El Gobierno se desentiende de la suerte de los 116 expulsados
El ministerio del Interior no pedir¨¢ explicaciones a Marruecos sobre el destino y trato que dar¨¢ a los devueltos de forma expr¨¦s tras haber saltado la valla de Ceuta
El Gobierno ha querido lanzar un mensaje con la decisi¨®n de expulsar en menos de 24 horas a 116 migrantes que el mi¨¦rcoles saltaron la valla de Ceuta. ¡°No vamos a consentir la inseguridad de nuestras fronteras¡±, manifest¨® ayer la vicepresidenta, Carmen Calvo, quien defendi¨® la reactivaci¨®n de un acuerdo de readmisi¨®n de extranjeros con Marruecos de hace 26 a?os. ¡°Esta no es una manera aceptable de entrar a nuestro pa¨ªs¡±, defendi¨® Calvo tras el Consejo de Ministros.
El Ministerio del Interior, responsable de la aplicaci¨®n del convenio, no pedir¨¢ explicaciones a Marruecos sobre el destino y trato que dar¨¢ a los 116 migrantes que fueron entregados a sus autoridades, seg¨²n una portavoz. El acuerdo bilateral contempla que el pa¨ªs africano env¨ªe a los expulsados ¡°lo antes posible a su Estado de origen o al Estado donde comenzaron su viaje¡±, pero establece algunas exigencias. Entre ellas, que el extranjero no ¡°corra riesgo de sufrir malos tratos en el pa¨ªs de destino¡±. Algunos especialistas rechazan considerar al reino alau¨ª un pa¨ªs seguro. ¡°Existen dudas de que en Marruecos exista un pleno reconocimiento de los derechos de migrantes y solicitantes de asilo¡±, mantiene Judith Sunderland, investigadora experta en inmigraci¨®n de la ONG Human Rights Watch.
Hace semanas que Marruecos ha vuelto a convertirse en blanco de denuncias de activistas por las redadas violentas en los barrios de Nador y T¨¢nger donde se alojan los migrantes que esperan su oportunidad para alcanzar Europa. Los relatos de los propios subsaharianos ilustran un largo viaje esposados hasta ciudades fronterizas del sur del pa¨ªs donde se les abandona a su propia suerte.
Marruecos ya ha trasladado a cerca de 1.800 personas, seg¨²n declaraciones a France Presse de un funcionario que habl¨® en nombre de las autoridades de T¨¢nger. ¡°Se desconoce cu¨¢l es el destino reservado por Marruecos para esas personas y, aunque el acuerdo no establece responsabilidad del Estado espa?ol, los tratados sobre Derechos Humanos de los que Espa?a es parte le obligan a velar por el respeto de los derechos humanos de todos ellos¡±, mantiene el abogado Hip¨®lito Granero, que apunta al ¡°oscurantismo¡± del Gobierno en sus explicaciones sobre el episodio.
¡°En la medida en que Espa?a ha aplicado jurisdicci¨®n sobre estas personas no puede desvincularse de lo que ocurra con ellas¡±, defiende Francisco Solans, letrado especialista en inmigraci¨®n. ¡°El acuerdo tiene que cumplir la normativa internacional, que proh¨ªbe la expulsi¨®n de una persona, sea o no sea solicitante de asilo, a un pa¨ªs donde pueda sufrir tratos inhumanos o degradantes. Espa?a tendr¨¢ que responder qu¨¦ pasa con estos se?ores. Si Marruecos no garantiza sus derechos es con la connivencia de Espa?a¡±.
¡°Aunque el acuerdo no establece responsabilidad del Estado espa?ol, los tratados sobre Derechos Humanos de los que Espa?a es parte le obligan a velar por el respeto de los derechos humanos de todos ellos¡±, mantiene el abogado Hip¨®lito Granero
La aplicaci¨®n del acuerdo ha levantado cr¨ªticas de abogados, especialistas de ONG y analistas. No ponen en duda la legalidad del procedimiento de devoluci¨®n, pero s¨ª cuestionan si se cumplieron las garant¨ªas que contempla la ley y si se respetaron los derechos de los migrantes en un proceso que dur¨® menos de 24 horas. Los 116 expulsados contaron con la asistencia de apenas 12 abogados de oficio convocados a toda prisa y que trabajaron toda la madrugada mientras la polic¨ªa tramitaba los expedientes de devoluci¨®n. Su protocolo contempla que se le pregunte a cada migrante si quiere solicitar asilo, pero la decana de abogados de Ceuta, Isabel Valriberas, no garantiza que se le explicara a cada uno de los interesados que tienen derecho a pedir asilo y lo que supone. ¡°Nadie sab¨ªa que se har¨ªa la devoluci¨®n, fue algo extraordinario. Normalmente, tienen ocasi¨®n de ver a su abogado m¨¢s veces y asesorarse mejor. S¨¦ que ninguno quer¨ªa ser devuelto y que todos quer¨ªan recurrir [la devoluci¨®n] y los abogados ya est¨¢n con los recursos¡±. La decana afirma que los subsaharianos no suelen pedir asilo en Ceuta. ¡°Una vez que piden el asilo los mantienen mucho tiempo aqu¨ª y para ellos Ceuta es un lugar de paso [a la Pen¨ªnsula], no quieren quedarse¡±.
Estas son, en s¨ªntesis, las opiniones de otros expertos que, advierten, no conocen del primera mano la devoluci¨®n de los 116 subsaharianos a Marruecos.
?lvaro Garc¨ªa, el presidente de la subcomisi¨®n de extranjer¨ªa del Colegio de Abogados de M¨¢laga, explica: ¡°Legal es porque el convenio de 1992 est¨¢ ah¨ª, lo que me parece raro es que en 24 horas se pueda asistir a este n¨²mero de personas. Esta semana a nosotros nos han llegado 114 en patera, llevamos dos d¨ªas asisti¨¦ndolos y todav¨ªa no hemos terminado. La polic¨ªa tiene que identificarlos a todos, tomarles las huellas, la filiaci¨®n¡ Luego est¨¢ la asistencia letrada: hay que informales de sus derechos, que sepan que pueden pedir asilo si vienen de un pa¨ªs en guerra o por otros motivos, preguntar su a?o de nacimiento, ver si son posibles v¨ªctimas de trata¡ Y la polic¨ªa tiene que hacer el expediente administrativo, notificarlo. Me parece todo muy diligente, a lo mejor han querido dar ejemplo y estaban todos muy coordinados¡±, ironiza.
Expulsi¨®n colectiva
Sunderland, de HRW, a?ade: ¡°Significa la vuelta a la legalidad frente a la pr¨¢ctica durante a?os de devoluciones en caliente. Y eso es positivo. Lo que habr¨ªa que ver es cu¨¢les han sido sus garant¨ªas efectivas, si tuvieron acceso inmediato y real a abogados, y si eran expertos en extranjer¨ªa. Luego est¨¢ qu¨¦ le espera a esta gente en Marruecos. Y un grupo tan grande que podr¨ªa constituir una expulsi¨®n colectiva, lo que ser¨ªa contrario al Convenio Europeo de Derechos Humanos. Y en Europa se habla m¨¢s y m¨¢s de este tipo de acuerdos que permiten devoluciones a terceros pa¨ªses y, en ese sentido, Espa?a manda una se?al cuando menos preocupante al utilizar este acuerdo viejo que casi no se ha utilizado¡±.
Mar¨ªa Vieyra, abogada del Servicio Jesuita de los Refugiados, que trabaja para la asesor¨ªa jur¨ªdica gratuita que prestan en Melilla, se sorprendi¨® con la medida. ¡°Todo parece indicar que, dada la premura, en la pr¨¢ctica las garant¨ªas quedaron en papel mojado. Y saltan las alarmas porque tras un toque de atenci¨®n del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que condena a Espa?a por las devoluciones en caliente, en vez de afianzar los derechos humanos se saca un acuerdo de un caj¨®n¡±.
Gemma Pinyol, directora de inmigraci¨®n de la consultora Instrategies, duda de las garant¨ªas del procedimiento. ¡°Es verdad que ha habido m¨¢s garant¨ªas que en las calientes, pero creo que no han hecho un chequeo completo¡±.
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