Prohibido investigar las comisiones de investigaci¨®n de la transici¨®n
El Congreso niega la documentaci¨®n y conclusiones de asuntos como las torturas ya indagadas en una docena de comit¨¦s registrados entre 1977 y 1994
En el Congreso de los Diputados a¨²n hay a d¨ªa de hoy 12 comisiones de investigaci¨®n de asuntos relacionados con el pasado y la transici¨®n que son secretas y a cuya documentaci¨®n, actas y conclusiones ni los diputados actuales, ni los investigadores o periodistas, pueden tener acceso. Y ese oscurantismo no va a cambiar. El PNV lleva tiempo reclamando, oficialmente y por distintas v¨ªas, m¨¢s transparencia en general y en concreto sobre una comisi¨®n sobre Derechos Humanos (y torturas) de la primera legislatura, pero se topa con un muro imposible. La Mesa del Congreso, el ¨®rgano que dirige la instituci¨®n y en la que el PNV no est¨¢, se lo deniega recurrentemente, la ¨²ltima vez esta misma semana. Esas comisiones s¨ª son p¨²blicas desde 1994, tras el caso Rold¨¢n.
Aitor Esteban, el portavoz del PNV, reapareci¨® por el Congreso esta semana tras m¨¢s de un mes de baja por una operaci¨®n y en su primera comparecencia se quej¨® con vehemencia de un nuevo veto de la Mesa de la C¨¢mara baja a una propuesta de su partido para instar a la presidenta, Ana Pastor, a flexibilizar su interpretaci¨®n r¨ªgida del reglamento que regula el funcionamiento de las Cortes. Esteban hab¨ªa vuelto a pedir en la junta de portavoces a Pastor que se diese acceso a todos los diputados a la documentaci¨®n y deliberaciones de todas las comisiones de investigaci¨®n que se han desarrollado en el Congreso en esta etapa democr¨¢tica. En total han sido 18, desde la legislatura constituyente en 1977.
Pastor lo rechaz¨® y los dem¨¢s grupos, incluidos PP y PSOE, tampoco mostraron mucho inter¨¦s por ese debate. La Mesa lleva varios mandatos agarr¨¢ndose al criterio de los letrados que defienden que esos documentos mantienen su car¨¢cter reservado. Los diputados pueden solicitar su consulta oficialmente pero con l¨ªmites, sin poder hacer copias, ni difundirlas y con un funcionario que vigila determinadas identidades secretas.
El PNV, adem¨¢s, hab¨ªa pedido en esta ocasi¨®n ese cambio reglamentario a trav¨¦s de una Proposici¨®n No de Ley (PNL), que son las que los grupos deben utilizar para exigir algo al Gobierno de turno, es decir al poder pol¨ªtico, no a la Mesa. La v¨ªa normal para variar el reglamento es a trav¨¦s de modificar su propia ley y eso lleva otros tr¨¢mites, que tampoco tienen ning¨²n viso de prosperar.
El PNV volvi¨® a poner el grito en el cielo como hizo la semana anterior con una queja formal cuando reclam¨® papeles y legajos de una comisi¨®n sobre derechos humanos y malos tratos en la c¨¢rceles que se form¨® en la primera legislatura, entre 1979 y 1982, que fue declarada secreta como las otras 11 que se montaron entre la constituyente (1977) y la V (1993-96). El Congreso abord¨® esa reforma en junio de 1994, tras dos resoluciones de apertura para las futuras comisiones de investigaci¨®n aprobadas en el debate de la naci¨®n de aquel convulso a?o, en plena resaca de casos de corrupci¨®n del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez y tras el esc¨¢ndalo que acab¨® con Luis Rold¨¢n, exdirector fugado de la Guardia Civil. Desde entonces ha habido seis comisiones de investigaci¨®n ya abiertas (tres en funcionamiento en la actualidad), con sesiones y papeles p¨²blicos y con los l¨ªmites que fije la Justicia.
Antonio Morillo Crespo, presidente de aquella primera comisi¨®n denominada de Derechos Humanos, no le ve ning¨²n sentido a ese secretismo y traslada ahora desde su botica en Vejer (C¨¢diz) que no hubo en sus escasas dos o tres sesiones ni en los corolarios de sus trabajos y visitas a las c¨¢rceles nada extra?o ni ning¨²n mal trato digno de ser denunciado. Y recuerda que entre sus miembros m¨¢s activos estaba el hist¨®rico abogado y diputado de Euskadiko Ezkerra Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s.
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