El certificado de defunci¨®n de la abuela Anadigna que sirvi¨® para defender una marca de albari?o
Un empresario gallego ha ganado la batalla a dos gigantes del sector vin¨ªcola por el nombre de su vino
El Tribunal Supremo acaba de poner fin a la guerra de marcas que desde 2015 disputaron dos pesos pesados del sector vin¨ªcola, Codorn¨ªu y Pagos del Rey, frente al due?o de una peque?a bodega de albari?o de Pontevedra. Para demostrar que la elecci¨®n de la marca de su vino blanco no era maliciosa, ni generaba confusi¨®n con el cava Anna de Codorn¨ªu y Analivia, Carlos Rey Lustres tuvo que presentar una retah¨ªla de documentos familiares, entre ellos el certificado de defunci¨®n de su abuela, Anadigna, que dio nombre al albari?o con denominaci¨®n de origen R¨ªas Baixas.
Tras el veredicto judicial, esta peque?a bodega situada en el Ayuntamiento pontevedr¨¦s de Mea?o (5.341 habitantes) podr¨¢ usar la marca Anadigna y, por primera vez, poner a la venta el albari?o que produce por tradici¨®n familiar y recuperarse as¨ª de los enormes da?os y perjuicios econ¨®micos que este ¡°absurdo pleito¡± le ha generado. ¡°Lo ¨²nico que quiero ahora es olvidarme de esta pesadilla y trabajar¡±, comenta aliviado Carlos Rey Lustres.
El litigio comenz¨® cuando el bodeguero registr¨® Anadigna y obtuvo autorizaci¨®n de la Oficina de Patentes y Marcas para comercializar su primer vino albari?o por 10 a?os. Codorn¨ªu y Pagos del Rey presentaron alegaciones contra el permiso que fueron rechazadas en un primer momento. Con este veredicto, el empresario gallego dio por finalizada la recusaci¨®n y sigui¨® con su gesti¨®n comercial para vender su cosecha en el mercado europeo. Sin embargo, cuando hab¨ªan transcurrido seis meses y solo quedaba un d¨ªa para poder recurrir en alzada el dictamen de Patentes y Marcas esta oficina, fuera de todo pron¨®stico, dio la raz¨®n a Codorn¨ªu y Pagos de Rey y retir¨® la autorizaci¨®n que en principio hab¨ªa dado al empresario gallego.
El peque?o empresario, que ya ten¨ªa listas, unas 10.000 botellas con la marca Anadigna tuvo que cambiar el nombre por Nadigna. ¡°Esto perjudic¨® mucho a la bodega porque no es serio vender con una marca y luego enviar el pedido con otra¡±, recuerda Rey Lustres.
El grupo catal¨¢n aleg¨® que el nombre de Anadigna generaba confusi¨®n con su Anna de Codorn¨ªu, mientras que la compa?¨ªa Pagos del Rey plante¨® un conflicto comercial con Analivia, uno de sus vinos blancos de Rueda. As¨ª, al bodeguero de la comarca de O Saln¨¦s no le qued¨® otra opci¨®n que defenderse en un contencioso y acreditar con el certificado de defunci¨®n y el libro de familia el antrop¨®nimo de su abuela, Mar¨ªa Anadigna Torres, para que los magistrados del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) le diesen la raz¨®n a finales de 2017.
El tribunal gallego concluy¨® que ¡°el parecido fon¨¦tico entre ellas (las tres marcas) no es de la entidad suficiente para que pueda producir confusi¨®n en el mercado¡±. Pero, pese a todos los argumentos, las firmas demandantes plantearon un recurso de casaci¨®n ante Supremo que un a?o despu¨¦s este ha rechazado sin admitirlo a tr¨¢mite y confirmando la sentencia de instancia. ¡°Estas grandes empresas se creen propietarias de todas las Ana, pero no culpo a estas bodegas que tienen derecho a defenderse si creen que mi marca representaba una amenaza para sus intereses comerciales, sino a la Oficina de Patentes que, en mi opini¨®n y la de los tribunales, no actu¨® correctamente¡±, apunta el bodeguero pontevedr¨¦s.
El fallo expone que la bodega que comercializa Anadigna ¡°pertenece a una denominaci¨®n de origen de un muy especial y valioso tipo de vino propio de una regi¨®n muy conocida y espec¨ªfica, las R¨ªas Baixas, muy distinto a los otros vinos y licores propios de las otras empresas contendientes por la marca¡±.
Adem¨¢s, la Sala Tercera del Tribunal Supremo avala la tesis del Tribunal de Justicia de Galicia de que el hecho de que la abuela del denunciado se llamara Anadigna, ¡°aleja toda idea maliciosa de aprovecharse de cualquier nombre comercial o marca ajenas de parecida significaci¨®n¡±.
La sentencia se fundamenta en que Carlos Rey se ha limitado a ¡°aprovechar como negocio una peque?a bodega de vino albari?o, con poca extensi¨®n y m¨ªnima producci¨®n en su casa matriz familiar¡± en el municipio de Mea?o. Tambi¨¦n recoge el argumento de que mientras la superficie de vi?as de esta bodega casi no alcanza la hect¨¢rea (repartida en cuatro fincas), con una producci¨®n anual de unas 9.000 botellas, Codorn¨ªu produce 45 millones de botellas y Pagos del Rey comercializa vino con 70 marcas diferentes de distintas denominaciones de origen.
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