Mariano ¡®blue eyes¡¯

D¨ªa claro en Pontevedra a las ocho y media de la tarde, primavera feliz. Aqu¨ª Mariano Rajoy abri¨® la campa?a electoral, su ciudad, acogido por la derecha local entre besos y abrazos, llenando un auditorio, el de Abanca, dejando a una muchedumbre fuera viendo las pantallas. De ma?ana, el joven que le sacudi¨® un pu?etazo en 2015 estuvo rondando la carpa del PP como quien husmea una presa. "Sois un partido de ladrones", dijo. Luego, al ver que las militantes le invitaban amablemente a irse, pregunt¨® si es que no lo conoc¨ªan. "Yo soy el que le peg¨® la hostia a Rajoy", dijo, "pero estoy arrepentid¨ªsimo".

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Entre su antiguo enemigo p¨²blico (una especie de Actor Secundario Bob) merodeando por las calles, entre el grupo de manifestantes fuera grit¨¢ndole "Rajoy escoita, os Pacs est¨¢n en loita" y la gente viendo en una pantalla lo que dec¨ªa detr¨¢s de una pared, Mariano Rajoy parec¨ªa presidente del Gobierno otra vez.

En su ciudad obtuvo no un mitin de campa?a para que Casado presida el Gobierno sino un acto general de desagravio dirigido al micr¨®fono por su amiga ¨ªntima, la presidenta del Congreso Ana Pastor. "Mariano, todo lo que has hecho lo has hecho a tu manera, como Sinatra". Entre ovaciones a Rajoy, que parec¨ªa presentarse a la elecciones a mejor expresidente del Gobierno, el candidato del PP de Pontevedra, Rafa Dom¨ªnguez, anunci¨®: "Voy a incumplir una promesa. Te dije que cuando sea alcalde mi primera medida ser¨ªa retirar la declaraci¨®n de persona non grata que te hicieron aqu¨ª. Pues no: ser¨¢ la segunda", dijo para anunciar que lo primero ser¨¢ garantizar la presencia de la f¨¢brica Ence en la r¨ªa de Pontevedra. Como pase el non grato a la tercera prioridad al final a¨²n se olvida.

Antes de que Rajoy saliese a hablar se pas¨® un v¨ªdeo de seis minutos de homenaje: im¨¢genes de Rajoy de joven, ya presidiendo cosas, y en tomas de posesi¨®n trufadas por declaraciones de vecinos y cargos del partido declar¨¢ndole lealtades y an¨¦cdotas (el marianismo es, en esencia, una industria de an¨¦cdotas). Se trat¨® de uno de esos homenajes que Ra¨²l del Pozo resuelve a golpes con los homenajeadores mientras pregunta si se va a morir. Acab¨® el v¨ªdeo y sali¨® Rajoy, por fin, con la gente poni¨¦ndose r¨¢pidamente en pie d¨¢ndole un aplauso que tumbar¨ªa a cualquiera. Para entonces se hab¨ªa pronunciado dos veces, y de pasada, la palabra "Casado", y una de ellas para hablar de un se?or emparejado.

La tercera lo hizo Rajoy. Que tuvo al ver el v¨ªdeo una certeza: "Lo importante en la vida son la familia y los amigos, el resto es literatura". Avis¨®: "Es mi primer mitin desde que me desped¨ª en el congreso del PP". Se reivindic¨®, reivindic¨® a su partido, elev¨® el tono guerrero ("?vamos a ganar como siempre!") y agit¨® la mano en el aire con tanta rabia que si agarra al chaval que le peg¨® lo manda a Compostela de un sopapo. "Yo no voy a pedir el voto para m¨ª, ya lo he hecho mucho. Yo pido el voto para el Partido Popular. Yo pido el voto para Ana Pastor, para ella vengo a pedir el voto. Y tambi¨¦n para Alberto [N¨²?ez Feij¨®o]"; Feij¨®o, por cierto, interpel¨® a Vox cuando le toc¨® hablar: "Vosotros qu¨¦ co?o sab¨¦is". A los dos, a Pastor y Feij¨®o, les dedic¨® largos mon¨®logos hasta llegar a Casado, a quien cit¨® para pedir el voto y dedicarle un halago que a ver qui¨¦n no le vota ahora: "Es un hombre joven y ya curtido, con ambici¨®n y con ganas". My way.