Las leyes del ¡®solo s¨ª es s¨ª¡¯
Suecia reforma su ley sobre violencia sexual para poner el acento en el consentimiento e incluir el delito de violaci¨®n negligente
La indignaci¨®n por la sentencia de La Manada, expresada por miles de personas en la calle, ha hecho visible la brecha entre el sistema judicial y la idea de violencia sexual que tiene una gran parte de la ciudadan¨ªa. El Gobierno espa?ol ha respondido colocando el foco sobre el C¨®digo Penal y ha ordenado a una comisi¨®n de expertos que revise los delitos sexuales. A¨²n es pronto para saber si habr¨¢ alg¨²n cambio y, si lo hay, qu¨¦ direcci¨®n tomar¨¢, pero uno de los modelos penales alternativos m¨¢s s¨®lidos es el que se basa en el consentimiento, que ya sigue, por ejemplo, Reino Unido y al que est¨¢ a punto de unirse Suecia, uno de los pa¨ªses m¨¢s igualitarios del mundo, donde el feminismo est¨¢ en el centro de la pol¨ªtica.
A partir de julio, en el pa¨ªs n¨®rdico el delito de violaci¨®n ya no se definir¨¢ porque haya violencia o amenazas, ni tampoco porque la v¨ªctima est¨¦ en una situaci¨®n vulnerable, sino que lo importante ser¨¢ la falta de consentimiento. Pero lo m¨¢s novedoso es que introduce el concepto de ¡°violaci¨®n negligente¡±, por el que el autor podr¨¢ ser condenado hasta a cuatro a?os porque deber¨ªa haber sido consciente de que la otra persona no consent¨ªa, una traducci¨®n legal ¡ªuna de las posibles¡ª del solo s¨ª es s¨ª que plantea el feminismo.
Muchas de las pancartas que se ve¨ªan en las manifestaciones contra la sentencia de La Manada ten¨ªan detr¨¢s esa idea: que cualquier cosa distinta de un s¨ª significa no ¡ªno solo una negativa directa, sino tambi¨¦n un silencio, o ninguna se?al, porque en algunas circunstancias no es posible decir s¨ª o no, o algo ambiguo y contradictorio¡ª. En la era del #Metoo, y despu¨¦s de algunas pol¨¦micas absoluciones a acusados de violaci¨®n en varios pa¨ªses, se ha entablado una conversaci¨®n global en torno a qu¨¦ es el consentimiento, c¨®mo se prueba si lo hubo o no ante un tribunal y, en algunos casos, c¨®mo se regula. Espa?a ya castiga todos los actos sexuales sin consentimiento, pero no establece un marco legal para definirlo, y se centra en la violencia o intimidaci¨®n para determinar las agresiones sexuales y las violaciones. ¡°Los modelos penales basados en el consentimiento se aproximan mejor a la realidad de la violencia sexual¡±, explica Encarna Bodel¨®n, profesora de Filosof¨ªa del Derecho en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona especializada en estudios de g¨¦nero. ¡°Sabemos que en la mayor¨ªa de violaciones el autor es alguien conocido y, sin embargo, el C¨®digo Penal est¨¢ pensado para un prototipo de ataque que no es el m¨¢s frecuente: el del desconocido que sale de detr¨¢s de un arbusto y te viola. Por eso la conceptualizaci¨®n es incorrecta. El mensaje central que se deber¨ªa transmitir es que no queremos sexo sin consentimiento y, a partir de ah¨ª, se pueden ir sumando agravantes, como la violencia, o si se produjo en grupo¡±.
La parte d¨¦bil de estas legislaciones es que en la pr¨¢ctica, a la hora de demostrar si hubo o no consentimiento, se puede acabar escrutando m¨¢s a la v¨ªctima que al acusado, se?ala Eithne Dowds, profesora de Derecho de la Queen¡¯s University en Belfast.
Lo m¨¢s novedoso de la reforma que Suecia introducir¨¢ en julio es que incluye la ¡°violaci¨®n negligente¡±, con condenas de cuatro a?os
Suecia es el pa¨ªs de la UE donde m¨¢s violaciones se denuncian, seg¨²n Eurostat. ¡°En los ¨²ltimos a?os hemos visto un aumento de denuncias por delitos sexuales, pero el n¨²mero de condenas no se ha incrementado. Por eso hemos propuesto cambiar la ley¡±, explica por tel¨¦fono el ministro de Justicia de ese pa¨ªs, el socialdem¨®crata Morgan ?Johansson. ¡°Al ampliar el ¨¢rea de delito, habr¨¢ m¨¢s autores responsables de sus actos¡±. La propuesta legal sueca establece que, a la hora de evaluar si hubo consentimiento, se tendr¨¢ en cuenta si ¡°se expres¨® con palabras, hechos o de otro modo¡±. Todo lo dem¨¢s no es consentido, y especifica tres situaciones: si hubo violencia o amenazas, si la v¨ªctima estaba en una situaci¨®n vulnerable ¡ªinconsciente, dormida, [experimentando un] gran miedo, borracha o bajo el efecto de otras drogas, enferma, herida o afectada por alg¨²n trastorno mental¡ª o si el acusado ¡°abusa de la posici¨®n de dependencia de la v¨ªctima¡± respecto a ¨¦l.
Lo m¨¢s llamativo de la reforma, apoyada por todos los partidos, pero pendiente de pasar por el Parlamento, es el ya citado concepto de violaci¨®n negligente. ¡°Como hasta ahora, si el fiscal puede probar la intenci¨®n de violar, el autor ser¨¢ condenado por violaci¨®n. Eso ser¨¢ en la mayor¨ªa de los casos. Pero hay otros en los que no es posible¡±, dice el ministro. Ah¨ª es donde entra el nuevo tipo legal, y ser¨¢ suficiente con que el fiscal pruebe ¡°que las circunstancias eran tales que el autor debi¨® haber entendido que no hab¨ªa consentimiento¡±, explica el ministro, que cree que la ley es ¡°hist¨®rica¡± y ¡°avanzada¡± porque ¡°estipula que el sexo debe estar basado solo en el consentimiento¡±. Johansson a?ade: ¡°Si no est¨¢s seguro de que la otra persona est¨¢ de acuerdo con lo que est¨¢s haciendo, entonces deber¨ªas abstenerte. Es una se?al muy clara y preventiva para todos los hombres¡±.
El ministro no pone ejemplos porque dice que son los tribunales los que determinar¨¢n qu¨¦ circunstancias son esas en las que el responsable deber¨ªa darse cuenta de que la otra persona no consiente ¡°incluso aunque ella no lo muestre¡±, pero aclara que ¡°ha habido varios casos en los que el acusado ha sido absuelto porque no se pudo probar la intenci¨®n¡±. El ministro niega que la ley pueda generar indefensi¨®n en el acusado: ¡°La carga de la prueba sigue del lado del fiscal, por supuesto, deber¨¢ demostrar que se ha cometido un delito¡±, zanja. Un riesgo de esta ley es que algunos casos en los que se hubiera podido demostrar la intencionalidad acaben en condenas por negligencia ¡ªcon penas menores¡ª porque es m¨¢s sencillo de probar, como apunta la profesora de Derecho Penal Ulrika Andersson, de la Universidad de Lund.
En Espa?a la violaci¨®n negligente no es un concepto nuevo. Como explica Manuel Cancio, catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, se estudi¨® incluirlo en un proyecto de reforma del C¨®digo en 1992, aunque qued¨® descartado. Estaba pensado para los casos en los que se hubiera podido incurrir en un error sobre la edad de la v¨ªctima. La edad de consentimiento sexual es de 16 a?os. ¡°?Qu¨¦ pasa cuando el acusado no es consciente de que, por ejemplo, una ni?a tiene 15 a?os y no 17? Para esto el C¨®digo no tiene ninguna previsi¨®n, y deber¨ªamos tener una cl¨¢usula para poder castigar correctamente al sujeto que est¨¢ en error. Aparte de la equivocaci¨®n sobre la edad, ese concepto se aplicar¨ªa a muy pocos casos, pero se evitar¨ªa que no crey¨¦ramos nunca al sujeto cuando dice que se equivoc¨® al interpretar lo que quer¨ªa la v¨ªctima y que esto quede impune¡±, explica Cancio, que forma parte de la comisi¨®n que revisar¨¢ el C¨®digo Penal.
Las penas por violaci¨®n en Suecia son mucho m¨¢s bajas que en Espa?a, donde se castigan los abusos con hasta 10 a?os de c¨¢rcel y con hasta 15 la agresi¨®n sexual. En Suecia las condenas son de cinco a 10 a?os en los casos de violaci¨®n agravada (si la violencia o amenazas fueron muy severas, si hubo brutalidad o varios atacantes¡) y de dos a seis a?os para el tipo b¨¢sico. Los abusos sexuales est¨¢n penados con hasta dos a?os, y, si son agravados, de seis meses a seis a?os. Tambi¨¦n se contempla la posibilidad de que haya abuso sexual negligente.
Para acompa?ar la nueva ley, Suecia va a emprender un programa educativo para j¨®venes y va a dar formaci¨®n espec¨ªfica a abogados. En Espa?a, varios expertos inciden en la importancia de no centrar todo el debate en el C¨®digo Penal. ¡°Da igual que se cambie la ley si no cambian las mentalidades¡±, opina Amalia Fern¨¢ndez, presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Juristas Themis. ¡°Siempre va a haber personas que interpretan la norma, y ah¨ª es donde est¨¢ el problema: que quien enjuicie esos supuestos tenga formaci¨®n de g¨¦nero y sepa lo que es una situaci¨®n de violencia sexual¡±.
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