Defender a un amigo
Jordi Pina, el abogado de Jordi S¨¤nchez se replantea su visi¨®n de la justicia por la causa del ¡®proc¨¦s¡¯
Hay dos clases de abogados: los que evitan a los periodistas como si tuvieran la peste y los que acuden a ellos sedientos, como quien se acerca a un manantial de agua fresca. Jordi Pina pertenece a estos ¨²ltimos. Tal vez porque ¨¦l mismo quiso ser periodista ¡ª"deportivo", aclara¡ª, Pina es amigo de los micr¨®fonos; un tipo hablador que en los juicios tiende a ser expansivo y, si conviene, bromista. "Mi mujer me dice que procure no dar titulares, pero me cuesta mucho".
Pero Pina (Barcelona, 1965) no est¨¢ para chascarrillos en el juicio del proc¨¦s, donde defiende con m¨¢s contenci¨®n verbal que de costumbre a dos exconsejeros del PDeCAT ¡ªJordi Turull y Josep Rull¡ª y al expresidente de la ANC, Jordi S¨¤nchez. "He llorado mucho con este proceso, ha sido doloroso para m¨ª y mi familia", dice Pina, veterano penalista que se ha visto en mil y una: empez¨® defendiendo a la Guardia Urbana de Barcelona y fue abogado de Jordi Montull, saqueador confeso del Palau de la M¨²sica y lenguaraz como ¨¦l: "Yo no mat¨¦ a Kennedy", se le escap¨® a su cliente entre periodistas. Pina le abronc¨®, pero poco.
Y, pese a la experiencia acumulada ¡ªdefendi¨® a una acusada en el juicio del 9-N, precedente soft del 1-O¡ª nada ha pesado tanto en su ¨¢nimo como el proc¨¦s. "Esto no tiene nada que ver con el derecho penal", lamenta Pina, independentista, cul¨¦ y desencantado con la justicia. Porque esta vez no defiende solo a clientes, sino a amigos, y en especial a uno inesperado: Jordi S¨¤nchez.
El 23 de septiembre, la Fiscal¨ªa denunci¨® los incidentes del 20-S frente a Econom¨ªa y habl¨® por vez primera de sedici¨®n. Pina llam¨® al l¨ªder de la ANC: "Van a por vosotros", le dijo. No se conoc¨ªan. "Pensaba que ser¨ªa una especie de Jomeini", bromea. "Nada que ver. Tiene la cabeza muy bien amueblada. Ha sido un descubrimiento". El abogado recuerda la noche anterior al encarcelamiento: "Est¨¢bamos en el Petit Palace. Y nos dimos un abrazo de esos que no se olvidan. Siempre tienes esperanzas, pero...".
Amistad reforzada
La amistad se forj¨® en el proc¨¦s y el proc¨¦s la ha reforzado: las hijas de S¨¤nchez y Pina estudiaban juntas; ahora son ¨ªntimas. "Mis hijos saben m¨¢s de esta causa que la mayor¨ªa de gente", dice el penalista despu¨¦s de meses durmiendo poco y mal, de visitas a Soto del Real y a Lledoners, de hincar codos para desmontar la rebeli¨®n.
Su proyecci¨®n p¨²blica no ha dejado de crecer. Tiene personaje en Pol¨°nia ¡ªel programa de s¨¢tira pol¨ªtica de TV3¡ª y da charlas sobre el juicio en Catalu?a. "Es gratificante que la gente te apoye", cuenta. Pero son peque?as alegr¨ªas que no compensan la amargura del proc¨¦s. Se ha planteado incluso colgar la toga. Si lo hace y regresa a su vocaci¨®n primera, tendr¨¢ que mejorar: no le alcanz¨® la nota para estudiar periodismo.?
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