¡°Es un error creer que tenemos conquistada la libertad para siempre¡±

Esta es la historia de un chico de 21 a?os que no se suicid¨® el 20 de enero de 1969.?Eso determin¨® la Justicia cuando reabri¨®, en 1989, el caso por la muerte de Enrique Ruano, un estudiante de Derecho que fue detenido por repartir octavillas y apareci¨® muerto tres d¨ªas despu¨¦s cuando lo custodiaban tres polic¨ªas de la Brigada Pol¨ªtico Social del franquismo.?Seg¨²n la versi¨®n oficial,?el joven militante del Frente de Liberaci¨®n Popular (FLP) se tir¨® del s¨¦ptimo piso de la calle del General Mola, 60, en Madrid (hoy, calle Pr¨ªncipe de Vergara). La Justicia descart¨® la tesis del suicidio cuando volvi¨® a investigar su muerte en los a?os noventa, pero no incrimin¨® a ninguno de los agentes que lo reten¨ªan. 50 a?os despu¨¦s, sus hermanas y compa?eros le rinden homenaje en Madrid. "Vivimos en democracia, pero no en la democracia por la que ¨¦l muri¨®",?ha criticado este domingo la hermana de Enrique, Margot Ruano.

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Cerca de 300 personas han asistido al acto homenaje, que se realiz¨® en el Distrito de Salamanca de la capital, a 100 metros del edifico donde apareci¨® muerto. Los pelos ya blancos de la gran mayor¨ªa de los presentes contrastaban con la imagen, en color sepia, del joven que se proyectaba en la pantalla. Muchos se abalanzaban sobre Margot para saludarla. Cinco d¨¦cadas despu¨¦s, asegura, ella no olvida ni perdona: "Nosotros acabamos en el 96. Hubo una sentencia [absolutoria]. No hay reparaci¨®n alguna.?Por eso estamos aqu¨ª 50 a?os m¨¢s tarde. Cabe la lucha, cabe seguir en ello, pero nada m¨¢s".

La familia y el abogado Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez han defendido todos estos a?os que se trat¨® de un asesinato y que Enrique fue arrojado por la ventana. El abogado?sostiene que cree "probado que se produjo un disparo bajo la amenaza en proximidad de la barandilla, lo que provoc¨® la precipitaci¨®n de Ruano".

Eran a?os convulsos.?Enrique Ruano fue parte de una generaci¨®n que se hizo eco del se¨ªsmo estudiantil que empez¨® en Par¨ªs en 1968. "Esta democracia que tenemos se la debemos al sacrificio de Enrique y de muchos Enriques. Tenemos que defenderla. Es un error creer que tenemos conquistada la libertad para siempre", ha apuntado?Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano, abogado y compa?ero del joven estudiante de Derecho, que naci¨® en una familia de acomodada del barrio de Salamanca.?"Enrique podr¨ªa haber vivido toda la vida sin problemas", ha destacado. "Pero luch¨® y muri¨® en una dictadura".

"Sus asesinos materiales y pol¨ªticos ganaron la partida", ha lamentado desde el escenario el economista y antiguo compa?ero de militancia Manuel Gar¨ª, en referencia a la sentencia absolutoria de 1996, que avalaron dos de los tres jueces de la Audiencia Provincial de Madrid, despu¨¦s de que se hiciera por primera vez una tard¨ªa reconstrucci¨®n de los hechos (20 a?os m¨¢s tarde) y se exhumara el cad¨¢ver. La tercera magistrada estim¨® en un voto particular discrepante que Ruano fue asesinado y que recibi¨® un impacto de bala previo a la ca¨ªda, pero se inclin¨® por la absoluci¨®n de?los polic¨ªas Francisco Luis Colino, Jes¨²s Sim¨®n Crist¨®bal y Celso Gal¨¢n Abascal porque no se pudo determinar cu¨¢l de los tres agentes fue el autor. "La derecha quiere enterrarlo bajo una supuesta concordia", ha se?alado Gar¨ª, para a?adir: "No queremos venganza, solo queremos verdad y justicia".

El intelectual y compa?ero de Enrique Jaime Pastor ha destacado este domingo la "necesidad de luchar permanentemente contra el olvido" y en ello ha insistido la expresidenta del Comisionado de Memoria Hist¨®rica del Ayuntamiento de Madrid, Francisca Sauquillo, que conoci¨® a Enrique, amigo de su hermano Javier Sauquillo ¡ªasesinado en los atentados de Atocha de 1977¡ª, cuando ella ya ejerc¨ªa como abogada. "Que las nuevas generaciones recuerden estos hechos", ha pedido.

"Enrique luch¨® para que las generaciones futuras vivieran en democracia y libertad", record¨® su hermana Margot, que ha interpelado "a los j¨®venes": "No se conformen". Otro compa?ero de Enrique, Jos¨¦ Luis Z¨¢rraga, ha pedido que no se "edulcore" la memoria "de aquella lucha": "Sin duda luch¨¢bamos por la libertad y la democracia, pero no cre¨ªamos que fuera posible acabar con todo eso sin ir m¨¢s all¨¢. ?ramos rebeldes frente a una realidad que rechaz¨¢bamos. Hacer la revoluci¨®n era un imperativo moral".