Ultras y eur¨®fobos cortejan a Vox en la Euroc¨¢mara
Ortega dar¨¢ una conferencia en el Parlamento Europeo, tras el veto a Puigdemont y la Falange
A Vox le salen novias fuera de Espa?a. Su presumible desembarco en el Parlamento Europeo tras las elecciones del 26 de mayo ha disparado el inter¨¦s de sus potenciales socios por sumar a los diputados del partido de Santiago Abascal a las nuevas alianzas de la derecha radical. Tras los resultados de Andaluc¨ªa, el caladero espa?ol, hasta ahora vedado a las fuerzas extremistas,est¨¢ abierto, y los representantes en Europa de Marine Le Pen, Geert Wilders o Jaroslaw Kaczynski faenan para sacarle partido. El ultraderechista Frente Nacional franc¨¦s y los ultracat¨®licos polacos de Ley y Justicia, integrados en grupos diferentes en el hemiciclo, lideran la puja por atraer a sus parlamentarios y ganar influencia.
La formaci¨®n polaca parece llevar cierta ventaja. Este mi¨¦rcoles, el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, ofrecer¨¢ una conferencia en la sede de la Euroc¨¢mara en Bruselas. El acto, en el que varios dirigentes del partido de Santiago Abascal dar¨¢n su particular visi¨®n del contencioso catal¨¢n, ha sido organizado por Kosma Zlotowski, eurodiputado de Ley y Justicia, el partido ultracat¨®lico que gobierna Polonia y cuya gesti¨®n ha denunciado Bruselas por vulnerar la separaci¨®n de poderes y socavar el sistema democr¨¢tico.
Zlotowski es tambi¨¦n tesorero del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), el tercero del Parlamento Europeo con 70 diputados. Desde hace meses, apadrina al partido revelaci¨®n de la derecha espa?ola. El propio Zlotowski acompa?¨® a Abascal a visitar la valla de Melilla en plena campa?a al Parlamento andaluz, y tambi¨¦n se han visto en Madrid.
ECR tiene buenos motivos para intentar atraer a Vox a sus filas: 19 de sus eurodiputados pertenecen al Partido Conservador brit¨¢nico o al Partido Unionista, por lo que ya no se sentar¨¢n en la Euroc¨¢mara tras el Brexit. El inter¨¦s en mantener un grupo parlamentario propio se explica porque en la Euroc¨¢mara, como en los parlamentos nacionales, estos cuentan con prerrogativas que van desde un cupo de presentaci¨®n de iniciativas hasta financiaci¨®n p¨²blica para contratar asesores y empleados. Seg¨²n el reglamento de la C¨¢mara, para formar un grupo no solo hace falta contar con un m¨ªnimo de parlamentarios, 25, sino que deben pertenecer a al menos la cuarta parte de los pa¨ªses de la UE: siete.
Desde su despacho, Zlotowski explica su buena sinton¨ªa. ¡°Hace unos meses tuvimos el primer contacto gracias a unos intermediarios en Madrid. Vox tiene unas ideas muy parecidas a las nuestras. Creemos en las ra¨ªces cristianas de Europa. Estamos en contra de federalizar la Uni¨®n. Y somos partidarios de una Europa de las naciones y del mercado com¨²n. Esperamos que tenga eurodiputados y cooperar aqu¨ª. Nuestra puerta est¨¢ abierta, pero la decisi¨®n es suya¡±. Para ECR, el fichaje de los diputados de Abascal es especialmente valioso pues el Brexit le dejar¨¢ sin los representantes del partido conservador brit¨¢nico.
El ECR no es el ¨²nico grupo que se ha acercado a Vox, al que un reciente estudio de la Euroc¨¢mara atribuye siete esca?os en la pr¨®xima legislatura. Santiago Abascal mantiene relaciones cordiales desde hace a?os con la l¨ªder del Frente Nacional franc¨¦s (ahora rebautizado como Reagrupamiento Nacional) Marine Le Pen, quien jale¨® el ¨¦xito de Vox en las andaluzas.
Eduard Ferdinand, dirigente del partido de Le Pen, visit¨® en 2016 Espa?a e invit¨® a Vox a sumarse al Grupo de la Europa de las Naciones y las Libertades, en el que se sientan tambi¨¦n el UKIP de Nigel Farage ¡ªaunque por poco tiempo¡ª, la Liga Norte de Salvini o el FPO austriaco. Esos contactos se han multiplicado en las ¨²ltimas semanas, tambi¨¦n cara a cara, en Madrid o Estrasburgo, tal y como reconocen fuentes del partido de Le Pen. De momento, Vox se deja querer. Su responsable de Relaciones Internacionales, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, asegura que a¨²n no han tomado una decisi¨®n. La elecci¨®n no es f¨¢cil ya que los grupos son muy heterog¨¦neos y en el ECR, por ejemplo, se sientan junto a los ultracat¨®licos polacos los nacionalistas flamencos aliados de Puigdemont.
En una entrevista a El Mundo, en octubre pasado, Abascal daba alguna pista sobre sus preferencias. Le Pen es ¡°muy valiente¡±, dec¨ªa, pero ¡°m¨¢s estatalista¡±, subrayando el perfil ultraliberal de Vox. ¡°Me gusta lo que est¨¢ haciendo Salvini con la inmigraci¨®n¡±, a?ad¨ªa, ¡°pero estoy m¨¢s cerca del h¨²ngaro Viktor Orban¡±. Orban sigue formando parte, por ahora, del Grupo Popular Europeo, el mismo del PP.
Vox no tiene que decidirse todav¨ªa. Se da por descontado que, tras las elecciones del 26 de mayo, habr¨¢ que redibujar el mapa ideol¨®gico del Parlamento europeo. Se espera que eur¨®fobos y ultraderechistas experimenten un fuerte aumento y, si superan sus diferencias y forman un ¨²nico grupo, sea uno de los primeros de la Euroc¨¢mara. Se trata de ampliar, bajo el liderazgo de Salvini y con la incorporaci¨®n de Orb¨¢n la lista de asistentes a la cumbre ultraderechista de enero de 2017 en Coblenza (Alemania): Le Pen, Abascal, Frauke Petry (Alternativa Por Alemania) y Geert Wilders (del holand¨¦s PPV).
Escaldados por el Brexit, ni los m¨¢s eur¨®fobos piden ya la salida de la UE: aspiran a deconstruirla desde dentro, debilitando las instituciones en beneficio de los Estados y convirti¨¦ndola en una fortaleza frente a la inmigraci¨®n. Pr¨¢cticamente lo ¨²nico que une a grupos que se caracterizan por cultivar cada uno su propio nacionalismo singular.
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