblioteca Nacional; a Pedro Barb¨¦, director general de Soliss; a Santiago Palomero, director del Museo Sefard¨ª; a la presidenta de la Real Fundaci¨®n de Toledo, mi querida Paloma Acu?a, y al director de la Real Academia de Ciencias Hist¨®ricas y Bellas Artes de Toledo, Jes¨²s Carrobles, tan excelentes compa?eros en numerosas andaduras; a Luis Arroyo, ex rector de esta Universidad; a Juan-Miguel Villar Mir, Presidente de la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n, que tanto me significa; a mis queridos amigos Jos¨¦ Varela Ortega, Profesor y Patrono Fundador de la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n, y Luis Mar¨ªa Ans¨®n, ilustre acad¨¦mico de la Real Academia de la Lengua y presidente de El Imparcial. Y, finalmente, a Pili Sol¨ªs, mi mujer y compa?era de vida, sin cuyo apoyo no podr¨ªa llevar a cabo lo que hago".
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