Interior investiga a dos funcionarios de prisiones por dar una paliza a un recluso
Instituciones Penitenciarias remite a un juzgado de Betanzos las im¨¢genes grabadas por las c¨¢maras de la c¨¢rcel de Teixeiro del suceso
El Ministerio del Interior ha remitido a un juzgado de Betanzos (A Coru?a) las conclusiones de una investigaci¨®n abierta el pasado octubre a dos funcionarios de la c¨¢rcel de Teixeiro por la utilizaci¨®n ¡°desmedida¡± de la violencia con un preso. La documentaci¨®n enviada incluye un v¨ªdeo grabado por las c¨¢maras de la prisi¨®n en el que se observa a los dos trabajadores golpear con una porra al recluso en las piernas y el cuello sin motivo aparente. Instituciones Penitenciarias confirma a EL PA?S la existencia de la investigaci¨®n interna.
El suceso se produjo sobre las 10.45 del pasado 10 de octubre en la primera planta del m¨®dulo 13 de la prisi¨®n coru?esa cuando solo quedaba en su celda H. B. B., un preso condenado por robos con fuerza, usurpaci¨®n y hurtos, entre otros delitos, y al que la direcci¨®n del centro tiene clasificado en primer grado penitenciario ¡ªel m¨¢s duro¡ª por su mal comportamiento. Seg¨²n detallan fuentes penitenciarias, a esa hora cinco funcionarios acudieron al m¨®dulo para practicar el cacheo del recluso y el registro de la celda que se realiza diariamente a este tipo de presos antes de que salgan al patio.
En las im¨¢genes ahora enviadas por Instituciones Penitenciarias a la titular del Juzgado de Instrucci¨®n 4 de Betanzos, Emma Mourenza, se observa como el recluso sale de su celda y se deja cachear sin ofrecer resistencia. Incluso, c¨®mo deja en el suelo un objeto que lleva en la mano y entrega el abrigo que porta para, a continuaci¨®n descalzarse, quitarse los calcetines y mostrar las plantas de los pies a instancias de los funcionarios de prisiones, que en todo momento lo rodean. Una vez terminado el cacheo, el recluso se traslada a la pared del m¨®dulo situada justo enfrente de su celda para, como se?ala el protocolo de seguridad, que pueda observar el registro de la misma.
En ese momento comienza el incidente. Las fuentes consultadas aseguran que en ese instante el recluso est¨¢ rodeado por cuatro funcionarios y que el que se sit¨²a frente a ¨¦l coloca la defensa de goma que porta en el pecho del preso. Comienza as¨ª a dar a H. B. reiterados golpes en el pecho, mientras otro, que se ha situado en el costado derecho del interno, hace movimientos que parecen indicar que tambi¨¦n lo golpea. Instantes despu¨¦s, el primer funcionario golpea al recluso con fuerza dos veces en las piernas con la defensa de goma a la altura de las rodillas. Seg¨²n se justific¨® despu¨¦s ante sus superiores, lo hizo para que el interno se arrodillase ya que aseguraba que le hab¨ªa visto hacer un movimiento ¡°raro¡± y que portaba un objeto en la mano.
Inexactitudes en los partes del incidente
Los partes redactados por los funcionarios implicados en el suceso recogen que el recluso dej¨® inconsciente a uno de ellos de un pu?etazo, y que sus compa?eros decidieron ¡°retroceder¡± y evacuarlo cuando a¨²n estaba sin conocimiento. En las im¨¢genes, se observa el golpe y como el trabajador cae al suelo. Sin embargo, se ve c¨®mo los cinco funcionarios abandonan por su propio pie el m¨®dulo, destacan las fuentes consultadas.
Las lesiones que H. B. provoc¨® a dos funcionarios ¡ªuno sufri¨® fractura de la mand¨ªbula¡ª fue esgrimido al d¨ªa siguiente por los sindicatos para denunciar "la lamentable situaci¨®n laboral y de riesgo personal" en la que trabajan. La direcci¨®n del centro envi¨® entonces al juzgado de guardia el parte de las lesiones de los funcionarios y la magistrada abri¨® unas diligencias en las que, hasta ahora, s¨®lo se investigaba al recluso.
Golpe en el cuello
En los segundos siguientes, el recluso intenta protegerse y, al girarse, es de nuevo golpeado violentamente por el mismo funcionario con la defensa, en este caso en el cuello. A continuaci¨®n, H. B. consigue zafarse del cerco al que le someten los funcionarios y se refugia en el fondo del m¨®dulo. Una vez all¨ª, repele los intentos de los funcionarios de acercarse para reducirle y de un pu?etazo derriba a uno de ellos. Tras unos minutos en el que se cruzan golpes y patadas, los cinco funcionarios abandonan el m¨®dulo para avisar de los sucedido y dejan al preso solo. Las fuentes consultadas a?aden que durante el resto de la grabaci¨®n se observa al preso caminar arriba y abajo hasta que, pasados unos minutos, abandona sin incidentes el lugar tras dialogar con un jefe de servicio de la prisi¨®n.
Aquel d¨ªa, los funcionarios elevaron a la direcci¨®n del centro, al menos, cuatro partes sobre H. B. En el primero, recogieron su versi¨®n de lo ocurrido durante el cacheo. En ¨¦l se aseguraba que el preso hab¨ªa mostrado una ¡°actitud hostil¡± y que le golpearon despu¨¦s de que, al negarse a mostrar el objeto que llevaba en la mano, utilizaron ¡°la fuerza f¨ªsica m¨ªnima imprescindible¡±. En el segundo parte, de las 12.05, los funcionarios afirman que el recluso, una vez de vuelta a su celda, hab¨ªa presumido de haber ¡°pegado pu?etazos a tres guardias¡± y de que iba a denunciar que le hab¨ªan agredido ¡°para que los expedienten¡±. En el siguiente, cuarenta minutos m¨¢s tarde, rese?aron que el preso hab¨ªa roto varios enseres de su celda.
En el ¨²ltimo, de las 13.40, los funcionarios dejaron constancia de que durante el reparto de comida amenaz¨® al funcionario que lo realizaba con matarle. Fuentes sindicales, aseguran que H. B. es un preso conflictivo que acumula numerosos partes en los ¨²ltimos meses en los que se le acusa de ser ¡°un ejemplo realmente nocivo¡± para otros internos y de crear ¡°conflictos¡± de manera reiterada.
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