El chat de polic¨ªas y el juez que dinamit¨® el ¡®caso Cursach¡¯
Las conversaciones privadas est¨¢n plagadas de descalificaciones hacia determinados investigados

¡°Son unos hijo de puta, hay que machacarlos¡±. ¡°A este si tienen huevos de hacerle dimitir y dejar su acta de diputado hay que detenerlo con esposas, sin miramientos¡±. Frases y expresiones como estas plagaron durante meses varios grupos de conversaci¨®n instant¨¢nea en el que, seg¨²n la Polic¨ªa Nacional, participaban el antiguo instructor del caso Cursach, el fiscal anticorrupci¨®n asignado y cuatro agentes del grupo de Blanqueo. Ahora un informe de la polic¨ªa judicial acusa a los anteriores investigadores de realizar un ¡°juicio paralelo¡± para obtener condenas

Las conversaciones fueron recuperadas por la brigada de polic¨ªa judicial de Baleares para elaborar un atestado que ha sido incluido en la causa que investiga una presunta revelaci¨®n de secretos durante la instrucci¨®n del caso. Un documento que ha sacudido los pasillos de los juzgados de Palma y que deja la puerta abierta a la anulaci¨®n de buena parte de las diligencias, seg¨²n han advertido varios abogados de los investigados.
El caso Cursach investiga desde hace seis a?os los negocios del empresario del ocio nocturno Bartolom¨¦ Cursach, propietario de un imperio de discotecas y restaurantes, y las relaciones de connivencia que tanto ¨¦l como sus empleados supuestamente manten¨ªan con polic¨ªas, funcionarios y pol¨ªticos de Palma. Un guion judicial en el que durante a?os se han mezclado episodios sobre el mundo de la noche con la pol¨ªtica, las fiestas, los sobornos y las amenazas. Hasta tres magistrados han investigado un caso que termin¨® con el segundo juez al cargo, Manuel Penalva, apartado del asunto tras prosperar un incidente de recusaci¨®n porque una de las partes aport¨® unas coversaciones con una testigo protegida en la que insultaba a varios acusados, y con el actual instructor, Miquel Florit, investigando una presunta revelaci¨®n de secretos durante la etapa de instrucci¨®n de su colega a petici¨®n de los principales investigados.
El atestado al que ha tenido acceso EL PA?S sostiene que el juez Penalva, el fiscal y los cuatro polic¨ªas habr¨ªan presuntamente filtrado de forma continua datos sobre el caso, utilizado el secreto de las actuaciones ¡°de forma inadecuada y partidista¡±, filtrado datos personales que afectan al honor de los investigados y omitido pruebas ¡°que no les conven¨ªan¡±. Las sospechas de la polic¨ªa no quedan ah¨ª y apuntan que los antiguos investigadores realizaron pr¨¢cticas procesales irregulares de forma continuada para conseguir imputaciones ¡°a toda costa¡±. ¡°Habr¨ªan llevado a cabo acusaciones a terceros con conocimiento de su falsedad, utilizando testigos dirigidos, presionado a investigados para conseguir delaciones y utilizado el tiempo de permanencia en los calabozos o prisi¨®n preventiva para ablandar a los investigados¡±, sostiene el informe.
Las conversaciones privadas est¨¢n plagadas de descalificaciones hacia determinados investigados, como el exdiputado del PP en Baleares y hombre fuerte en el Ayuntamiento de la capital, ?lvaro Gij¨®n, de quien uno de los polic¨ªas dice: "a este si tienen huevos de hacerle dimitir y deja su acta de diputado hay que detenerlo con esposas. Sin miramientos" mientras su compa?ero contesta "operaci¨®n policial en toda regla, me cag¨¹en la puta". En otra conversaci¨®n los polic¨ªas del grupo de blanqueo hablan sobre la detenci¨®n de dos polic¨ªas locales, que est¨¢n en el juzgado para prestar declaraci¨®n. Uno de los investigadores los califica de "menudos hijos de puta" mientras otro informa de que ya est¨¢n en los calabozos. El atestado refleja decenas de conversaciones, como una que tiene lugar mientras en el despacho del juez hay un testigo que est¨¢ citado para identificar fotogr¨¢ficamente a los polic¨ªas que supuestamente cometieron delitos pero que no es capaz de reconocer. "Que diga que lo conoce por nombre y se la volvemos a ense?ar", mientras el juez pide al fiscal que no sea tan arisco durante el interrogatorio "que se me cabrea".
"Que cague caldo"
En otro episodio del chat compartido entre el juez, el fiscal y los polic¨ªas, sus integrantes hablan de la entrega en el juzgado de un informe acerca de los sobreprecios pagados en el Instituto Muncipal de Deportes. Uno de los agentes conmina al resto de los integrantes del grupo a filtrarlo a los medios de comunicaci¨®n para que el principal investigado, el empresario adjudicatario "cague caldo" al tener conocimiento de la magnitud de la investigaci¨®n. En numerosos mensajes los integrantes del grupo tambi¨¦n censuran la presencia del exfiscal Pedro Horrach en los interrogatorios a un detenido, uno de los primeros casos que el que fuera fiscal del caso N¨®os asumi¨® tras abandonar la fiscal¨ªa.
En otro bloque de conversaciones los investigadores se jactan de "aconsejar" a periodistas sobre las noticias que publicar. "Una parte muy importante de la estrategia para llevar a cabo un juicio medi¨¢tico a los investigados" dice el atestado, que achaca a los investigadores la utilizaci¨®n de una estrategia para hacer ver la actividad mafiosa del grupo Cursach mediante la existencia de amenazas y agresiones. En un momento determinado de las investigaciones, el fiscal abandona el grupo de chat al no compartir la estrategia de uno de los agentes del grupo de blanqueo de filtrar un v¨ªdeo a un medio de comunicaci¨®n. El examen de los tel¨¦fonos m¨®viles de los agentes investigados ha llevado a la polic¨ªa a atribuirles la presunta comisi¨®n de una decena de delitos, entre ellos el de pertenencia a grupo criminal. El atestado fue recibido el pasado tres de abril por el juez Florit, que elev¨® la causa al Tribunal Superior de Justicia de las islas a petici¨®n de la fiscal¨ªa por la condici¨®n de aforados del juez y el fiscal. El tribunal ha devuelto el oficio y ha pedido al magistrado que ampl¨ªe la exposici¨®n de motivos para elevar la causa a este organismo, el ¨²nico competente para investigar a ambos que est¨¢n de baja laboral actualmente. A la espera de conocer si prosperan las diligencias, la defensa de la mano derecha de Cursach, Bartolom¨¦ Sbert, que permaneci¨® trece meses en la c¨¢rcel con el empresario ya ha solicitado la anulaci¨®n las actuaciones en el procedimiento que juzgar¨¢ al magnate y varios agentes de la polic¨ªa local de Palma por su presunta participaci¨®n en fiestas pagadas por el empresario.
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