Sanitarios vascos vestir¨¢n chalecos especiales contra las agresiones

"Ya no se respeta ni a los trabajadores de las ambulancias". Los sanitarios que intervienen en situaciones de emergencia han dicho ?basta! y han decidido ponerse a salvo de los golpes, insultos o vejaciones que vienen sufriendo ¨²ltimamente con "demasiada frecuencia". La asociaci¨®n Detente y Ayuda (DYA), que cuenta en el Pa¨ªs Vasco con unos 600 voluntarios, ha dado el paso de aumentar las medidas de autoprotecci¨®n de sus sanitarios de Bizkaia, a los que equipar¨¢ con chalecos antitraumas cuando tengan que actuar en "situaciones de riesgo", explica Fernando Izaguirre, presidente de la asociaci¨®n en Bizkaia.

Hace a?os, cuando una ambulancia hac¨ªa sonar las sirenas, "todo el mundo abr¨ªa paso". Ahora, en cambio, han pasado a ser "un colectivo m¨¢s que sufre los efectos de una sociedad cada vez m¨¢s agresiva", comenta Izaguirre. Varios episodios vividos en los ¨²ltimos meses, y especialmente en diciembre pasado, con ataques verbales y f¨ªsicos por medio, han precipitado la toma de una decisi¨®n "obligada". Los voluntarios de la citada asociaci¨®n de ayuda en carretera, con 53 a?os de servicio en el Pa¨ªs Vasco, vestir¨¢n un peto que les pondr¨¢ a salvo ante una posible agresi¨®n con arma blanca: "Son unos chalecos especiales que aguantan el impacto de una navaja o un punz¨®n. Son similares a los que ya disponen los sanitarios del Samur o los del SEM de Catalu?a", se?ala el coordinador de la DYA.

Es el primer colectivo de sanitarios que ha incorporado este sistema en el Pa¨ªs Vasco. La DYA se dot¨® de estos equipos de autoprotecci¨®n tras los incidentes acaecidos en febrero pasado en Bilbao entre seguidores ultras del Spartak de Mosc¨² y el Athletic Club, en los que falleci¨® el ertzaina Inocencio Alonso Garc¨ªa, de 50 a?os. En aquellos altercados, un miembro de la DYA, Koldo Candela, recibi¨® una fuerte patada de un hincha: "Las situaciones de peligro ahora son m¨¢s frecuentes. Estamos expuestos a reacciones violentas", afirma el voluntario para justificar la medida tomada por la organizaci¨®n asistencial sin ¨¢nimo de lucro.

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A comienzos de diciembre, en el barrio bilba¨ªno de Bolueta, un paciente ebrio y drogado que estaba siendo atendido por personal sanitario desplazado en una ambulancia comenz¨® a escupir dentro del veh¨ªculo y, al ser recriminado por ello, agarr¨® del cuello a una enfermera, le tir¨® del pelo y le propin¨® varios pu?etazos. Otro incidente similar se vivi¨® pocos d¨ªas despu¨¦s en la misma ciudad, cuando un grupo de unas 40 personas arremeti¨® contra los ocupantes de una ambulancia, a los que atacaron con el lanzamiento de vasos de cristal. En la pasada Nochevieja tambi¨¦n recibieron "escupitajos e insultos" en sendas actuaciones realizadas en Barakaldo y Leioa. "Antes ¨¦ramos los cascos azules y se nos respetaba hasta en las situaciones m¨¢s tensas; ahora nos sentimos indefensos. Es la misma sensaci¨®n que hoy pueden tener los conductores de autobuses o el personal que trabaja en ventanilla o ante un mostrador", asegura Izaguirre.

Los voluntarios de la DYA, explica Candela, llevar¨¢n una coraza "a prueba de golpes y cortes". Su precio oscila entre los 500 y los 700 euros. "Est¨¢n incluso preparados para llevar una placa bal¨ªstica", agrega. La ¨²nica pega que encuentra este voluntario es que "limita mucho los movimientos y no es c¨®modo cuando hay que agacharse para atender a un paciente en el suelo". Por el momento, la DYA de Bizkaia se ha dotado de siete chalecos especiales, aunque espera sumar m¨¢s unidades en este territorio y extender la misma medida a ?lava y Gipuzkoa.

"Con esto no queremos levantar ninguna alarma", dice Izaguirre, "sino responder a una realidad cada vez m¨¢s complicada para los sanitarios que suelen intervenir en "entornos hostiles, con una gran aglomeraci¨®n de personas, donde se consume alcohol y se producen actitudes violentas".