Revilla apura un ¨²ltimo triunfo
El regionalismo busca la hegemon¨ªa en una comunidad envejecida y que se recupera de la crisis a un ritmo inferior al del resto de Espa?a
En Santander, pasear es un arte. Cualquier tarde en la que el tiempo acompa?e, las calles de la ciudad se llenan de viandantes que compran, toman algo o simplemente contemplan la Bah¨ªa. Sin embargo, la edad de las personas que recorren el Paseo Pereda, el corredor mar¨ªtimo de Santander, es cada vez mayor. Las nuevas escaleras mec¨¢nicas instaladas por toda la ciudad para facilitar la movilidad as¨ª lo atestiguan.
Cantabria es, con una edad media de algo m¨¢s de 45 a?os, la cuarta comunidad con la poblaci¨®n m¨¢s envejecida y su capital tiene hoy poco m¨¢s de 172.000 habitantes, un n¨²mero similar al de hace cuarenta a?os. Un estancamiento demogr¨¢fico agravado por la crisis que ha estado acompa?ado de una par¨¢lisis econ¨®mica que ha comenzado a mejorar hace poco: Cantabria es una de las cuatro comunidades que no han recobrado los niveles de PIB previos al estallido de la burbuja.
Sin embargo, pol¨ªticamente, la regi¨®n vive una efervescencia m¨¢s digna de la juventud que de la mediana edad. Hasta siete partidos optan a tener representaci¨®n y el regionalismo, marginal cuando la comunidad aut¨®noma daba sus primeros pasos, puede ser por primera vez la opci¨®n m¨¢s votada. Un ¨²ltimo triunfo para el incombustible presidente regional, Miguel ?ngel Revilla, que a sus 76 a?os y cerca de la retirada multiplica su presencia en actos y ha conseguido por primera vez que el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) env¨ªe un diputado a Madrid. Su intenci¨®n: seguir los pasos estrat¨¦gicos del Partido Nacionalista Vasco o Coalici¨®n Canaria y condicionar el apoyo parlamentario a inversiones regionales.
¡°En Cantabria ha habido siempre un localismo muy fuerte y Revilla ha sabido explotarlo¡±, considera el soci¨®logo de la Universidad de Cantabria (UC) Javier D¨ªaz. La regi¨®n, que fue provincia de Santander en Castilla la Vieja, accedi¨® a la autonom¨ªa en 1981, aunque su identidad cultural llevaba gest¨¢ndose varias d¨¦cadas, asociando en el concepto de ¡°Cantabria¡± a Santander y las regiones del interior conocidas como ¡°La Monta?a¡±. El PRC, personificado en Revilla, se alz¨® muy pronto como defensor de esa ¡°cantabricidad¡± y ha ido escalando posiciones en la pol¨ªtica regional a veces desde la oposici¨®n pero sobre todo desde el Gobierno y como aliado alternativo del PP y del PSOE.
El propio presidente auton¨®mico destaca ¡°el trabajo constante de un partido que se ha hecho en 40 a?os¡±. ¡°No somos una fuerza de ayer, empezamos muy abajo y hemos ido siempre en una l¨ªnea ascendente, consolidando una estructura. Cuando lo fund¨¦, me cost¨® much¨ªsimo encontrar 100 personas para el proyecto auton¨®mico y ahora tenemos 9.000 militantes y estamos a un punto del PP¡±, resume el presidente c¨¢ntabro.
Entre 1995 y 2003 el PRC gobern¨® como subordinado del PP y a partir de 2003, a pesar de ser solo el tercer partido m¨¢s votado, Revilla fue investido presidente con el apoyo del PSOE. El PRC conseguir¨ªa superar a los socialistas en 2011, aunque por detr¨¢s de los populares, que gobernaron la legislatura con una mayor¨ªa absoluta que no revalidaron en 2015. Por mucho que no lograra ser el candidato m¨¢s votado, Revilla acced¨ªa por fin a la presidencia como socio principal de Gobierno.
D¨ªaz explica que el PRC supo capitalizar la experiencia en el Gobierno con una mezcla de ¡°ruralismo y populismo¡±, aunque cree que su regionalismo tiene el riesgo de que Cantabria caiga ¡°en el ensimismamiento y la par¨¢lisis¡± y recuerda las dudas existentes sobre c¨®mo superar¨¢ el partido la salida de Revilla y el fin de su hiperliderazgo.
Sin embargo, y a pesar de sus diferencias pol¨ªticas, todos los candidatos coinciden en el diagn¨®stico de los problemas de Cantabria, aunque difieren en su posible soluci¨®n y en el reparto de culpas, que corresponden casi siempre al partido rival. El envejecimiento de la poblaci¨®n, el despoblamiento del interior c¨¢ntabro, las dificultades de la industria y la ganader¨ªa y la falta de l¨ªnea de alta velocidad son identificados r¨¢pidamente tanto por los nuevos como los viejos partidos como los desaf¨ªos m¨¢s importantes de Cantabria.
Para Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢enz de Buruaga, candidata del PP, "Cantabria tiene que hacer del reto demogr¨¢fico una pol¨ªtica transversal presente en los principales planes de desarrollo regional" y propone una "revoluci¨®n fiscal" que beneficie a la "Cantabria vac¨ªa". Y Pablo Zuloaga, candidato del PSOE, cree que es vital ¡°cuidar de la sanidad y la educaci¨®n en el medio rural¡± porque la lucha contra la despoblaci¨®n y el envejecimiento es ¡°uno de los grandes retos de Cantabria¡±, que solo se puede vencer ¡°ofreciendo mejores servicios p¨²blicos¡±.
P¨¦rdida de poblaci¨®n
Cantabria creci¨® demogr¨¢ficamente a un ritmo constante pero moderado desde la Transici¨®n, llegando a 593.000 habitantes en 2012. Sin embargo, como explica Pedro Reques Velasco, profesor de geograf¨ªa de la UC, desde este a?o se pierde poblaci¨®n de forma constante, como consecuencia de la ca¨ªda de la fecundidad y del alargamiento de la esperanza de vida. As¨ª, la poblaci¨®n c¨¢ntabra, que ten¨ªa una estructura por edades similar a la media espa?ola, envejece m¨¢s r¨¢pidamente.
Adem¨¢s, la regi¨®n tiene un porcentaje de j¨®venes menor, algo preocupante para UGT Cantabria, que denuncia que la comunidad ¡°pierde poblaci¨®n activa sin cesar porque tiene un mercado de trabajo muy poco atractivo para los j¨®venes¡±. Ni siquiera la inmigraci¨®n extranjera sirve como freno al envejecimiento, porque tiene un peso relativo mucho menor que en el contexto nacional como consecuencia del tipo de econom¨ªa y sociedad de la regi¨®n.
El envejecimiento ha venido acompa?ado de importantes desequilibrios demogr¨¢ficos entre las comarcas costeras y los valles interiores y de un r¨¢pido proceso de urbanizaci¨®n en torno a la bah¨ªa de Santander, al eje de la capital con Torrelavega y al ¨¢rea de influencia de Bilbao. Esto ¨²ltimo ha afectado principalmente a los centros urbanos: Santander ha pasado de 152.000 habitantes en el a?o 2000 a 127.000 en 2018, un periodo de tiempo en el que muchos de los municipios contiguos han ganado poblaci¨®n.
La crisis econ¨®mica ha contribuido a este ¨¦xodo hacia las afueras, especialmente por el encarecimiento de la vivienda en una capital cada vez menos accesible econ¨®micamente y m¨¢s f¨¢cil de recorrer a pie para su envejecida poblaci¨®n: los espacios peatonales se han multiplicado, gracias a grandes operaciones como el soterramiento de la entrada al centro de la ciudad bajo el Centro Bot¨ªn.
Esa crisis lleg¨® a Cantabria con efecto retardado, y parece que tambi¨¦n pretende irse con retraso. Al cierre de 2018, era una de las cuatro comunidades que todav¨ªa no hab¨ªa recobrado los niveles previos al estallido de la burbuja y ten¨ªa 0,4 puntos menos de PIB que hace una d¨¦cada. El profesor titular de la UC David Cantarero, explica que la crisis ¡°afect¨® notablemente a Cantabria, retrasando as¨ª su crecimiento respecto al conjunto de Espa?a, puesto que sigue dependiendo mucho del sector inmobiliario y de construcci¨®n¡±. El economista apunta que hace falta una mayor inversi¨®n en industria y en el sector agr¨ªcola, en donde la mitad de ganaderos planean jubilarse en la pr¨®xima d¨¦cada y amenazan su sostenibilidad. Cantarera apunta adem¨¢s que ¡°la distancia econ¨®mica que separa a Cantabria de Espa?a se incrementa algo cada a?o¡±.
La clase pol¨ªtica es consciente de los retos de la econom¨ªa, pero se se?alan unos a otros a la hora de repartir culpas. Revilla culpa a la falta de inversi¨®n nacional y a la herencia econ¨®mica del popular Ignacio Diego, que gobern¨® durante los peores a?os de la crisis para Cantabria, mientras que el PP carga contra las sucesivas coaliciones entre PSOE y PRC. Los socialistas culpan tambi¨¦n a los conservadores y defienden su parte en la gesti¨®n del Gobierno, aunque no dudan en excusar en su falta de control de la presidencia cualquier fallo de la legislatura.
Los nuevos partidos aprovechan su falta de experiencia para enmendar la totalidad. M¨®nica Rodero, de Podemos, cree que Cantabria ¡°tiene que despegar por fin de esta crisis que tanto nos ha afectado¡±, mientras que F¨¦lix ?lvarez, candidato de Ciudadanos, cree que hay que dar ¡°un giro de 180 grados en la econom¨ªa de Cantabria, porque las perspectivas son realmente complicadas y grises¡± y pide ¡°una reestructuraci¨®n del sector p¨²blico¡±.
Sin embargo, a pesar de este estancamiento y de la p¨¦rdida relativa de peso de la industria y la agricultura y los retos que afrontan, Cantabria tiene espacio para la esperanza. La econom¨ªa se recupera lentamente, impulsada por sectores como el turismo, cada vez m¨¢s desarrollado en Cantabria, y la regi¨®n ha ganado 3,4 puntos de PIB con respecto a 2014 y cuenta con casi 19.500 parados menos. La producci¨®n industrial tambi¨¦n crece y se ha reducido el d¨¦ficit comercial.
Adem¨¢s, Santander, la principal protagonista del envejecimiento de la poblaci¨®n, busca colocarse como parada obligatoria en los circuitos culturales espa?oles, con la reciente inauguraci¨®n del Centro Bot¨ªn y el proyecto de instalar un sat¨¦lite del Museo Reina Sof¨ªa en 2021. Quiz¨¢s as¨ª se conseguir¨¢ recuperar el esplendor de una ciudad que, en palabras del historiador Manuel Su¨¢rez Cortina, siempre quiso ser ¡°la Atenas del Norte¡±.?
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