Condenado a un a?o de c¨¢rcel por grabar con c¨¢mara oculta en el monumento a los ca¨ªdos de Pamplona
El documentalista Clemente Bernad coloc¨® el artefacto para registrar una misa frente a las tumbas de Sanjurjo y Mola
La titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 3 de Pamplona ha condenado a un a?o de prisi¨®n y una multa de 2.880 euros, por un delito de descubrimiento y revelaci¨®n de secretos, al fot¨®grafo y documentalista Clemente Bernad, que coloc¨® en 2016 una microc¨¢mara y un micr¨®fono ocultos en el interior de una rejilla de ventilaci¨®n de la cripta del Monumento a los Ca¨ªdos de Pamplona, seg¨²n informa el Tribunal Superior de Justicia de Navarra. La sentencia es recurrible. Bernad a¨²n no ha decidido si lo har¨¢.
El documentalista, de 55 a?os, pretend¨ªa grabar la misa que se celebraba en la cripta en homenaje a los ca¨ªdos del golpe franquista frente a las tumbas de los generales Jos¨¦ Sanjurjo y Emilio Mola para poder incluirla en un documental que estaba preparando con su esposa, Carolina Mart¨ªnez, y titulado ?Qu¨¦ hacemos con el Monumento a los Ca¨ªdos?. "Estoy consternado, perplejo. No me esperaba esto en ning¨²n momento. Yo solo estaba haciendo mi trabajo, quer¨ªa documentar esa misa para incluirla en la pel¨ªcula y por eso tengo una condena de c¨¢rcel. Siento una tristeza inmensa", asegura Bernad en conversaci¨®n con EL PA?S. El fot¨®grafo y documentalista afirma que nunca antes hab¨ªa tenido problemas con la justicia. Mart¨ªnez ha sido absuelta. En el juicio, el fiscal hab¨ªa solicitado una pena de dos a?os de prisi¨®n y una multa de 12.000 euros tanto para ella como para Bernad. La acusaci¨®n particular hab¨ªa pedido para ambos 2 a?os y 6 meses de c¨¢rcel, y 10.800 euros de multa.
La c¨¢mara, colocada un viernes, as¨ª como un aparato de sonido, grab¨® durante 29 horas seguidas, hasta que fue detectada por uno de los miembros de la hermandad y retirada. Mart¨ªnez explica que no lleg¨® a grabar la misa, sino unos rezos. Ellos nunca recuperaron el material de v¨ªdeo.?
La magistrada sostiene que la cripta donde se encontraba no es un lugar abierto al p¨²blico, ya que solo est¨¢n autorizados a entrar los miembros de la Hermandad de Caballeros voluntarios de la Santa Cruz y las autoridades eclesi¨¢sticas y considera, por tanto, que el condenado "atent¨® contra la intimidad de los miembros de la Hermandad" .
Bernad y Mart¨ªnez pertenecen al colectivo cultural ¡®ZER Dilemas Urbanos/Derivas ciudadanas¡¯, que organiz¨® en enero de 2017 unas jornadas en Pamplona bajo el t¨ªtulo ¡°?Qu¨¦ hacemos con el ¡°Monumento a los Ca¨ªdos¡±? En esas jornadas estrenaron el documental. Para entonces ya hab¨ªan sido exhumados de la cripta, por orden del Ayuntamiento -propietario del monumento desde 1998- los restos de Sanjurjo y Mola. Un juez de Pamplona orden¨® el pasado junio restituir los restos al monumento, pero el Tribunal Superior de Justicia de Navarra revoc¨® el pasado enero esa sentencia y aval¨® la exhumaci¨®n.
La magistrada sostiene en su escrito que el Arzobispado tiene derecho de usufructo a perpetuidad de la cripta, todos los elementos inmuebles que la integran, as¨ª como de las dependencias religiosas y del corredor del s¨®tano que comunica con el templo parroquial de Cristo Rey.
Tanto Bernad como Mart¨ªnez accedieron al interior del monumento el 18 de marzo de 2016 tras haber cumplimentado la solicitud en el Ayuntamiento para realizar el documental. La sentencia establece que el documentalista "con ¨¢nimo de atentar contra la intimidad de los miembros de la Hermandad de Caballeros voluntarios de la Santa Cruz y con ¨¢nimo de comprobar el tipo de actos de culto que por parte de los mismos se realizan en la cripta y poder asimismo obtener evidencias videogr¨¢ficas de lo que en la cripta se hace y practica¡±, coloc¨® una microc¨¢mara de vigilancia, un grabador de v¨ªdeo y un micr¨®fono de grabaci¨®n y grabadora digital en el interior de la rejilla de ventilaci¨®n, en el interior de la cripta, a la derecha del altar. Y resalta que ni siquiera la sospecha de que en su interior pudieran cometerse actos il¨ªcitos autorizar¨ªa a Bernad, en el ejercicio de su derecho de expresi¨®n e informaci¨®n, a colocar un micr¨®fono y una c¨¢mara para grabar e interceptar conversaciones entre terceros.? "Ese derecho de libertad de expresi¨®n y de libertad de informaci¨®n no es un derecho absoluto y tiene su l¨ªmite en el derecho de los otros¡±, afirma.
Preguntado por si se arrepiente de haber colocado la c¨¢mara, Bernad lo tiene claro: "No". S¨ª lamenta que este tipo de sentencias puedan condicionar a otros sobre qu¨¦ documentales pueden hacer y cu¨¢les no. "Creo que esa historia, la vigencia de ese monumento franquista, merec¨ªa ser contada", zanja el documentalista.?
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