Un tercio de los imputados en el ¡®caso Villarejo¡¯ son polic¨ªas

Un escrito de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n presentado el pasado agosto ante el entonces juez instructor de la causa, Diego de Egea, ya alertaba de la amplitud de la trama creada en torno al comisario jubilado. En aquel texto, los dos fiscales del caso recalcaban que la actividad de Villarejo y sus ¡°consortes criminales¡± era un ¡°fiel reflejo de la corrupci¨®n¡± que supuestamente ¡°infect¨®¡± durante a?os a un grupo de mandos de la polic¨ªa nacional. El escrito no dudaba en hablar de una ¡°mafia policial¡± que se hab¨ªa protegido a s¨ª misma ¡°por un alto poder de extorsi¨®n derivado del acceso a investigaciones e informaciones sensibles para la seguridad del Estado¡±. Seg¨²n Anticorrupci¨®n, este grupo de polic¨ªas corruptos no dud¨® en utilizar esta informaci¨®n comprometedora ¡°tanto para comerciar con terceros como para garantizar la impunidad de sus acciones antijur¨ªdicas¡±.

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Las pesquisas de los ¨²ltimos meses han constatado estas afirmaciones en los dos sumarios en los que se investigan las actividades irregulares de Villarejo, ambos abiertos en el mismo juzgado de la Audiencia Nacional, el Central de Instrucci¨®n 6. El primero de los sumarios son las Diligencias Previas 96/2017, las que dieron pie a la Operaci¨®n T¨¢ndem que desemboc¨® en la detenci¨®n en noviembre de aquel a?o del comisario jubilado.

El segundo es el abierto por las relaciones del alto mando policial con otro comisario, Enrique Garc¨ªa Casta?o, conocido como El Gordo. Es la Operaci¨®n Big, en referencia al nombre con el que Villarejo citada a su compa?ero en la documentaci¨®n que se le intervino tras su arresto.

Ambos sumarios suman ya, al menos, 38 imputados, aunque fuentes jur¨ªdicas reconocen que al estar buena parte de la investigaci¨®n a¨²n bajo secreto, esa cifra puede ser mayor. De los que se conocen, cerca de un tercio corresponden a polic¨ªas en activo o ya jubilados, entre ellos cinco comisarios. As¨ª, adem¨¢s de Villarejo ¡ªque se jubil¨® en junio de 2016¡ª y Garc¨ªa Casta?o, est¨¢n los tambi¨¦n comisarios Carlos Salamanca, Andr¨¦s G¨®mez Gordo y Eugenio Pino. Este ¨²ltimo, procesado recientemente por otro juez por intentar introducir en el caso Pujol un pendrive con informaci¨®n bancaria supuestamente robada a la familia del expresidente de la Generalitat, fue el jefe m¨¢ximo de la Polic¨ªa entre 2012 y 2016 en su condici¨®n de director adjunto operativo.

Jubilados y en activo

Entre los otros polic¨ªas hay dos inspectores jefes ya jubilados ¡ªJuan Jos¨¦ D¨ªaz y Manuel Novoa¡ª, el inspector Antonio Bonilla ¡ªque figuraba como directivo de una de las empresas de Villarejo¡ª, y tres polic¨ªas. Uno es David Fern¨¢ndez Aumente, ya retirado, pero que ejerc¨ªa de jefe de seguridad de una de las clientas del comisario jubilado, la empresaria Susana Garc¨ªa Cereceda. Otros dos agentes son la esposa de Garc¨ªa Casta?o y un polic¨ªa que supuestamente facilit¨® informaci¨®n reservada sobre un peque?o empresario y un abogado andaluz a los que la trama pretend¨ªa extorsionar por encargo.

El ¨²ltimo agente imputado es Sergio R¨ªos, el antiguo ch¨®fer de Luis B¨¢rcenas que se convirti¨® en confidente durante el espionaje sin control judicial al que la Polic¨ªa someti¨® al extesorero para robarle documentaci¨®n comprometedora para el PP. R¨ªos, que recibi¨® por su colaboraci¨®n 2.000 euros al mes durante cerca de dos a?os, tambi¨¦n fue recompensado con su ingreso en la polic¨ªa nacional cuando ten¨ªa 40 a?os, muy por encima de la edad media habitual de los aspirantes. Las pesquisas han revelado que Villarejo tambi¨¦n contaba con la colaboraci¨®n de un funcionario de Hacienda, Antonio Chaparro, y un responsable de inform¨¢tica del Consejo General del Poder Judicial, Juan Carlos Garc¨¦s.