Mont¨®n promete recuperar la universalidad de la sanidad

La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Mont¨®n, tiene un amplio campo de actuaci¨®n. Durante sus dos a?os de consejera en Valencia ha mostrado sus l¨ªneas favoritas, y muchas son f¨¢cilmente aplicables a nivel estatal.

Un reto de especial relevancia es el de la dependencia. Los datos indican que hay 360.000 personas esperando ser evaluadas para recibir la correspondiente prestaci¨®n. El problema de esta situaci¨®n es su coste. Seg¨²n el Observatorio de la Dependencia, har¨ªan falta unos 600 millones de euros.

Mucho menos (en verdad, no se sabe cu¨¢nto porque nadie lo ha medido) costar¨ªa volver a ofrecer una sanidad universal, que incluya a los extranjeros en situaci¨®n irregular. En su discurso tras tomar posesi¨®n del cargo, Mont¨®n repiti¨® varias veces esta idea. Seg¨²n los datos del padr¨®n, en Espa?a hay m¨¢s de 500.000 personas sin tarjeta sanitaria. En Valencia, Mont¨®n ya ha revertido esta situaci¨®n, y muchas otras comunidades han tomado la misma decisi¨®n, aunque el Gobierno ha recurrido ante el Constitucional las medidas.

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La idea de eliminar el copago de los medicamentos de los pensionistas, que Mont¨®n ha puesto en marcha en Valencia, costar¨ªa unos 400 millones de euros, seg¨²n acaba de publicar el Observatorio del Medicamento de la Federaci¨®n Empresarial de Farmacias de Espa?a (FEFE). Otra opci¨®n ser¨ªa modularlo para que los que tienen menos renta paguen menos, y los que ingresan m¨¢s abonen m¨¢s.

Otra de sus medidas estrella en Valencia, la renacionalizaci¨®n de la atenci¨®n privatizada, no podr¨¢ ponerla en pr¨¢ctica en el ministerio porque las competencias est¨¢n transferidas a las comunidades.

Aparte de cuestiones concretas, Sanidad tiene que enfrentar problemas end¨¦micos: a falta de un ministerio con capacidad ejecutiva en muchos aspectos transferidos a las comunidades, las asociaciones de pacientes y profesionales critican la falta de equidad en las prestaciones, y, ligado con esto, la de transparencia: el sistema trata de manera diferente a los enfermos seg¨²n la comunidad e, incluso, dentro de esta, aunque muchas veces ni siquiera hay datos para explicar lo que sucede o para medirlo.

Y hay que recuperar la inversi¨®n y el personal perdido (4.000 millones y 10.000 contratados desde 2009). Y hay campos (salud mental, salud p¨²blica) en los que hay que revisar las estrategias nacionales.