El acusado por la muerte de Samba Martine en un CIE: ¡°No sab¨ªa que ten¨ªa una enfermedad grave¡±
La inmigrante congole?a, de 40 a?os, agoniz¨® en un centro de internamiento de extranjeros de Madrid
La congole?a Samba Martine, de 40 a?os, pas¨® sus ¨²ltimas horas agonizando en la sala de estar del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche (Madrid). Hab¨ªa acudido a la enfermer¨ªa 11 veces, pero solo recibi¨® analg¨¦sicos, ansiol¨ªticos y t¨¦cnicas de respiraci¨®n. El d¨ªa de su muerte, el 19 de diciembre de 2011, ya no se manten¨ªa en pie. Cubierta con mantas en el suelo, con dificultad para respirar y envuelta en el humo de cigarros ajenos, pidi¨® ayuda al vac¨ªo por ¨²ltima vez. La enfermera no acudi¨® a auxiliarla y Martine acab¨® siendo trasladada a un hospital en un coche patrulla y no en ambulancia. Muri¨® seis horas despu¨¦s. Estaba enferma, era portadora del VIH, y en los 38 d¨ªas que pas¨® internada por haber entrado irregularmente en Espa?a se la comi¨® una infecci¨®n que, seg¨²n se desprendi¨® de su autopsia, solo es letal sin el tratamiento adecuado.
Tras siete a?os y medio, ayer comenz¨® el juicio y en el banquillo se sent¨® solo un acusado, el m¨¦dico Fernando Hern¨¢ndez, que la atendi¨® en dos ocasiones. Otros dos imputados, la enfermera que ignor¨® la gravedad de su estado el d¨ªa de su muerte y el doctor que m¨¢s la trat¨® durante su estancia en el CIE, est¨¢n pr¨®fugos ¡ªson de origen extranjero y no se les ha encontrado en Espa?a¡ª. Tampoco responde directamente Sermedes, la empresa entonces responsable de prestar asistencia m¨¦dica en el CIE.
Las acusaciones particular y popular piden para el ¨²nico procesado que ha acudido al juicio un a?o y medio de c¨¢rcel por un delito de homicidio por imprudencia y tres a?os y seis meses de inhabilitaci¨®n. La Fiscal¨ªa, hasta ahora, ha pedido el archivo del caso.
En su declaraci¨®n, Hern¨¢ndez insisti¨® en que la primera vez que atendi¨® a la v¨ªctima, el 15 de noviembre, solo vio en ella s¨ªntomas gripales. No le pregunt¨® si era portadora de alguna enfermedad, como sida, hepatitis o tuberculosis, como establecen los protocolos. Tampoco de d¨®nde proven¨ªa. ¡°Tratamos a todos por igual¡±, afirm¨®. La Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo tiene una alta incidencia de VIH.
Martine volvi¨® a la consulta de este m¨¦dico 15 d¨ªas despu¨¦s con los mismos s¨ªntomas (cefalea, dolor tor¨¢cico, sibilancias, roncus...), pero al doctor no le pareci¨® extra?o. ¡°Nada me hac¨ªa pensar que ten¨ªa una enfermedad m¨¢s grave¡±, asegur¨®. ¡°En esa ¨¦poca son muy comunes los episodios catarrales y no se curan en una semana ni dos¡±. La congole?a tambi¨¦n presentaba picaz¨®n provocada por hongos en la zona perineal, un indicativo de que su dolencia pod¨ªa ir m¨¢s all¨¢ de una gripe, seg¨²n la acusaci¨®n.
De las 11 veces que Martine recibi¨® asistencia solo en una ocasi¨®n consta la presencia de un int¨¦rprete. Ante la falta de traductor oficial, las consultas en el CIE se realizaban con el apoyo de una gu¨ªa en la que constan enfermedades y s¨ªntomas en varios idiomas. ¡°En este caso hubo una total negligencia y mala praxis del servicio m¨¦dico¡±, afirma el abogado de la acusaci¨®n particular, V¨ªctor D¨ªaz.
Los letrados que asumieron el caso de Martine han acudido a varias instancias hasta llegar a este juicio. El Juzgado de Instrucci¨®n 38 de Madrid archiv¨® la causa en 2012, pero la Audiencia Provincial le oblig¨® a reabrirla en 2014. El tribunal determin¨® que si Martine hubiese recibido el tratamiento correcto ¡°se podr¨ªa haber evitado el fatal desenlace¡±. Los magistrados destacaron ¡°la posici¨®n de garante¡± del personal sanitario, ya que los internos no tienen libertad para ir a otros m¨¦dicos fuera del centro.
Desde que lleg¨® al CIE de Aluche, Martine no dej¨® de quejarse de su estado de salud. En el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, donde hab¨ªa pasado un tiempo tras llegar a Espa?a, se le detect¨® el VIH, informaci¨®n no se comparti¨® con el personal m¨¦dico de Madrid.
El d¨ªa de su muerte, Martine acudi¨® a la consulta del centro por ¨²ltima vez, pero el personal sanitario le ense?¨® ejercicios de respiraci¨®n para que no hiperventilara. Para calmarla, le inyectaron diazepam. Ella continu¨® hiperventilando dormida. ¡°Se quejaba de que su estado no mejoraba y de que tampoco ten¨ªa acceso al servicio m¨¦dico¡±, record¨® ayer como testigo Laura D¨ªaz Nieto, una de las trabajadoras de Cruz Roja en el centro. Cuando, por fin, decidieron llevarla al hospital, Martine entr¨® en el coche patrulla sin poder sostenerse en pie. La trabajadora de Cruz Roja que tuvo que abrocharle el cintur¨®n de seguridad, porque se ca¨ªa, la recuerda diciendo: ¡°Me voy a morir, me voy a morir, me voy a morir¡±.
Preguntas impertinentes
El magistrado titular del juzgado de lo penal 21 no se lo ha puesto f¨¢cil a la acusaci¨®n. El juez ha declarado ¡°impertinentes¡± m¨¢s de una decena de preguntas de los letrados que pretend¨ªan ahondar en la atenci¨®n prestada a Samba Martine.
El entonces juez de control del CIE, Ramiro Garc¨ªa de Dios, critic¨® la actitud del magistrado y del fiscal a la salida del juicio. ¡°El sistema de funcionamiento del CIE es una estructura que ha propiciado la muerte de Samba¡±, mantuvo. ¡°Me parece que el juez y el fiscal se han olvidado de su papel garantista. El fiscal parec¨ªa el abogado defensor y el juez no puede tener una opini¨®n preconcebida y declarar impertinente pregunta tras pregunta¡±, lament¨®.
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