Mar¨ªa Teresa Revilla: ¡°Me abstuve en la sucesi¨®n de la Corona... y en 1982 no repet¨ª en las listas¡±

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La Casa del Rey avis¨® a UCD del problema que era eliminar la prevalencia del var¨®n

Se considera de Valladolid aunque naci¨® en Tetu¨¢n en 1936. Teresa Revilla fue la ¨²nica mujer entre los 39 miembros de la comisi¨®n que elabor¨® la Norma Fundamental en el Congreso de los Diputados. Pudo haber sido la ¡°madre¡± de la Constituci¨®n, pero al final la comisi¨®n eligi¨®, muy pactados, a siete hombres para escribir el primer proyecto de la Ley de leyes. Revilla cree, 40 a?os despu¨¦s, que entonces no estaba suficientemente preparada para entrar en ese exclusivo club. Lleg¨® desde la universidad a la pol¨ªtica y a UCD (Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico) en 1977 por su condici¨®n femenina. Su corta etapa en las Cortes qued¨® marcada por su defensa de la igualdad de derechos plasmada en el art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n. Result¨® demasiado independiente para aquellos tiempos. Hoy mantiene el escepticismo respecto a los partidos pol¨ªticos y a las carencias del sistema.

Pregunta.?Usted fue la ¨²nica mujer entre los 39 miembros de la comisi¨®n de la que salieron luego los llamados siete padres de la Constituci¨®n. ?No hubiera sido l¨®gico que hubiese formado parte de ese exclusivo club, aunque fuese solo por cuota, y se convirtiese en la "madre" de la Constituci¨®n?

Respuesta. Yo ten¨ªa experiencia jur¨ªdica como mis compa?eros pero la est¨¦tica que ahora nos gusta entonces no se ten¨ªa. Yo trabaj¨¦ en la comisi¨®n y procur¨¦ estar a la altura de todos, pero entonces las mujeres no contaban, eso era la pura verdad. ?ramos pocas alumnas en la universidad, fuimos pocas diputadas y senadoras. Llam¨¦ a Calvo Sotelo, al que no conoc¨ªa, y le dije que no pod¨ªa ser que en la comisi¨®n no hubiera una mujer. Y el hombre fue amable y acept¨® mi puesto.

P.?En 1978 hab¨ªa 27 parlamentarias, 21 diputadas y seis senadoras, en aquellas Cortes constituyentes con 700 componentes. ?Se sent¨ªan como bichos raros, en franca minor¨ªa? ?Hab¨ªa discriminaci¨®n y machismo entre sus compa?eros?

R. Absolutamente ¨¦ramos bichos raros. Pero yo nunca sent¨ª personalmente ninguna discriminaci¨®n y desde luego no nos hubi¨¦ramos dejado tampoco. Me acuerdo que los primeros d¨ªas, cuando iban a comenzar las sesiones, yo vi a un grupo de hombres y pas¨¦ por su lado y o¨ª claro lo que estaban diciendo se?alando a otro grupo de diputadas que estaban un poco m¨¢s lejos: ¡°Ya est¨¢n las gallinas en el corral¡±. Pues efectivamente. Yo se lo coment¨¦ a todas ellas y esto nos hizo ver un poco la situaci¨®n.

P. Cuando se debati¨® el art¨ªculo 14 en el que se establec¨ªa que todos los espa?oles son iguales ante la ley sin discriminaci¨®n alguna, tampoco de sexo, ?hubo alg¨²n problema?

R. No hubo ning¨²n problema ni enmienda. Todos estuvimos de acuerdo. Tanto es as¨ª que nadie hablaba del asunto y entonces le ped¨ª al presidente decir unas palabras porque me consideraba obligada puesto que para las mujeres era lo m¨¢s importante. Yo cuando termin¨¦ mi carrera no pude hacer las oposiciones, que es lo que quer¨ªa. Encontr¨¦ un trabajo y por ser abogada no me lo dieron. En fin, que las mujeres nos encontr¨¢bamos muy limitadas, por eso quise hablar.

P.?En la votaci¨®n del art¨ªculo 57.1 que regula la sucesi¨®n de la Corona usted rompi¨® la unanimidad prevista y se desmarc¨® en aquel momento, hace 40 a?os, de la directriz de su grupo, la UCD, para abstenerse como muestra de cierto disgusto feminista ante la preferencia marcada en el orden de la sucesi¨®n para los varones sobre las mujeres. ?Tuvo presiones en su grupo para no desmarcarse? ?O de la Casa Real?

R. Yo present¨¦ una enmienda porque para m¨ª era inconcebible que si en el art¨ªculo 14 se dice que todos los espa?oles eran iguales sin distinci¨®n, despu¨¦s se prefiera el var¨®n para la sucesi¨®n de la Corona. Eso era una incoherencia y una incongruencia. Prepar¨¦ una enmienda y la present¨¦. Y entonces mi grupo trat¨® de convencerme de lo que significaba ese momento, pero soy una persona testaruda cuando comprendo que tengo raz¨®n y para m¨ª no hab¨ªa momento ninguno.

¡°Trabaj¨¦ en la comisi¨®n y procur¨¦ estar a la altura, pero entonces las mujeres no contaban, es la verdad¡±

P.??Es verdad que quiso intervenir entonces para explicar su posici¨®n y otro diputado se lo impidi¨® porque no se permit¨ªa entonces explicar el voto individual? ?C¨®mo reaccion¨®?

R. As¨ª fue y, claro, despu¨¦s en el a?o 1982 ya no repet¨ª en las listas porque no me pusieron. Dentro de mi entusiasmo era muy ingenua. Yo cre¨ªa en una democracia a la europea, con controles, equilibrios, donde un diputado pod¨ªa ser independiente, hablar. Yo llegu¨¦ a votar una propuesta con Miquel Roca Junyent y no con la UCD y fui la ¨²nica que me levant¨¦ en contra de lo que dec¨ªa mi partido. Luego fui presidenta de la comisi¨®n de Cultura, cambi¨® el ministro, vino el nuevo a presentarse y antes de que yo hubiera iniciado la sesi¨®n el se?or ministro tom¨® la palabra y claro yo, que consideraba muy importante haber sido elegida diputada por el pueblo, y le dije: ¡°Se?or ministro, le ruego que se calle, yo no le he dado la palabra¡±. ?Cu¨¢nto dur¨¦ en seguir siendo presidenta de la comisi¨®n? Creo que ni un mes. Yo ten¨ªa ideas propias.

P. Me han contado que su compa?era entonces de UCD, Soledad Becerril, intent¨® convencerla persistentemente para que no se abstuviera y entendiera las razones de Estado de esa unanimidad?

R. S¨ª. Ese fin de semana yo me march¨¦ de vacaciones a mi casa en Valladolid, pero me llam¨® Soledad Becerril para decirme que no era conveniente esa enmienda y que deb¨ªa retirarla. Se lo dije a mi marido y me aconsej¨® retirarla porque ¨¦l tambi¨¦n estaba harto.

P. Ha habido muchos cambios sociales fundamentales en estos a?os, especialmente para las mujeres. ?Qu¨¦ echa a¨²n en falta?

R. Yo luch¨¦ por ser un diputado m¨¢s. Y es lo que aconsejaba a mis compa?eras. Y mi entusiasmo por la democracia de entonces... pues tengo ahora mucha decepci¨®n. Y hay cosas en la Constituci¨®n que deber¨ªan cambiarse como la falta de independencia entre los poderes. O la ley electoral heredada de la Ley de Reforma Pol¨ªtica porque mantiene las listas de los partidos cerradas y se pone a los que menos lata dan y no a los que tienen m¨¢s cualidades.