El Orgullo revoluciona la Sierra de C¨¢diz
La celebraci¨®n de la reivindicaci¨®n de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales llega ya a 12 pueblos
Un buen d¨ªa el padre de Joaqu¨ªn G¨®mez se plant¨® ante la m¨¦dica y la profesora de Benamahoma ¡ªun pueblecito de 400 habitantes de la Sierra de C¨¢diz¡ª y les pregunt¨®: ¡°Mi hijo es gay, ?est¨¢ enfermo?¡±. Con la respuesta negativa de ambas, el cabrero se plant¨® ante sus compa?eros de jornal en el campo y les espet¨®: ¡°Que sep¨¢is que mi hijo no tiene ninguna enfermedad¡±. ¡°A ¨¦l, lo ¨²nico que le preocupaba es que me respetasen¡±, reconoce G¨®mez, de 44 a?os. Vaya si lo hicieron, en 2004 se convirti¨® en el primer alcalde abiertamente gay de la provincia andaluza.
Joaqu¨ªn, con amplia sonrisa y voz serena, relata su historia en un bar de Ubrique, en el primer Caf¨¦ LGBTIQ de la Sierra gaditana. Hay demasiadas primeras veces entre sus casi 30 asistentes. A su lado est¨¢ Rafael Gil, de 34 a?os y natural de Arcos, presidente de Delta, la primera asociaci¨®n gay de los 18 pueblos que componen la zona, todos ellos de menos de 31.000 habitantes. Tambi¨¦n Laura Alvarado que, con 26 a?os, acaba de fundar la entidad Avanza, punto de encuentro para lesbianas, gais o transexuales de Ubrique. O Crist¨®bal Ruiz y su alter ego T¨ªgrida Revuelta, primer drag en pregonar la feria de su pueblo, El Gastor, el verano pasado.
Todos ellos son la causa de ¡°la gran revoluci¨®n que vive la Sierra¡±, como reconoce Gil, en referencia a la celebraci¨®n del V Orgullo Serrano. Lo que empez¨® como un lance entre amigos ha superado todas las expectativas de lo esperado. ¡°Arrancamos con tres pueblos y este a?o ya vamos por 12. Y eso que se han sumado los Ayuntamientos por iniciativa propia, no hemos llamado a ninguno¡±, explica el presidente de Delta. Desde el pasado 27 de mayo han izado la bandera arco¨ªris en los Consistorios de todos los pueblos implicados (Zahara de la Sierra, Bornos, Arcos, El Gastor, Algar, Ubrique, Setenil de las Bodegas, El Bosque, Grazalema, Olvera, Espera y Algodonales), organizado conferencias, exposiciones y tertulias bajo el lema ¡°transformando nuestros pueblos¡±.
Este pasado s¨¢bado han celebrado en Arcos su marcha reivindicativa y su primer preg¨®n, a cargo de Manolita Chen, una de las primeras transexuales de Espa?a en conseguir el cambio de su DNI. Con tanto acto ¡ª¡°estoy ya que vomito arco¨ªris¡±, reconoce Gil con sorna¡ª pretenden hacer ver que tambi¨¦n pueden llevar la voz cantante desde Delta en su entorno rural. ¡°Aqu¨ª hay un machismo muy enraizado y normalizado¡±, expresa Alvarado. ¡°Y se asume que tanto la mujer como los gais tienen que estar en segundo plano, que ese es su papel¡±, completa Gil.
¡°El problema es que el abanico de oportunidades es m¨¢s reducido que en una gran ciudad. La mentalidad es endog¨¢mica y hay roles muy establecidos. Romper con todos esos poderes f¨¢cticos es muy dif¨ªcil¡±, matiza G¨®mez, historiador de profesi¨®n. Con todo, reconoce que ¨¦l nunca tuvo que explicar nada: ¡°He tenido m¨¢s trabajo en ayudar a sacar a gente del armario que en salir yo mismo¡±. Pese a que entre ambos hay 10 a?os de diferencia, Gil reconoce que no lo tuvo tan f¨¢cil. ¡°Sufr¨ª bullying, siempre fui el maric¨®n de la clase. Cuando me fui fuera a estudiar le cont¨¦ todo a mi familia en una carta¡±.
Lo que Joaqu¨ªn, Rafael o Laura se jugaban entonces era salir del estereotipo asentado en sus pueblos sobre qu¨¦ cab¨ªa esperar de un gay o una lesbiana. ¡°Son comunidades cerradas en las que, como todos nos conocemos, es dif¨ªcil que te llamen abiertamente maric¨®n. Es m¨¢s una doble moral de criticarte a escondidas¡±, apunta Gil. En ese contexto, al homosexual abierto le tocaba el papel de peluquero, florista, vestidor de im¨¢genes religiosas o sacrist¨¢n ¡°Todos buscamos nuestro sitio y reconocimiento, que nos respeten. Y muchos lo encontraban en la Iglesia¡±, explica el excalcalde. A las mujeres, ¡°quedar para coser¡±, seg¨²n sentencia Gil, o vivir ¡°con una amiga¡±, como en Benamahoma llamaban a la vida en pareja de la t¨ªa de G¨®mez.
Pero la mayor¨ªa de los que este s¨¢bado se han colocado tras la pancarta en las encaladas calles de Arcos ya quieren reivindicar su sitio al margen de esos clich¨¦s. El historiador lo tiene claro: ¡°Todo se termina el d¨ªa en el que la mariquita del pueblo pasa a ser un gay reconocido. Somos personas que nos hemos empoderado y nos hemos convertido en se?ores reconocidos¡±. ¡°Ya no estamos en el molde de lo que se espera de nosotros porque nos hemos hecho respetar¡±, apostilla Gil.
Y ahora, desde esa libertad, han convertido en su primera pregonera a Manolita Chen, la transexual de Arcos de 75 a?os que, con valent¨ªa, tuvo que romper los moldes de la represi¨®n y los abusos del franquismo. La misma que le tom¨® prestado nombre y profesi¨®n a la famosa vedette. La que incluso consigui¨® adoptar. La que dej¨® de ser la mariquita del pueblo para ser, simplemente, Manolita, pero tambi¨¦n la que en su discurso pide ¡°ayuda al Se?or¡±. ¡°Para todos nosotros es un referente, una pionera y una luchadora. Ha hecho mucho por los derechos que nosotros ahora disfrutamos. Habr¨¢ m¨¢s pregoneros pero deja el list¨®n muy alto¡±, sentencia Gil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.