Asier, un joven marcado por su pasado ¡®borroka¡¯
EE UU arruin¨® las vacaciones de un chico vasco en Canc¨²n creyendo que era un etarra y pese a que hab¨ªa sido absuelto
Asier no quer¨ªa que su nombre saliese en esta informaci¨®n. Y lo pidi¨® encarecidamente alegando el rechazo emocional de su pareja y de su abuela a rememorar aquella ¨¦poca en que fue juzgado y condenado como activista de la kale borroka proetarra. Asier es nombre ficticio, pero su historia, lo que le ocurri¨® en M¨¦xico, es completamente real. No llega a los 35 a?os y naci¨® en un conocido municipio del Pa¨ªs Vasco. El 16 de julio de 2016 viaj¨® con tres amigos a Canc¨²n, en el Caribe mexicano, para tomarse unas vacaciones. Lo llevaba todo pagado. Pero ni le permitieron bajar solo las escalerillas del avi¨®n, ni le dejaron traspasar la frontera del aeropuerto. Nada m¨¢s aterrizar, agentes policiales de ese pa¨ªs subieron a la nave, con todos los pasajeros dentro, y gritaron su nombre.
Nada m¨¢s aterrizar el avi¨®n, agentes policiales? de? M¨¦xico subieron a la nave, con todos los pasajeros dentro, y gritaron su nombre
Asier se levant¨® de entre los asientos de sus amigos. ¡°Acomp¨¢?enos¡±, le ordenaron. Mientras ¨¦l volaba de Madrid a M¨¦xico, el FBI cheque¨® en EE UU los nombres de los pasajeros que hab¨ªan salido del aeropuerto Adolfo Su¨¢rez de Barajas. Y contact¨® de inmediato con Interpol en M¨¦xico. ¡°No lo dej¨¦is entrar...¡±. Le llevaron a un cuarto en el aeropuerto, en la zona de tierra de nadie, y empezaron a interrogarle.? "Fue muy humillante y vejatorio para m¨ª", evoca Asier. No comprend¨ªa nada. Le tuvieron all¨ª cuatro horas. "Me preguntaron mis preferencias pol¨ªticas y aspectos de mi vida privada. Y me faltaron el respeto para intimidarme", describe a EL PA?S.
Su ficha policial desat¨® la alarma. En 2007 fue encarcelado durante un a?o y tres meses como un cabecilla de la kale borroka de su ciudad. Y por preparaci¨®n y tenencia de explosivos. Sus huellas aparecieron en una bolsa decomisada con explosivos. Y los nombres de dos amigos suyos, en la agenda de un jefe de ETA detenido en Francia. Adem¨¢s, le constaba una condena de cuatro a?os de c¨¢rcel de la Audiencia Nacional. Sin embargo, en esa ficha policial faltaba un dato importante. El Tribunal Supremo le hab¨ªa absuelto de los delitos que le hab¨ªan llevado a la c¨¢rcel por orden del juez Baltasar Garz¨®n. De los 13 acusados, el Supremo absolvi¨® a 12, incluido Asier.
El FBI cheque¨® el vuelo y contact¨® de inmediato con Interpol M¨¦xico. ¡°No lo dej¨¦is entrar...¡±
Cuando los polic¨ªas mexicanos le contaron el motivo de su arresto, Asier no se cans¨® de alegar que de aquello le hab¨ªa absuelto el Supremo espa?ol. Pero no le hicieron caso y no dejaban de interrogarle: "A qu¨¦ has venido a M¨¦xico, en qu¨¦ trabajas...". Desesperado, telefone¨® a la embajada espa?ola contando su situaci¨®n. Al estar en tierra de nadie, desde la embajada le argumentaron que no pod¨ªan actuar porque, en puridad, no hab¨ªa pisado legalmente M¨¦xico.
Asier asegura que vivi¨® "una situaci¨®n kafkiana" que nunca olvidar¨¢. No solo le interrog¨® la polic¨ªa mexicana. Tambi¨¦n el FBI, por videoconferencia. "Me hablaron de la condena y me preguntaron si sab¨ªa manejar explosivos, si era terrorista". ¡°La verdad, no s¨¦ qu¨¦ pintaba el FBI con mi viaje a M¨¦xico, quiz¨¢s pensaron que, como Canc¨²n est¨¢ cerca de EE UU, desde all¨ª pod¨ªa yo pasar a EE UU y hacer algo; todo era absurdo¡±. A¨²n hoy mantiene que su detenci¨®n diez a?os antes hab¨ªa sido injusta. "Nunca hice lo que me atribuyeron". "Toda mi familia lo pas¨® muy mal entonces".? E insiste al periodista: "Le pido, por favor, que no publique nada y menos mi identidad".
EL PA?S explic¨® a Asier que la intenci¨®n era ¡°describir las vicisitudes de un ciudadano espa?ol con el FBI y la polic¨ªa mexicana de resultas de un error de la Administraci¨®n¡± (la ficha de Interpol estaba incompleta; nadie se preocup¨® de actualizarla). ¡°Yo soy nacionalista, pero tambi¨¦n soy espa?ol¡±, subraya Asier.
No olvida la "impotencia" que sinti¨® en el aeropuerto cuando tuvo que convencer a sus amigos, que le defendieron ante los agentes mexicanos esgrimiendo que Asier estaba absuelto, para que continuasen con las vacaciones mientras a ¨¦l varios agentes le escoltaban "por todo el aeropuerto" hasta meterlo en un avi¨®n de regreso a Madrid. Los agentes vieron en Google noticias de mi absoluci¨®n, pero a¨²n as¨ª el FBI mantuvo el veto a su entrada en M¨¦xico.
Sus amigos le defendieron ante los agentes mexicanos esgrimiendo que Asier estaba absuelto por el Supremo
¡°Tras nueve o diez horas de viaje desde Madrid y cuatro o cinco de interrogatorio, me volvieron a subir a un avi¨®n y estuve otras diez horas de vuelo, y soportando a una persona ebria que iba en el asiento de al lado". Perdi¨® todo el dinero que invirti¨® en las vacaciones. Solo el avi¨®n, ida y vuelta, le hab¨ªa costado 1.500 euros. Al llegar a Madrid me esperaban dos polic¨ªas, que me preguntaron que qu¨¦ me hab¨ªa pasado; les expliqu¨¦ lo sucedido, y me fui".
Un olvido de la Audiencia Nacional
Asier ha presentado una demanda en el Ministerio de Justicia en la que reclama el pago de una indemnizaci¨®n de 83.937 euros por los da?os y perjuicios causados, porque nadie se preocupara de actualizar los ficheros policiales. El Consejo del Poder Judicial ha rechazado su demanda. Asegura que no hay un error judicial. El Supremo inform¨® de la absoluci¨®n a la Audiencia Nacional, que es la que le hab¨ªa condenado, pero esta olvid¨® comunicar a Interpol la cancelaci¨®n de los antecedentes. El Poder Judicial se?ala que los tribunales cumplieron con su misi¨®n legal, que "es leer y notificar a las partes" sus resoluciones, y que "la pervivencia de los antecedentes policiales" no es achacable al ¨®rgano judicial.?
Tras el disgusto de quedarse sin sus vacaciones en Canc¨²n, Asier se preocup¨® personalmente de que limpiasen su ficha policial. ¡°Pero desde entonces¡±, confiesa, ¡°no he vuelto a salir de Espa?a¡±.
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