Libertad condicional para los dos primeros presos etarras a los que Marlaska acerc¨® al Pa¨ªs Vasco

Javier Moreno Ramajo y Olga Sanz Mart¨ªn, los dos presos de ETA con los que el Gobierno de Pedro S¨¢nchez inici¨® el fin de la pol¨ªtica penitenciaria de dispersi¨®n, disfrutan desde hace un mes de la libertad condicional. El juez Central de Vigilancia Penitenciaria, Jos¨¦ Luis Castro, acord¨® a finales de enero y comienzos de febrero la excarcelaci¨®n de ambos despu¨¦s de recibir sendos informes de la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario de Basauri, donde ambos estaban recluidos desde el pasado verano, en los que apoyaban la medida a la vista de la "buena conducta" y "pron¨®stico individualizado y favorable de reinserci¨®n social" y de la pareja. La Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional no se opuso a ella ni ninguna de sus v¨ªctimas alegaron nada en contra, seg¨²n reflejan los documentos judiciales a los que ha tenido acceso EL PA?S.

La salida en prisi¨®n de ambos, adelantada este lunes por El Correo y confirmada a este diario por fuentes del Ministerio del Interior, se conoce solo unos d¨ªas despu¨¦s de que el magistrado haya propuesto una medida similar para un veterano preso etarra, Kepa Pikabea, acogido a la llamada V¨ªa Nanclares que en su d¨ªa puso en marcha el Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. La decisi¨®n de poner en libertad a Javier Moreno y Olga Sanz la acord¨® el juez Castro -magistrado competente para estudiar la situaci¨®n penitenciaria de todos aquellos condenados por la Audiencia Nacional, entre ellos los terroristas- los pasados 19 de diciembre y 21 de enero respectivamente, seg¨²n se recoge en los autos. Sin embargo, la excarcelaci¨®n la pareja se retras¨®. ?l abandon¨® la prisi¨®n de Basauri el pasado 24 de enero. Su compa?era, dos semanas despu¨¦s: el 7 de febrero.

En los autos en los que acuerda la medida, muy similares en cuanto a los razonamientos jur¨ªdicos, el juez destaca que la excarcelaci¨®n de los dos etarras ha sido propuesta por la Junta de Tratamiento -el ¨®rgano interno de cada c¨¢rcel que estudia peri¨®dicamente la situaci¨®n penitenciaria de los internos- tras constatar que ambos presos cumpl¨ªan los requisitos que marca la ley para acogerse a este beneficio penitenciario: haber cumplido tres cuartas partes de la condena, estar clasificado en tercer grado o r¨¦gimen de semilibertad, tener buena conducta y presentar un pron¨®stico favorable de reinserci¨®n.

El juez destaca que en los expedientes remitidos por la prisi¨®n de Basauri se recog¨ªa la renuncia expresa de la pareja a "todo tipo de violencia" y su apuesta por "los medios pac¨ªficos y democr¨¢ticos" para conseguir cualquier objetivo pol¨ªtico. El auto incluye p¨¢rrafos de las cartas que cada uno de ellos firmaron desvincul¨¢ndose de la actividad terrorista. Con textos similares, Moreno la remiti¨® en septiembre de 2018 y su compa?era, unos meses antes, en marzo del mismo a?o. En las misivas, ambos recalcaban su desvinculaci¨®n de la organizaci¨®n terrorista y del autodenominado Colectivo de Presos Pol¨ªticos Vascos (EPPK en sus siglas en euskera), con cuyo entorno, a?ad¨ªan, ya no mantiene "ning¨²n v¨ªnculo".

En los textos, los dos etarras tambi¨¦n ped¨ªan "perd¨®n a las v¨ªctimas que ha causado mi actividad delictiva (terrorismo)" y dicen lamentarlo "sinceramente". Adem¨¢s, se ofrecen a "facilitar informaci¨®n a la Administraci¨®n para esclarecer alg¨²n delito si fuera necesario y siempre y cuando yo tuviese informaci¨®n relativo al mismo". Finalmente, recuerdan que ya ha abonado la responsabilidad civil a la que se les conden¨®. A los dos, el juez les impone una serie de condiciones para la excarcelaci¨®n. As¨ª, deber¨¢n estar "al cuidado y vigilancia" de un familiar y deber¨¢n comunicar al juzgado su lugar de residencia y cualquier cambio que haya en el mismo. Tambi¨¦n que deber¨¢n someterse a un seguimiento por parte de los servicios sociales penitenciarios. En el caso de Moreno, el juez Castro a?ade una ¨²ltima condici¨®n: la prohibici¨®n de aproximarse a las v¨ªctimas de su actividad terrorista o intentar comunicar con ellos.?

Sanz y Moreno fueron detenidos en 1998 en el barrio bilba¨ªno de Zorroza y condenados en el a?o 2002 por la Audiencia Nacional a 71 a?os de c¨¢rcel la mujer y a 74 a?os el hombre, junto a otros 14 miembros y colaboradores del comando Bizkaia, por el intento de asesinato del exconsejero de Interior (PNV), Juan Mar¨ªa Atutxa y del expresidente del PP, Carlos Iturgaiz. Cuando el ministro del Interior decidi¨® a principios del pasado agosto su traslado la prisi¨®n de Basauri, Olga Sanz ya disfrutaba del r¨¦gimen de semilibertad desde febrero de 2018, concedido por el Gobierno de Marino Rajoy. De hecho, cumpl¨ªa su pena en el Centro de Inserci¨®n Social (CIS) de Villabona (Asturias), para atender mejor a la hija que ten¨ªa con Javier Moreno.

Este, sin embargo, accedi¨® al tercer grado penitenciario el 30 de julio, ya con el PSOE en el poder, aunque la decisi¨®n estuvo sustentada en un informe favorable de Instituciones Penitenciarias aprobado en abril, con el popular Juan Ignacio Zoido al frente de Interior. Moreno trabajaba ya entonces?en el economato de la prisi¨®n de Villabona, puesto al que solo acceden reclusos que dan muestras evidentes de reinserci¨®n y al que tambi¨¦n accedieron otros reclusos de ETA arrepentidos como Valent¨ªn Lasarte e I?aki Rekarte. Tras el acercamiento de ambos a la prisi¨®n de Basauri, a ella se le instal¨® una pulsera de control telem¨¢tico para poder permanecer todo el d¨ªa fuera de prisi¨®n y atender a la hija de ambas.