La lucha por reabrir a coste cero el ¨²ltimo bar de un pueblo con 42 habitantes
El Consistorio de Esplegares (Guadalajara) ofreci¨® sin ning¨²n tipo de gasto el ¨²nico local de la aldea a quien quisiera regentarlo. Una pareja for¨¢nea fue la elegida entre 300 aspirantes
![Carlos Doncel](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F88fb828c-e310-4738-a47b-c1395f88c821.png?auth=65c89a52faf706e5ae59cae3117f54bda15b7b42d57e97167dacc71258a3dacb&width=100&height=100&smart=true)
![Fachada del ayuntamiento de Esplegares con la entrada al ¨²nico bar del pueblo al fondo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Q72266FDVHUKZHSZHY6O27CEDQ.jpg?auth=071958d9273648799aa3b730883f099534c3d0f77e5daac6f6c8278bd303258a&width=414)
En la Espa?a profunda, la de campo y aldeas vac¨ªas, un alcalde buscaba a alguien de fuera que se hiciera cargo del ¨²nico bar del pueblo. Lo ofrec¨ªa sin gastos de alquiler, luz ni agua. A la desesperada. ¡°En un lugar como este, un bar es un art¨ªculo de primera necesidad¡±, comenta. El regidor socialista, F¨¦lix Salazar, compagina su labor de agricultor con la de gestionar el d¨ªa a d¨ªa de Esplegares, una localidad de la Alcarria donde residen 42 habitantes que desde febrero hasta finales de julio no ten¨ªan donde reunirse.
¡°El pueblo solo tiene un bar que durante mucho tiempo lo llev¨® un hombre que falleci¨® el a?o pasado¡±, afirma Salazar en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S. El local, un antiguo teleclub ubicado al lado de la Casa Consistorial, era el lugar de reuni¨®n hasta hace unos meses, cuando la viuda del antiguo due?o tuvo que cerrarlo. Algunos vecinos se encargaron de mantenerlo operativo durante algunas semanas m¨¢s, pero finalmente decidieron que hab¨ªa que encontrar a alguien que se ocupara del establecimiento a largo plazo. ¡°Era el club social del pueblo. Por eso el Ayuntamiento decidi¨® correr con todos los gastos de luz, agua y cualquier aver¨ªa, y no cobrar alquiler al que quisiera reabrirlo¡±, detalla el alcalde.
Dispuestas las condiciones, solo faltaba darle publicidad al anuncio. ¡°La idea de publicar la oferta en los peri¨®dicos fue m¨ªa. Como soy periodista, pens¨¦ que tendr¨ªamos repercusi¨®n en los medios locales al menos¡±, dice Noelia L¨®pez, la promotora de esta iniciativa junto a Salazar. Y la medida surti¨® efecto. Desde que sali¨® el anuncio por primera vez en La Cr¨®nica de Guadalajara el pasado 13 de julio, recibieron algo m¨¢s de 300 llamadas de personas de todas partes dispuestas a hacerse cargo del local. ¡°Ha habido de todo. Principalmente matrimonios con hijos, la mayor¨ªa desempleados, y otros que aun teniendo trabajo quer¨ªan dar un cambio en su vida y dejar la ciudad para venir aqu¨ª¡±, cuenta la vecina esplegare?a. ¡°Aunque esto no se hace por repoblar la zona. Los que van a llevar el bar no pueden vivir aqu¨ª por ahora porque no hay ning¨²n alojamiento en todo el pueblo¡±, aclara.
A los interesados no se les pidi¨® el curr¨ªculum ni ning¨²n tipo de referencia laboral. ¡°Al final nos hemos guiado por las sensaciones. Escogimos a un matrimonio con dos hijos que creemos que puede congeniar con la gente y que se compromete a llevar el bar durante un plazo de tiempo largo¡±, relata L¨®pez.
La familia, procedente de Cabanillas del Campo, una localidad del suroeste de Guadalajara de unos 9.000 habitantes, recorre desde finales de julio los 204 kil¨®metros de ida y vuelta que separan su residencia actual del puesto de trabajo que consiguieron hace apenas un mes. ¡°Aunque su intenci¨®n es buscar algo para vivir cerca de la zona¡±, apunta el alcalde. Ahora les toca a ellos devolver la vida a esta aldea de la Alcarria que padeci¨® el "drama" de tener las puertas de su bar cerradas durante medio a?o.
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