El autor de la matanza de Atocha detenido en Brasil rechaza ser extraditado a Espa?a

El rechazo de Garc¨ªa Juli¨¢ a su extradici¨®n y juicio en Espa?a atrasar¨¢ y puede complicar su entrega a las autoridades espa?olas, seg¨²n afirman fuentes judiciales. Cuando la persona objeto de la extradici¨®n acepta su entrega el proceso se denomina simplificado y es m¨¢s r¨¢pido, pero al negarse, se convierte en contencioso y obliga a una larga instrucci¨®n con posibilidad de recursos.?

Espa?a mantiene un tratado de extradici¨®n con Brasil y las relaciones en ese campo est¨¢n normalizadas lo que ayudar¨¢ a que se acepten las pruebas presentadas para la extradici¨®n, seg¨²n fuentes judiciales. El detenido resid¨ªa en Brasil oculto bajo una identidad falsa, pero carece de la nacionalidad brasile?a lo que facilitar¨¢ previsiblemente su entrega. No obstante, el Gobierno brasile?o, bajo la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro, se reserva la ¨²ltima palabra en el caso de las extradiciones por lo que la decisi¨®n judicial no es definitiva.

Pocos d¨ªas despu¨¦s de su arresto, la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional pidi¨® a la Sala de lo Penal de ese organismo que tramitar¨¢ ante el Gobierno espa?ol la petici¨®n de extradici¨®n de Garc¨ªa Juli¨¢ a Brasil. El teniente fiscal Miguel ?ngel Carballo argument¨® en su escrito que el plazo m¨¢ximo de 30 a?os de cumplimiento de prisi¨®n para considerar prescrita la condena contra el terrorista qued¨® interrumpido al haberse emitido en 1996 y 2000 dos autos revocando su situaci¨®n de libertad condicional. El criterio del fiscal defiende que la pena se computar¨¢ desde la fecha de la sentencia firme, o desde el quebrantamiento de condena, si esta hubiese comenzado a cumplirse, lo que ocurri¨® en este caso.

El pistolero huido ingres¨® en prisi¨®n preventiva en 1977 y en febrero de 1980 fue condenado a 193 a?os de prisi¨®n por asesinato y tenencia de armas. En septiembre de 1991, cuando llevaba cumplidos 14 a?os un Juzgado de Vigilancia Penitenciaria le concedi¨® la libertad condicional. En diciembre de ese mismo a?o se le autoriz¨® a viajar a Asunci¨®n (Paraguay) para trabajar all¨ª con la condici¨®n de presentarse una vez al mes ante la embajada de Espa?a. En el mismo pa¨ªs y bajo la dictadura de Stroessner se hab¨ªan refugiado otros criminales como Emilio Hell¨ªn, el asesino de la estudiante Yolanda Gonz¨¢lez, que aprovechando su primer permiso penitenciario burl¨® a la justicia cuando cumpl¨ªa una pena de 43 a?os de c¨¢rcel.

Dos a?os despu¨¦s de su fuga Garc¨ªa Juli¨¢ fue detenido en Bolivia por tr¨¢fico de drogas y financiaci¨®n de grupos paramilitares. Pen¨® en una c¨¢rcel de La Paz y al quedar en libertad inici¨® un largo periplo por Chile, Venezuela, Argentina y Brasil bajo identidades falsas. El pasado diciembre fue detenido en?S?o Paulo donde trabajaba como conductor de un coche de Uber.

Brasil fue uno de los destinos predilectos de algunos miembros de la ultraderecha que protagonizaron asesinatos durante la Transici¨®n. En 2016, EL PA?S localiz¨® en la localidad tur¨ªstica de Guaruj¨¢, a una hora y media en coche de S?o Paulo, a Jos¨¦ de las Heras Hurtado, cabecilla del Frente de la Juventud, un grupo que en los a?os setenta protagoniz¨® varios atentados y asesinatos, entre ellos el de Andr¨¦s Fraguas, conserje de este peri¨®dico muerto por la explosi¨®n de una bomba enviada a la redacci¨®n en 1978.