Esturiones arrollados por los coches
Una riada en Riofr¨ªo (Granada) arrasa veh¨ªculos que destrozan una piscifactor¨ªa de esturiones
Este domingo a mediod¨ªa habr¨¢ misa, restaurantes y caviar en Riofr¨ªo. Y lo del caviar no es porque sean tiempos de celebraci¨®n. Al contrario, esta localidad granadina, que tiene una de las pocas piscifactor¨ªas que producen caviar de esturi¨®n en Espa?a, ha sido arrasada este viernes por una riada que ha dejado el centro del pueblo con un panorama de barro y lodo que todo lo inunda. Pero para el domingo, todos se han puesto para intentar recuperar cierta normalidad.
All¨ª est¨¢ el s¨¢bado por la ma?ana el cura mientras saca todos los enseres de la iglesia y les pasa la manguera. Un poco m¨¢s abajo anda para arriba y para abajo Paco Rama, due?o del restaurante con su nombre. Rama, apoyado en un grupo de al menos 20 personas que se afana por vaciar un almac¨¦n en el que el agua ha llegado a dos metros de altura. "No s¨¦ si podr¨¦ abrir hoy, pero ma?ana, seguro que s¨ª", dice Rama. Y m¨¢s all¨¢, a las afueras del pueblo supervisa Alberto Domezain, director de producci¨®n de la empresa Caviar de Riofr¨ªo, las tareas de desbroce de su piscifactor¨ªa, arrasada por la riada.
Domezain tiene ante s¨ª la tarea m¨¢s dif¨ªcil. La vuelta a la vida ordinaria del cura y el restaurador es, seguro, mucho m¨¢s sencilla que la suya y que la de sus esturiones. Eran poco m¨¢s de las 15.00 cuando una tormenta de 15 minutos caus¨® el desastre. La lluvia llen¨® el cauce del arroyo Salado y el agua cogi¨® velocidad. Al llegar al puente del centro del pueblo, las ramas y la broza arrastradas impidieron el paso del agua por el ojo del puente. El agua salt¨® el pretil y entr¨® en el pueblo. Comenz¨® el caos y unos 30 veh¨ªculos empezaron a bailar con destino desconocido. Algunos aparecieron en las piscifactor¨ªas de Caviar de Riofr¨ªo, medio kil¨®metro m¨¢s debajo de donde estaban aparcados.
El da?o en la piscifactor¨ªa ha sido importante. Domezain explica que sab¨ªan que se aproximaba una tormenta ¡°pero nos cay¨® la de Dios es Cristo, no esper¨¢bamos algo tan grande. Ten¨ªamos las medidas de defensa operativas. La esclusa de entrada del agua del r¨ªo a las instalaciones la ten¨ªamos cerrada¡±, explica. Este responsable de la piscifactor¨ªa cuenta que no fue el agua el que los ha tumbado: "Han sido los coches. Objetos de 1.500 kilos que al venir con la fuerza del agua arrancaron los muros de defensa¡±.
El agua contenida en las aproximadamente 40 piscinas salt¨® sus propios muros y comenz¨® a correr¡ y con ella los esturiones. Cientos de ellos, en edad propicia para la producci¨®n de caviar, han aparecido en los campos aleda?os. La brutalidad del agua fue tal que algunos han llegado incluso a Venta de Santa B¨¢rbara, a casi cuatro kil¨®metros del lugar.
Domezain mantiene la confianza en sus instalaciones, ahora con un denso color marr¨®n de barro y que en la ma?ana del s¨¢bado eran limpiadas de broza, ca?as y ramas llegadas desde no se sabe d¨®nde. El responsable de producci¨®n de caviar insiste en que no todos los esturiones se han perdido. ¡°Muchos han resistido y los tenemos aqu¨ª, bajo esa capa de agua embarrada. Esa es nuestra tarea ahora, conseguir mantener vivos a los que nos quedan y devolver todo a su estado original¡±. Afortunadamente para la empresa, que emplea a 15 personas, la campa?a de Navidad est¨¢ salvada. ¡°Ten¨ªamos el 90% de la producci¨®n de caviar ya preparada para su venta y la zona de c¨¢maras no est¨¢ afectada¡±, a?ade el empresario.
Este tipo de desastres nunca llega en buen momento pero para esta empresa menos. Fundada por el actual director de producci¨®n y su hermano, fue vendida a un empresario finland¨¦s hace alg¨²n tiempo. ?ste la ha puesto en venta y ya ten¨ªa un comprador que, parece seg¨²n cuentan desde la empresa, no se ha echado atr¨¢s con la riada.
Mientras, m¨¢s arriba, en el centro del pueblo, bomberos, personal del servicio de emergencias 112 y seis u ocho excavadoras trabajaban a muchas revoluciones durante el s¨¢bado para sacar el barro fuera de las calles. Riofr¨ªo est¨¢ en una vaguada y no es la primera vez que una riada lo arrasa. ¡°Pero nunca ha sido tan fuerte¡±, cuenta Paco Rama, el restaurador, que hace recuento de los negocios afectados: ¡°Tres restaurantes en esta plaza y uno a unos cien metros, que ese s¨ª est¨¢ bien fastidiado¡±. Y junto a estos negocios, la riada ha dejado su huella en el consultorio m¨¦dico local, que pasar¨¢ alg¨²n tiempo antes de poder ser usado de nuevo, o los garajes y viviendas. O el puente romano, llamado as¨ª pese a que es del siglo XV, seriamente deteriorado.
Una tarea urgente ahora es tambi¨¦n la b¨²squeda y rescate de veh¨ªculos. Rama dice que a mediod¨ªa del s¨¢bado a¨²n hay gente que no ha encontrado su veh¨ªculo. Un camarero de su restaurante encontr¨® su veh¨ªculo horas despu¨¦s a cientos de metros y encajado en el barro. Y al desastre econ¨®mico, hay que a?adir el sentimental. Beatriz vive en Loja, a unos kil¨®metros de Riofr¨ªo, pero suele venir los s¨¢bados con la ma?ana con su hija peque?a ¡°a desayunar aqu¨ª y dar un paseo por el lugar, un sitio id¨ªlico aunque hoy no lo parezca¡±. La ni?a quer¨ªa venir esta ma?ana, dice Beatriz, ¡°pero hemos tenido que decirle que no, que hoy no era el d¨ªa¡±. La determinaci¨®n de los lugare?os har¨¢ que, posiblemente, el pr¨®ximo s¨¢bado s¨ª lo sea.
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