92 presos de ETA dan pasos para optar al acercamiento
Los reclusos piden ser clasificados en segundo grado penitenciario, lo que les permitir¨ªa disfrutar tambi¨¦n de permisos
La disoluci¨®n de ETA y el cambio de la pol¨ªtica penitenciaria del Gobierno tras la llegada de Pedro S¨¢nchez a La Moncloa se ha visto acompa?ada por la decisi¨®n de 92 presos de la organizaci¨®n terrorista de solicitar formalmente al Ministerio del Interior un cambio en su situaci¨®n en prisi¨®n. Todos ellos han remitido escritos en los ¨²ltimos nueve meses para reclamar ser clasificados en segundo grado, seg¨²n confirman fuentes penitenciarias. El cambio les permitir¨ªa disfrutar de permisos y optar a ser acercados a prisiones pr¨®ximas al Pa¨ªs Vasco.
En la actualidad, hay 234 presos de ETA en c¨¢rceles espa?olas, despu¨¦s de que el pasado martes el juez de la Audiencia Nacional Diego de Gea ordenara el ingreso en prisi¨®n sin fianza de Carlos Apeztegia, un exrecluso de la banda que llevaba en libertad desde 2013 y que fue detenido por haber facilitado presuntamente datos de objetivos a un comando durante su estancia entre rejas. Adem¨¢s, hay otros 48 etarras en c¨¢rceles francesas y uno m¨¢s en una prisi¨®n de Portugal.?De los recluidos en Espa?a, solo dos est¨¢n en el tercer grado penitenciario o de semilibertad. Se trata de la pareja formada por Olga Sanz Mart¨ªn y Javier Moreno Ramajo, desvinculados hace tiempo de la disciplina de la organizaci¨®n terrorista y a los que Interior traslad¨® a comienzos de agosto a la prisi¨®n de Basauri, en Bizkaia. En segundo grado est¨¢n otros 19. Seis m¨¢s est¨¢n pendientes de clasificar por encontrarse a¨²n en prisi¨®n preventiva.
Los 206 restantes est¨¢n clasificados en primer grado penitenciario, el m¨¢s duro, que les impide disfrutar de beneficios como los permisos de salida o un destino laboral dentro de la c¨¢rcel. Los 92 reclusos que han solicitado desde febrero la progresi¨®n de grado tras acogerse al art¨ªculo 105 del Reglamento Penitenciario pertenecen a este grupo. Fuentes de Interior califican esta cifra de ¡°muy positiva¡± ya que significa que un 45% del grupo de reclusos ha aceptado la legislaci¨®n penitenciaria, algo que hasta hace poco m¨¢s de un a?o era impensable ya que las directrices del colectivo de presos de la banda (EPPK, en sus siglas en euskera) lo prohib¨ªan tajantemente. Aquella situaci¨®n cambi¨® en julio de 2017, tras un debate interno en el seno del EPPK que concluy¨® con la autorizaci¨®n de la organizaci¨®n para que cada preso explorase aquellas posibilidades que le ofrece la v¨ªa jur¨ªdica para lograr su excarcelaci¨®n.
La respuesta de Instituciones Penitenciarias ha sido hasta el momento la de rechazar todas las analizadas, lo que ha llevado a medio centenar de estos reclusos a presentar un recurso ante el juez central de Vigilancia Penitenciaria, Jos¨¦ Luis Castro. Seg¨²n un estudio publicado el pasado septiembre por el Foro Social para Impulsar el Proceso de Paz ¡ªun movimiento social vasco defensor de las reivindicaciones de los presos¡ª el magistrado ha rechazado 44 de ellos y solo ha admitido dos. Entre los argumentos esgrimidos para rechazar la mayor¨ªa se encuentran que los reclusos no hubieran mostrado ¡°la m¨¢s m¨ªnima se?al de arrepentimiento¡±, la elevada pena impuesta y ¡°el pron¨®stico de reincidencia alto¡± recogido en los informes de Prisiones.
De los tres presos que el departamento de Fernando Grande-Marlaska ha acercado hasta ahora dentro de la nueva pol¨ªtica penitenciaria, uno estaba clasificado en primer grado. Se trataba de Kepa Arronategi, cuyo traslado se adopt¨® por su precario estado de salud. Los otros dos ¡ªMarta Igarriz y Jaboga Cod¨®¡ª hab¨ªan conseguido, precisamente, ser clasificados en segundo grado tras solicitarlo formalmente en las c¨¢rceles donde estaban recluidos. A ambos, Instituciones Penitenciarias se lo neg¨® en primera instancia, pero el juez Castro revoc¨® dicha decisi¨®n tras los recursos presentados por los dos presos.
Arrepentimiento
En el caso de Igarriz, el magistrado tuvo en cuenta que el educador de la prisi¨®n de Castell¨®n donde estaba ingresado hab¨ªa detallado en un informe que en sus conversaciones mostraba signos de arrepentimiento. Cod¨® envi¨® al juez una carta en la que renunciaba "a la utilizaci¨®n de la lucha armada en el futuro" y aseguraba que "nadie es ajeno al dolor, ni al sufrido, ni al causado y penalmente lo estoy pagando".
Pese a la negativa inicial a mejorar su situaci¨®n penitenciaria, Interior s¨ª valor¨® la decisi¨®n de ambos de pedir ser clasificados en segundo grado cuando estudi¨® sus casos para acercarlos a c¨¢rceles pr¨®ximas al Pa¨ªs Vasco ¡ªambos han sido recluidos en la prisi¨®n de Logro?o¡ª. No obstante, fuentes del ministerio insisten en que no es el ¨²nico factor que se tiene en cuenta para acordar los traslados y que tambi¨¦n se analizan la pena que les queda por cumplir, la ausencia de delitos de sangre o si muestran arrepentimiento.
Francia tiene ya en c¨¢rceles pr¨®ximas a m¨¢s de la mitad
Mientras Espa?a solo ha acercado a tres de sus 234 presos de ETA, Francia ha trasladado a las dos c¨¢rceles m¨¢s pr¨®ximas al Pa¨ªs Vasco a 27 de sus 48 reclusos etarras. Todo ello desde comienzo de a?o, cuando el Gobierno de Emmanuel Macron puso en marcha una nueva pol¨ªtica penitenciaria que inclu¨ªa acercar a aquellos etarras a punto de cumplir sus condenas y que no estuvieran reclamados por la justicia espa?ola. Los dos ¨²ltimos trasladados se produjeron ayer, seg¨²n inform¨® Etxerat, la asociaci¨®n de familiares de presos. Zigor Merodio y Jon Rubenach pasaron del centro penitenciario de Saint Martin de R¨¦ (a 550 kil¨®metros de la frontera) al de Mont de Marsan (a 234). Esta ¨²ltima prisi¨®n acoge ya a 14 etarras. La otra c¨¢rcel es la de Lannemezan (a 330 kil¨®metros), donde hay 13 miembros de la organizaci¨®n. La cifra podr¨ªa ser mayor, pero ninguno de estos centros tiene m¨®dulo de mujeres, lo que ha obligado a Par¨ªs a mantener en c¨¢rceles alejadas a las 10 presas de ETA que custodia.
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