Nieto le corta un traje al independentismo

Un buen traje, a medida, como el que luc¨ªa Artur Mas la otra tarde, lleva su tiempo. Y sin embargo, a Jos¨¦ Antonio Nieto, el secretario de Estado de Seguridad durante la intentona secesionista, le bastaron cuatro horas para confeccionar no uno, sino dos, y de excelente factura. El primero, por acci¨®n, se lo cort¨® Nieto a los l¨ªderes independentistas que se sientan en el banquillo, ofreciendo datos y ejemplos para mostrar que, contraviniendo los mandatos judiciales, utilizaron a los Mossos d¡¯Esquadra para garantizar la celebraci¨®n del refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre. El segundo traje, por omisi¨®n, se lo cort¨® Nieto a su antiguo jefe, Juan Ignacio Zoido.

El exministro del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy se sent¨® en la misma silla el pasado jueves, pero hizo todo lo contrario que Nieto: asegur¨® que no sab¨ªa nada de nada y que la responsabilidad de la actuaci¨®n tan contundente de polic¨ªas y guardias civiles la tuvieron los ¡°operativos¡±. Su secretario de Estado, en cambio, asumi¨® toda la responsabilidad desde los primeros minutos del interrogatorio. ¡°Fui yo¡±, lleg¨® a decir, ¡°y lo que hicieron los agentes fue un uso leg¨ªtimo de la fuerza, algo que en todos los pa¨ªses del mundo est¨¢ autorizado en unas circunstancias como las del 1 de octubre¡±. Al terminar, un polic¨ªa veterano que segu¨ªa la declaraci¨®n desde una estancia anexa al Sal¨®n de Plenos exclam¨®:

¡ªEste s¨ª nos ha defendido. No como el otro¡­

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Una vez que dej¨® claro que, desde el 28 de septiembre al 3 de octubre de 2017, permaneci¨® en Barcelona como m¨¢ximo jefe del operativo policial, Jos¨¦ Antonio Nieto, cordob¨¦s de 48 a?os, se dedic¨® durante m¨¢s de cuatro horas a explicar que, en contra de lo que los l¨ªderes independentistas se han esforzado en repetir hasta ahora, nunca tuvieron intenci¨®n alguna de colaborar con la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil. ¡°La situaci¨®n era bastante surrealista¡±, cont¨® en referencia a una junta de seguridad a la que asisti¨® bajo la presidencia de Carles Puigdemont, ¡°est¨¢bamos sentados en una mesa para evitar la celebraci¨®n del refer¨¦ndum con quienes hab¨ªan organizado el 1 de octubre¡±.

Hasta ahora, y despu¨¦s de que Mariano Rajoy, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa y Juan Ignacio Zoido escurrieran el bulto sucesivamente en sus respectivas declaraciones, la ¨²nica versi¨®n de los hechos que se hab¨ªa escuchado en el Sal¨®n de Plenos era la de los independentistas. Jos¨¦ Antonio Nieto puso en circulaci¨®n una historia distinta de lo que sucedi¨® en dos momentos cr¨ªticos. Los sucesos del 20 de septiembre, cuando una multitud rode¨® la Consejer¨ªa de Econom¨ªa mientras la Guardia Civil practicaba un registro, y la actuaci¨®n policial durante el domingo 1 de octubre. Hace unos d¨ªas, tanto Jordi Cuixart como Jordi S¨¤nchez, los l¨ªderes de ?mnium Cultural y de la ANC, se presentaron ante el tribunal como l¨ªderes pacifistas que permanecieron delante de la consejer¨ªa para asegurarse de que la concentraci¨®n multitudinaria fuera pac¨ªfica. La visi¨®n que ofreci¨® Nieto es muy distinta.

Dijo que, ante la inacci¨®n de los Mossos, los agentes de la Guardia Civil que estaban dentro de la consejer¨ªa ¡°se vieron obligados a negociar con personas que no se sabe qu¨¦ autoridad ten¨ªan en materia de seguridad ciudadana¡±. Esas personas con misteriosas atribuciones eran, efectivamente, Cuixart y S¨¤nchez, los jefes de la calle, aquellos que, sin ser pol¨ªticos ni polic¨ªas, hicieron uso en todo momento de una extra?a autoridad de facto.

Desde que lleg¨® a Barcelona, sostuvo ayer lunes Jos¨¦ Antonio Nieto, se percat¨® de que ¡°el relato independentista hab¨ªa conseguido darle la vuelta a la realidad¡±. Y puso un ejemplo: ¡°A quien se ve¨ªa que estaba haciendo algo malo era a la polic¨ªa, que intentaba hacer cumplir la ley, mientras que quienes intentaban quebrantarla eran los buenos. Se estaba intentando crear una legalidad paralela para ajustarla a esa realidad paralela¡±.

Una distorsi¨®n de la realidad que, en cierta manera, contagia al juicio. La sesi¨®n de este lunes tambi¨¦n pareci¨® por momentos un mundo al rev¨¦s. Daba la impresi¨®n de que se estaba analizando el desastre de operativo policial ante una desobediencia civil de dos millones de personas ¡ªalentadas por el Gobierno leg¨ªtimo de esa autonom¨ªa¡ª sin poner el ¨¦nfasis en el gigantesco incumplimiento de la Ley. Los abogados de la defensa intentaban demostrar con m¨¢s voluntad que acierto que los Mossos colaboraron, pero que el dispositivo montado por el Ministerio del Interior fue un desprop¨®sito. Muy interesante todo salvo en una cuesti¨®n: no es eso lo que se est¨¢ juzgando. Lo que s¨ª se juzga es si el Gobierno catal¨¢n, con la ayuda del Parlamento catal¨¢n y de determinadas asociaciones civiles, impulsaron la ruptura con Espa?a salt¨¢ndose la ley y alentando a la masa a presionar con sus movilizaciones para rendir al Estado central. Pero eso, claro est¨¢, es mucho m¨¢s aburrido.

Sobre todo en un juicio como este, tan medi¨¢tico y tan televisado, donde todos quieren su minuto de gloria, en especial el abogado defensor Jordi Pina, inasequible al desaliento pese a los mandobles que le propina a diario el juez Manuel Marchena:

¡ªY no ponga esa cara de sorpresa, se?or letrado. Usted sabe que tengo raz¨®n.