La consigna de Pedro S¨¢nchez: resistir un a?o m¨¢s
El presidente evoca su trayectoria de supervivencia pol¨ªtica para animar al Gobierno a ignorar los ataques
La l¨ªnea roja est¨¢ en tres. Si con Carmen Mont¨®n ya algunos en el Gobierno pensaron que Pedro S¨¢nchez no pod¨ªa asumir dos dimisiones en 100 d¨ªas, esta vez todos en el Ejecutivo y en el entorno del presidente tienen claro que tres en menos de 120 d¨ªas es algo inviable. Una dimisi¨®n m¨¢s consolidar¨ªa la imagen que quiere trasladar la oposici¨®n, esto es de un Gobierno en descomposici¨®n. Desde EE UU S¨¢nchez ha hablado a diario con su equipo de confianza y con varios ministros, en especial los dos m¨¢s expuestos ¡ªDolores Delgado y Pedro Duque¡ª para trasladarles una idea que recorre toda su inaudita carrera pol¨ªtica: resistir es vencer, la frase que repet¨ªa Juan Negr¨ªn y Camilo Jos¨¦ Cela reconvirti¨® en su conocido "en Espa?a, el que resiste, gana".
S¨¢nchez, sin embargo, no cree en el concepto de resistencia de Mariano Rajoy, que tan buenos resultados le dio hasta que un d¨ªa acab¨® con ¨¦l. Si el presidente del PP confiaba solo en el paso del tiempo hasta agotar a sus adversarios, el socialista y su equipo estrat¨¦gico, dirigido por Iv¨¢n Redondo, su jefe de Gabinete, creen en la acci¨®n para ocupar todo el espacio y dominar la agenda, aunque eso a veces provoque precipitaci¨®n y errores. Por eso S¨¢nchez, que en su trayectoria ha mostrado habilidad para sacar provecho de los ataques ¡ªsu victoria en las ¨²ltimas primarias tiene mucho que ver con su imagen de hombre de las bases defenestrado por la c¨²pula socialista¡ª lanza ahora a su Gobierno a la ofensiva con la idea de que esta vez resistir es vencer. Pero no qued¨¢ndose quieto, sino tratando de convencer a la izquierda de que el Ejecutivo vive un acoso por parte de una derecha que no asume haber perdido el poder y, sobre todo, llenando la agenda con medidas progresistas, que es donde realmente se siente c¨®modo.
"No es resistir, es avanzar, tomamos medidas y tenemos apoyo parlamentario, ganamos votaciones, hacemos acuerdos, y eso es lo que desespera a la oposici¨®n. Tomamos decisiones para bajar la luz, para actualizar las pensiones, para resolver las VTC. Avanzamos. Incluso los independentistas catalanes est¨¢n por la labor de aguantar la legislatura. Y con el ataque de la derecha a¨²n m¨¢s", matizan en el Gobierno. No solo hay medidas econ¨®micas. Tambi¨¦n gestos para ocupar la agenda y responder a las pol¨¦micas, como la decisi¨®n de hacer p¨²blicos, el s¨¢bado, los datos de bienes de todos los altos cargos.
S¨¢nchez est¨¢ aprovechando su propia trayectoria para defender esa narrativa de la resistencia, en la que conf¨ªa ciegamente. El viernes, en la Universidad del Sur de California, en Los ?ngeles, fue presentado al p¨²blico como un h¨¦roe que decidi¨® dejar su esca?o y viajar por toda Espa?a para recuperar el poder desde las bases. ?l, feliz con esa imagen de superviviente que ha repetido en todas sus charlas en el viaje a EE UU, incluso dice que es como muchos otros espa?oles que cayeron en la crisis econ¨®mica y despu¨¦s supieron levantarse. "Yo he pensado en abandonar, pero hoy miro atr¨¢s y veo que la lucha mereci¨® la pena", dijo a los estudiantes. Incluso tira del ex primer ministro italiano Giulio Andreotti y su idea de que el poder desgasta, pero sobre todo a la oposici¨®n que no lo tiene.
En La Moncloa admiten que la tormenta es muy fuerte. El riesgo es que alguno de los ministros que est¨¢ bajo el fuego de la oposici¨®n tire la toalla. Sobre todo personas con el perfil de Delgado o Duque, que no son pol¨ªticos con resistencia sino profesionales reci¨¦n llegados a este mundo. Pero S¨¢nchez y su equipo tratan de frenarlos a ellos y a otros que puedan verse salpicados por m¨¢s pol¨¦micas ¡ªlos ministros est¨¢n muy nerviosos pensando qui¨¦n ser¨¢ el siguiente y revisando todos sus posibles puntos d¨¦biles¡ª con la idea de que hay que aguantar porque el tiempo juega a su favor.
El ¡®caso Duque¡¯ reduce las explicaciones a la prensa
Pedro S¨¢nchez se ha mostrado muy tranquilo durante todo el viaje en Canad¨¢ y EE UU. Mientras en Espa?a la tormenta crec¨ªa, ¨¦l manten¨ªa su agenda de discursos sobre cambio clim¨¢tico, innovaci¨®n, multilateralismo, visi¨®n positiva de la inmigraci¨®n, asuntos en los que se mueve sin problemas. As¨ª trata de reforzar la imagen de l¨ªder progresista que le dio fuera de Espa?a la formaci¨®n de su Gobierno con m¨¢s mujeres que hombres y la acogida del Aquarius. Para S¨¢nchez, cada d¨ªa en La Moncloa es d¨ªa ganado para el Gobierno y perdido para la oposici¨®n. El CIS le confirma esta idea con una valoraci¨®n del presidente que supera a la de todos sus rivales, algo que no suced¨ªa con Rajoy.
Sin embargo, el recrudecimiento de la crisis ya ha tenido algunas consecuencias. El presidente ha decidido limitar su exposici¨®n a las preguntas de la prensa, en especial despu¨¦s de que se destapara el caso de la empresa patrimonial de Pedro Duque. En la primera parte del viaje a Canad¨¢ y EE UU s¨ª hubo dos comparecencias con preguntas y un encuentro informal con los periodistas, lo habitual en estos viajes. Pero desde que salt¨® el caso de Duque, S¨¢nchez no contest¨® a m¨¢s preguntas en p¨²blico. En California se limit¨® a los discursos sin hacer el habitual balance del viaje ante la prensa.
El presidente evit¨® as¨ª hablar de la sociedad de Duque y de la frase que ¨¦l pronunci¨® hace tres a?os sobre las sociedades interpuestas y su incompatibilidad con seguir en pol¨ªtica. En el Gobierno se?alan que ¨¦l no se refer¨ªa a algo como lo de Duque, sino a empresas para ocultar patrimonio, pero en cualquier caso el presidente ha evitado de momento tener que dar esa explicaci¨®n.
El presidente est¨¢ convencido de que la oposici¨®n quiere derribarlo ahora porque maneja encuestas parecidas a las que tienen ellos y sabe que se est¨¢ consolidando un bloque de centro izquierda, en el que el PSOE y Podemos ya no compiten tanto como antes. Al rev¨¦s, pueden ser complementarios en muchas comunidades y dominar casi todo el poder en Espa?a en 2019. El PP y Ciudadanos, en su guerra por controlar el espacio de la derecha y frenar a Vox, cada vez m¨¢s fuerte, se est¨¢n anulando y no logran recuperar posiciones ni siquiera pese a las p¨¦simas noticias para el Gobierno de las ¨²ltimas tres semanas, seg¨²n la visi¨®n del Ejecutivo.
La Moncloa est¨¢ convencida de que la oposici¨®n se equivoca al jug¨¢rselo todo a la carta de elecciones ya, que es una baza perdedora con el resistente S¨¢nchez. El Gobierno cree que al PP y Ciudadanos les va a costar m¨¢s de lo que piensan justificar que est¨¢n bloqueando la llegada de 6.000 millones m¨¢s para gasto social pactados con la Comisi¨®n Europea.
El escenario ideal que maneja La Moncloa, y que a¨²n ahora ven muy factible, incluye una victoria clara del PSOE en las andaluzas, un ¨¦xito notable del centro izquierda en las auton¨®micas y municipales de mayo de 2019, que llevar¨ªa a ocupar un poder in¨¦dito si finalmente ganase tambi¨¦n la Comunidad de Madrid, para afrontar desde ah¨ª con muchas m¨¢s garant¨ªas unas elecciones generales que podr¨ªan ser en oto?o de 2019. Por eso creen que la oposici¨®n est¨¢ apretando ahora, antes de que se refuerce esa tendencia de consolidaci¨®n del centro izquierda.
S¨¢nchez ni se plantea adelantar antes de oto?o de 2019 ¡ªen realidad ¨¦l insiste en que quiere llegar a 2020¡ª y en cualquier caso nunca lo har¨ªa por presi¨®n de la oposici¨®n sino si los independentistas catalanes bloquearan todo. Solo ah¨ª se podr¨ªa estudiar un adelanto a marzo o fusionar las generales en un superdomingo con las auton¨®micas y municipales, algo que no le gusta ni a La Moncloa ni a los barones socialistas.
Hay otro elemento importante para no adelantar. S¨¢nchez est¨¢ muy c¨®modo con un Gobierno monocolor. El presidente hace y deshace a su antojo en el Consejo de Ministros, toma y anuncia en soledad y cuando quiere todas las decisiones impactantes, como la acogida del Aquarius o la exhumaci¨®n de Franco. Se lleva los m¨¦ritos y consolida su imagen, tambi¨¦n en los viajes como el de Canad¨¢ y EE UU. Pero si hay elecciones, esta anomal¨ªa se acab¨®: Pablo Iglesias, gracias a sus esca?os, pedir¨¢ la vicepresidencia y varios ministerios. Una investidura es muy diferente a una moci¨®n de censura, y S¨¢nchez tiene asumido que lo que viene es un Gobierno de coalici¨®n cl¨¢sico con sus problemas y repartiendo el protagonismo y las decisiones. Por eso, tambi¨¦n, lo retrasar¨¢ mientras pueda. Todos los caminos conducen pues al mismo punto para el Ejecutivo "de granito" que describi¨® la portavoz, Isabel Cela¨¢: resistir, una vez m¨¢s, es vencer.
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