Cuando tu nieto se convierte en tu hijo
El 58,2% de las familias de acogida en Espa?a son parientes del menor, la mayor¨ªa de las veces sus abuelos
Hace 10 a?os, Isabel Campos y Miguel ?ngel Valverde no se planteaban tener hijos, pero una llamada telef¨®nica les cambi¨® la vida: Ismael, el hijo de nueve meses de una sobrina de Valverde, necesitaba una familia. Su madre no pod¨ªa cuidar de ¨¦l por una deficiencia intelectual que le hab¨ªan diagnosticado y sus t¨ªos-abuelos Campos y Valverde eran los ¨²nicos familiares que pod¨ªan hacerse cargo. "Nos llamaron para hacernos una entrevista y nos comentaron que lo m¨¢s beneficioso para el ni?o es que estuviera en el n¨²cleo familiar. Est¨¢bamos dispuestos a hacer todo lo posible por Ismael", relata Campos. Como ellos, el 58,2% de las familias de acogida en Espa?a son parientes del menor, la mayor¨ªa de las veces sus abuelos, seg¨²n un informe de Aldeas Infantiles SOS publicado en mayo.
Por aquel entonces,?Isabel y Miguel ?ngel ten¨ªan 41 y 46 a?os, viv¨ªan en Rubi (Barcelona) y no sab¨ªan qu¨¦ significaba su nuevo papel. A diferencia de la adopci¨®n ¡ªdonde el menor rompe toda vinculaci¨®n con sus padres¡ª, la familia de acogida cuida del ni?o hasta que la situaci¨®n de sus padres biol¨®gicos mejore y pueda volver con ellos. Durante ese proceso, el menor contin¨²a viendo a sus progenitores. "Es mejor que el ni?o sea acogido por un t¨ªo o por los abuelos. No sale del n¨²cleo familiar y no se sentir¨¢ rechazado", explica Pilar Pi?ero, especialista en acogimiento familiar en Aldeas Infantiles.
La recuperaci¨®n de los padres biol¨®gicos puede ser r¨¢pida o lenta o incluso puede ocurrir que la acogida del menor sea permanente. Durante todo ese proceso, asociaciones como Aldeas Infantiles se dedican a apoyar a las familias que acogen y de origen para que la evoluci¨®n del menor sea favorable, especialmente cuando sus acogedores son personas mayores y necesitan nuevas pautas educativas.
"Si tenemos unos abuelos de m¨¢s de 60 a?os con una educaci¨®n antigua y con otras percepciones sobre lo que significa ser 'una buena hija', por ejemplo, que chocan con las creencias actuales,? necesitan una gu¨ªa de c¨®mo actuar y educar. El cambio cultural y de calidad de vida en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha hecho que los j¨®venes tengan metas m¨¢s altas que las que su abuelos tuvieron cuando eran j¨®venes, por lo que a veces no confluyen y puede ser un problema", explica B¨¢rbara Ben¨ªtez, psic¨®loga y t¨¦cnica del programa de acogimiento en familia extensa de Aldeas Infantiles en Catalu?a.
B¨¢rbara trabaja y ayuda a muchas de estas parejas mayores. La asociaci¨®n ofrece cursos de iniciaci¨®n y reuniones con otros padres para que hablen sobre sus experiencias. Adem¨¢s, facilitan los encuentros entre las familias de acogida y las originarias y cuidan de que la adaptaci¨®n sea lo m¨¢s f¨¢cil posible, tanto para los padres como para los ni?os. "El objetivo de la familia de acogida es vincular los lazos afectivos del menor y permitir construir su vida sin perder su origen y sin que suponga una ruptura", explica la psic¨®loga.
En la mayor¨ªa de los casos, seg¨²n la especialista, los tutores se ven obligados a perder parte de su identidad como abuelos para actuar como padres y eso, a veces, crea confusiones en los adultos, por ejemplo, cuando el ni?o llama a su abuelo pap¨¢. Sin embargo, seg¨²n Ben¨ªtez, el menor va ubicando a cada persona con el tiempo. "Hay abuelas que me dicen entre risas que a ellas las llaman 'mamayeya' o, para referirse a su madre 'mam¨¢ Paqui' y a la abuela 'mam¨¢ Loli", comenta Ben¨ªtez.
Adem¨¢s del apoyo emocional y educacional, las familias de acogida disponen de ayudas econ¨®micas. Campos y Valverde reciben 326 euros pero, como su situaci¨®n "no es mala", prefieren invertirlo para que Ismael vaya a clases de ingl¨¦s y piano. Sin embargo, seg¨²n cuenta Pi?eiro, no todas las familias tienen esas facilidades. Otras tienen hijos o son jubilados. Por esta raz¨®n, las asociaciones de familias de acogida piden m¨¢s ayudas, tanto para las de acogida como a las de origen y que la concesi¨®n sea individualizada y centralizada, "independientemente del sitio donde vivan", dice Pi?eiro. Las ayudas econ¨®micas y los recursos son concedidos desde las comunidades aut¨®nomas, por lo que, seg¨²n opinan varias asociaciones, el apoyo es desigual.
Ahora Ismael tiene 10 a?os, vive en acogida permanente con sus t¨ªos abuelos y tienen poco contacto con sus padres. Campos dice que ha comenzado a replantearse ciertas cosas. "Sus padres rehicieron sus vidas y tienen varios hijos con otras parejas y, claro, Ismael nos pregunta qu¨¦ por qu¨¦ pueden cuidar de ellos y de ¨¦l no", cuenta Isabel. B¨¢rbara explica que la situaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil para el ni?o es cuando el retorno con sus padres no es posible, "sobretodo cuando sus padres han rehecho sus vidas y tienen otros hijos. Es un problema que se soluciona aceptando la realidad, que no siempre es f¨¢cil. Es importante ajustar esa informaci¨®n para que no la encaje como un rechazo", explica. Por esa raz¨®n, argumenta, estar con su propia familia reduce la frustraci¨®n y la probabilidades de sentir el rechazo. "Al final, el ni?o llena?esos huecos?con el cari?o y el amor de sus padres de acogida, que ejercen como aut¨¦nticos padres", concluye.
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