Pablo Casado: una sonrisa en HD

Pablo Casado (Palencia, 1981) ha accedido al despacho principal de G¨¦nova con la sonrisa intacta. Y no ha sido f¨¢cil conservarla despu¨¦s de haberla placeado en los plat¨®s m¨¢s hostiles de la televisi¨®n. Una sobreexposici¨®n medi¨¢tica que el nuevo presidente del PP ha convertido en argumento fundamental de su victoria explorando los l¨ªmites de sus cualidades teleg¨¦nicas: Casado no ha ganado ¡°por¡± la televisi¨®n, pero no hubiera ganado ¡°sin¡± la televisi¨®n.

Le hab¨ªa sucedido a sus antagonistas de Podemos. Pablo Iglesias supo manejar y trabajarse sus habilidades medi¨¢ticas para ir configurando el carisma pol¨ªtico. Y lo hizo sin rechazar los espacios televisivos o radiof¨®nicos de mayor hostilidad, aunque tambi¨¦n aprovechara el trampol¨ªn de La Sexta, Antena 3, Tele5 y las tertulias de Cuatro. Un fajador era Iglesias. Sub¨ªa la audiencia con sus intervenciones. Crec¨ªa su proyecci¨®n en la opini¨®n p¨²blica.

En las ant¨ªpodas de la ideolog¨ªa respecto a Iglesias e hiperactivo como ¨¦l en las redes sociales, Casado ha construido una campa?a de reputaci¨®n y divulgaci¨®n personales, sobre todo desde que el presidente Rajoy, en junio de 2015, le concedi¨® el rango de vicesecretario del PP con atribuciones expl¨ªcitas en la portavoc¨ªa y con el papel de apagar incendios.

¡°Casado siempre ha dado la cara. Estaba siempre ah¨ª para defender al PP¡±, explica Bel¨¦n Garc¨ªa, directora de Espejo P¨²blico (Antena 3). ¡°Impresionaba muchas veces la soledad en la que lo dejaba su partido. Parec¨ªa que iba a carbonizarse y que estaba muy solo, pero esa misma experiencia le ha servido para curtirse, darse a conocer y convertirse en alternativa, con un discurso nada impostado, sino genuino en su manera de pensar. El caso de Pablo Casado demuestra otra vez, adem¨¢s, que la cantera de la pol¨ªtica es la televisi¨®n¡±.

Pablo Casado, diputado nacional desde 2011, ya se hab¨ªa placeado precozmente en programas de actualidad pol¨ªtica y descollaba como tertuliano. Era la novedad medi¨¢tica y generacional del partido anal¨®gico, el yerno perfecto y el rostro de las Nuevas Generaciones, pero sus adversarios en la carrera han subestimado el salto de cachorro a fiera adulta.

¡°Le empuja la ola de juventud que llega a todo el mundo¡±, explica Ana Rosa Quintana (Tele5). ¡°Creo que ha sorprendido. Todos lo ve¨ªamos como un chaval prudente y obediente, y en esta campa?a ha sacado tanto el car¨¢cter como la osad¨ªa. El partido necesitaba que alguien les hiciera sentir orgullosos de ser conservadores, y que no tuviera contacto con la corrupci¨®n. Adem¨¢s, como Macron tiene una bonita sonrisa y no es particularmente alto¡±.

La estrategia de Casado tanto le ha permitido confortar a los votantes del PP en los espacios m¨¢s afines -13TV, El gato al agua....- como ha predispuesto su resiliencia pol¨ªtica en los programas mas comprometidos -La Sexta Noche, Las ma?anas de Cuatro-, sobre todo cuando los esc¨¢ndalos de la corrupci¨®n requirieron un bombero de guardia y emergencia.

No se descompon¨ªa el joven vicesecretario, pero la capacidad de amortiguar los golpes la ha utilizado ¨¦l mismo como argumento propiciatorio en la campa?a de las primarias. No ya diciendo que se ha ¡°partido la cara por Rajoy¡±, textualmente, sino present¨¢ndose a los militantes y a los compromisarios como el h¨¦roe de la trinchera medi¨¢tica frente a la indolencia de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. La sonrisa de Casado no ha sido de porcelana.

"Casado es la luminosidad frente a la oscuridad", explica el analista Ignacio Varela. "Es m¨¢s conservador que Rajoy, pero no lo parece. Su imagen moderna, joven, informal, demuestra que el continente es m¨¢s importante que el contenido. No es una renovaci¨®n de ideas, sino de formas. Y el cambio de imagen aspira a resolver los grandes problemas del PP: la competencia de Ciudadanos y la brecha generacional, porque el PP es el partido de los jubilados y necesita refrescarse.? Podr¨ªa decirse que es un h¨ªbrido facha-progre, la dureza ideol¨®gica con una apariencia simp¨¢tica que ha sabido proyectar con su carisma y su telegenia. Mitad Le Pen, mitad Macron".