El abogado de Llarena cuestiona la jurisdicci¨®n belga y pide un aplazamiento

El proceso abierto en B¨¦lgica contra el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena se anticipaba largo y farragoso. Lleno de escritos de ida y vuelta. Este martes se ha escenificado el primer episodio de ese toma y daca. Una batalla judicial que se augura maratoniana. En una vista meramente procedimental que ha durado apenas unos minutos, el abogado defensor de Llarena, Hakim Boularbah, ha pedido el aplazamiento a las primeras de cambio. ¡°He solicitado que se pospusiera el caso a la audiencia del 25 de septiembre para permitir al Reino de Espa?a intervenir para defender la inmunidad de su jurisdicci¨®n y la del juez Llarena¡±, ha explicado a la salida del Palacio de Justicia de Bruselas. La entrada del edificio amaneci¨® hoy con m¨¢s de una decena de lazos amarillos colocados en solidaridad con los pol¨ªticos presos, que fueron retirados por un operario a las 8.15 de la ma?ana.

Boularbah ha asegurado que la comparecencia de Llarena en los tribunales belgas no ser¨¢ necesaria en ning¨²n momento del proceso, y ha dejado clara la principal l¨ªnea argumental de la defensa del juez espa?ol. ¡°El Reino de Espa?a y el juez Llarena contestan la jurisdicci¨®n de las Cortes y tribunales belgas¡±, ha se?alado a la salida del tribunal de justicia franc¨®fono de primera instancia. En su sala s¨¦ptima, casi llena, con los exconsejeros Toni Com¨ªn y Llu¨ªs Puig entre el p¨²blico pero no el expresidente Carles Puigdemont, se ha celebrado la vista. Es la primera sobre Llarena desde que hace tres meses los exmiembros de la Generalitat huidos presentaran una demanda civil por unas declaraciones p¨²blicas del juez que consideran vulnera su derecho a un juicio justo y a la presunci¨®n de inocencia.

La defensa de Llarena ha pedido que el asunto sea analizado por un tribunal de tres jueces, en lugar de uno como es habitual, por ser "un caso excepcional". Gonzalo Boye, parte del equipo legal de Puigdemont y los exconsejeros, ha aceptado tanto el aplazamiento como la decisi¨®n de pedir tres magistrados, y ha advertido de que pasar¨¢n meses antes de tener un pronunciamiento sobre las motivaciones de la demanda. "Hoy era una audiencia procedimental. Se hab¨ªa instalado la idea de que hoy iba a haber una decisi¨®n sobre el fondo del tema. Eso no es as¨ª y no va a ser as¨ª en mucho tiempo", ha avisado. El abogado de Llarena tendr¨¢ as¨ª tres semanas para justificar la personaci¨®n de Espa?a en la causa, y a partir de ah¨ª se fijar¨¢ la agenda para que se presenten las conclusiones escritas antes de convocar una vista oral.

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Boye ha resaltado tambi¨¦n el clima de libertad que respira en B¨¦lgica en contraposici¨®n con la situaci¨®n que, seg¨²n denuncian, sufren en Espa?a. "Hemos podido ejercer el derecho de defensa en plena libertad sin las coacciones, insultos y vejaciones que sufrimos en Espa?a". El letrado cree que han podido preparar el caso mejor que sus rivales, dado que han tenido meses para estudiarlo, mientras que los abogados de Llarena solo han dispuesto de d¨ªas para analizarlo. Adem¨¢s, ha explicado que ya han subsanado el error de traducci¨®n, y le ha restado importancia. Christophe Marchand, otro de los letrados del equipo de Puigdemont, ha se?alado que han realizado una nueva traducci¨®n jurada y se la han remitido a la defensa del juez Llarena.

Puigdemont y los exconsejeros pretenden que el juez que les ha investigado por rebeli¨®n sea condenado a indemnizarles con un euro simb¨®lico por su supuesta falta de imparcialidad, aunque m¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n econ¨®mica, la victoria en los tribunales que busca el independentismo es de car¨¢cter pol¨ªtica y judicial.

El Gobierno espa?ol anunci¨® el pasado jueves que iba a destinar m¨¢s de medio mill¨®n de euros para contratar los servicios del bufete belga Liederkeke, del que forma parte Boularbah. Ambas partes son viejos conocidos, y mantienen una buena relaci¨®n. Marchand, letrado de Puigdemont, incluso reconoci¨® que en caso de que necesitara un abogado alg¨²n d¨ªa para s¨ª mismo, no dudar¨ªa en recurrir a Boularbah.