El disputado voto de la coleta de Iglesias
La primera regla para ser de la gente es que no te conozca la gente
Pablo Iglesias ha dicho que s¨®lo se cortar¨ªa la coleta si se lo pidiesen sus hijos. Es una declaraci¨®n pol¨ªtica important¨ªsima, y no es iron¨ªa, pues Iglesias por sus hijos ya tuvo que hacer en su momento un refer¨¦ndum: aquel en el que el partido decidi¨® si continuaba en su puesto de trabajo debido a su casa nueva. Eso se entiende, por m¨¢s que Iglesias no lo entendiese en otros padres, del mismo modo que se entiende como normal que empezase a quedar en reservados para comer: sencillamente porque un personaje p¨²blico de su relieve no tiene intimidad en una mesa normal. No se le cuenta el plan de una moci¨®n de censura a nadie en medio de un garito, llegados los chupitos, y rodeado de gente que, al reconocerte, s¨®lo se dedica a poner la antena; bueno, no se puede contar una moci¨®n de censura ni nada, en realidad. La primera regla para ser de la gente es que no te conozca la gente.
La coleta, sin embargo, no se puede cortar salvo decisi¨®n propia o decisi¨®n de tu pareja, nunca de los hijos; si los hijos te piden que te la cortes, te haces dos. Vas con chichos a la tribuna del Congreso y a quien Dios se la d¨¦, San Pedro se la bendiga. Si se trata de perder las elecciones por la familia, mejor hacerlo educ¨¢ndola que consinti¨¦ndola. Los padres a los hijos no les tienen que resultar atractivos a la vista, no al menos al punto de que te peinen ellos. Yo esto lo detecto en amigas y amigos de mi generaci¨®n que te dicen que se han puesto esto o aquello, o se han cortado el pelo o dejado largo, ¡°porque a mi hijo le gusta m¨¢s as¨ª¡±. Se?ores de 47 a?os vestidos como la Patrulla Canina.
Ese s¨ªndrome de por mi hija mato, loable pero confuso (una cosa es matar por tu hija y otra que te mande al peluquero), lo dej¨® entrever Iglesias a Jos¨¦ Ram¨®n de la Morena en Onda Cero. Los hijos suele ser un recurso infalible en las campa?as electorales, y lo hacen de tal forma que por momentos parece la escaleta de la casa de Bert¨ªn Osborne. Una de las razones podr¨ªa ser el voto de la familia, que por alguna extra?a idea suele pensarse que es el mismo, como si todos votasen a uno. Es decir, como si lo decidiesen en una comida familiar, precisamente el momento de la semana en que m¨¢s discusiones se producen: no se ponen de acuerdo para elegir el vino se van a poner de acuerdo para elegir el voto. Sea como sea, los ni?os juegan en la pol¨ªtica el mismo papel relevante que en el f¨²tbol o cualquier otra actividad de ¨ªndole moral: son el term¨®metro de las buenas personas. La peor pesadilla de un jefe de campa?a no es que te encuentren una cuenta en un para¨ªso fiscal, sino hacer llorar a un cr¨ªo. Lo que coloquialmente se conoce como ¡°p... cr¨ªo¡±.
La coleta es parte de Iglesias como Iglesias es parte de su coleta, tanto m¨¢s lo segundo que lo primero. Si quiere gobernar Espa?a tiene m¨¢s poder sobre ella un votante que un hijo. Y si ese hijo al crecer te pide que te cortes la coleta, a lo mejor el problema no es tu imagen sino su voto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.