Ajuste de cuentas de un superviviente
Pedro S¨¢nchez reflexiona en ¡®Manual de Resistencia¡¯ sobre la pol¨ªtica y el liderazgo
No se transforma un pa¨ªs sin ser capaz de escribir y contar una historia. La de Pedro S¨¢nchez es una historia de supervivencia: su Manual de Resistencia (Pen¨ªnsula) cuenta el ¨²ltimo lustro de aceleraci¨®n pol¨ªtica, desde su llegada a la secretar¨ªa general del PSOE a la accidentada salida y el posterior regreso para acabar siendo investido presidente con la moci¨®n de censura. Hace tiempo que la pol¨ªtica espa?ola es una suerte de cocina con un calor insoportable; ¡°la pol¨ªtica es un lento y constante perforar de duras tablas¡±, dec¨ªa el inevitable Max Weber. El PSOE de los ¨²ltimos a?os es una suerte de clavo afilado, por abundar en la f¨®rmula de Weber, o uno de los fogones de esa cocina: la del liderazgo de S¨¢nchez en el partido socialista es, adem¨¢s de la citada historia de resistencia, un implacable ajuste de cuentas con la c¨²pula de su propio partido.
¡°Mientras se est¨¢ en plena acci¨®n no hay distancia para hacer teor¨ªas ni para sacar conclusiones¡±, arranca el expresidente Felipe Gonz¨¢lez uno de sus libros. Es evidente que S¨¢nchez ha dejado de lado ese consejo. El presidente reflexiona sobre la pol¨ªtica y el liderazgo, pero sobre todo dedica un par de docenas de dardos a la dirigencia del PSOE: ¡°Desde el principio tuve esa inc¨®moda sensaci¨®n de intruso¡±, confiesa. ¡°La ¨¦lite no me concedi¨® ninguna legitimidad¡±; ¡°no me tomaba en serio¡±; sufr¨ªa ¡°maniobras destinadas a erosionarme¡± y ¡°desplantes¡±. S¨¢nchez habla incluso del deseo de borrarle ¡°de la historia del PSOE¡±.
En el libro hay innumerables ataques de esa guisa. Tal vez el m¨¢s afilado es para Susana D¨ªaz: ¡°Su ausencia [en una reuni¨®n clave, alegando enfermedad] se convirti¨® en la noticia m¨¢s importante de la convenci¨®n. El lunes la vi en un acto p¨²blico y me alegr¨¦ mucho de su r¨¢pida recuperaci¨®n¡±.
S¨¢nchez apenas maneja la autocr¨ªtica en m¨¢s de 300 p¨¢ginas. Comete alg¨²n error de trazo grueso ¡ªconfunde a Fray Luis de Le¨®n con San Juan de la Cruz¡ª, apenas desarrolla su ideario y, por cierto, deja alguna carga de profundidad para la prensa: ¡°La llamada presi¨®n del Ibex la sent¨ª a trav¨¦s de los medios¡±. Y en un par de ocasiones se queja del exagerado peso de las encuestas, descritas como ¡°arma de destrucci¨®n masiva¡±. A su llegada a La Moncloa, S¨¢nchez nombr¨® al frente del CIS a Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos, estrecho colaborador suyo; no parece que esa decisi¨®n haya mejorado la demoscopia nacional. Aunque quiz¨¢ ¡ªsolo quiz¨¢¡ª este Manual de Resistencia tampoco sea la historia que S¨¢nchez necesitaba para transformar Espa?a.
Barones. Quiz¨¢ lo mejor del libro es el cap¨ªtulo en el que el presidente cuenta c¨®mo cogi¨® el coche y empez¨® a viajar por las sedes socialistas. Eso le permiti¨® conocer el PSOE, "palpar el estado real del partido, comprobar el distanciamiento que sent¨ªan las bases respecto a la c¨²pula del partido". De paso, S¨¢nchez concluy¨® que el poder del PSOE "se hab¨ªa desplazado al ¨¢mbito territorial, a las autonom¨ªas, lo que hac¨ªa que al partido le faltara un proyecto nacional cre¨ªble". Las cr¨ªticas a los barones son continuas: "Los l¨ªderes territoriales ten¨ªan un poder superior al del secretario general". La presi¨®n sobre S¨¢nchez arreci¨® para que se abstuviera y permitiera gobernar a Rajoy. "Fueron d¨ªas en los que pens¨¦ en dejarlo todo". Ah¨ª empez¨® a tener "conciencia de la capacidad de resistencia que yo pod¨ªa llegar a tener". Ese es el trazo narrativo que recorre todo el libro.
El Rey. S¨¢nchez subraya en varios pasajes la "complicidad" con Felipe VI. "Enseguida nos reconocimos mutuamente como las personas que iban a sacar al pa¨ªs del riesgo de bloqueo", dice respecto a las primeras semanas de 2016. S¨¢nchez afirma que fue el Rey quien le desvel¨® que Podemos le iba a proponer formar Gobierno, y reitera que Felipe VI "estaba tan decidido como yo a romper aquel bloqueo institucional". M¨¢s tarde aplaude el discurso tras el 1-O: "Su discurso fue el propio de un jefe de Estado: defendi¨® la integridad del Estado. Ha habido cr¨ªticas desde el mundo independentista, pero la pregunta es: ?qu¨¦ pensaban ustedes que iba a hacer el Rey? ?Santificar la ruptura del pa¨ªs? Es absurdo".
Rajoy, Rivera e Iglesias. El presidente ajusta cuentas con la c¨²pula de su partido, pero tambi¨¦n con el resto de l¨ªderes con los que le ha tocado lidiar. Critica con suma dureza a Mariano Rajoy, Albert Rivera y Pablo Iglesias, aunque su relaci¨®n con Rajoy e Iglesias acaba mejor de lo que empieza, y con Rivera va de mal en peor: le acusa de "mentiroso", de abusar de la "intoxicaci¨®n pura y dura"; en el asunto catal¨¢n Rivera "no hizo absolutamente nada"; "El conflicto est¨¢ en su ADN. No sabe dialogar". S¨¢nchez arranca el libro con duros ataques a Pablo Iglesias: "Nuestras relaciones nacieron marcadas por el desencuentro", en la negociaci¨®n fallida para formar Gobierno; despu¨¦s, con la moci¨®n de censura y los acuerdos que le han permitido aprobar leyes y reales decretos, S¨¢nchez resalta que Iglesias "dio un giro claro a su discurso hacia el nuevo PSOE y abraz¨® por fin las tesis relativas a la necesidad de unir fuerzas desde la izquierda". Subraya tambi¨¦n el "antagonismo" entre Rivera e Iglesias, que va m¨¢s all¨¢ de lo pol¨ªtico: es un "antagonismo f¨ªsico".
Pero quiz¨¢ los palos m¨¢s duros son para Rajoy, a pesar de que S¨¢nchez destaca la "estrecha relaci¨®n" entre ambos forjada en el oto?o de 2017, en lo m¨¢s duro del desaf¨ªo independentista. "Se ech¨® en falta una visi¨®n de Estado" de Rajoy para con Catalu?a. "Resulta asombrosa su escasa capacidad para la iniciativa pol¨ªtica". "Era un tigre de papel". "Su falta de liderazgo fue absoluta (...), fue a remolque de las decisiones judiciales". Y durante la moci¨®n de censura le pidi¨® repetidamente la dimisi¨®n "por motivos de dignidad pol¨ªtica". "No lo entendi¨®".
Ideas. El libro es m¨¢s un resumen de los ¨²ltimos cinco a?os que un envoltorio para dar a conocer las ideas del presidente del Gobierno. Pero aqu¨ª y all¨¢ hay pistas para seguir el rastro ideol¨®gico del presidente. S¨¢nchez afirma que sus referentes son "Aza?a y Willy Brandt", el canciller socialdem¨®crata alem¨¢n. Apenas cita a Felipe Gonz¨¢lez. Sobre Catalu?a, cree m¨¢s "en la convivencia de Aza?a que en la conllevancia de Ortega", e insiste una y otra vez en el di¨¢logo. Sus pr¨®ximos pasos se pueden intuir en un largo p¨¢rrafo hacia el final del libro: aboga por abordar "reformas de calado". "Tenemos un fondo de reserva de las pensiones endeudado con el Estado. Nuestros ¨ªndices de desigualdad son terribles. Hay que abordar la financiaci¨®n auton¨®mica, que en realidad es la financiaci¨®n de nuestro sistema de sanidad y educaci¨®n p¨²blicas. Tambi¨¦n hay una subcomisi¨®n para el pacto educativo en el Congreso que deber¨ªa alumbrar un gran acuerdo. Esa gran reforma que necesita el pa¨ªs, la agenda social, econ¨®mica y ambiental que precisamos, debe abordarse en el Congreso, entre todos los grupos. Si no lo logramos, la desafecci¨®n con la pol¨ªtica va a ser enorme". M¨¢s adelante reclama la imperiosa necesidad de "una reforma constitucional, mirando a la ciudadan¨ªa y a Europa", adem¨¢s de un proceso constituyente tambi¨¦n para la Uni¨®n Europea. "Si Espa?a reformara su constituci¨®n, ser¨ªa el primer pa¨ªs europeo que lo har¨ªa en el siglo XXI para adaptarla a Europa y dar¨ªamos un ejemplo de impulso y de convicci¨®n de los valores europeos. (...) Encontr¨¢ndonos con Europa volveremos a encontrarnos con nosotros mismos". As¨ª concluye el libro.
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