Adi¨®s al alcalde m¨¢s longevo de Galicia: ¡°Esto es cambio y lo dem¨¢s, pamplinas¡±
El socialista ?lvaro Vila recoge el bast¨®n de mando de Taboadela (Ourense), asido desde 1972 con reiteradas mayor¨ªas absolutas por el popular Manuel Gallego
Acaba de terminar el acto en el Ayuntamiento de Taboadela (1.440 vecinos) y el nuevo alcalde, ?lvaro Vila, sale del consistorio al mismo tiempo que el viejo regidor, Manuel Gallego. El p¨²blico congregado a pie de escalinata aplaude, "?alcalde, alcalde!", y el veterano ya ni mira, porque sabe que la fiesta no es por ¨¦l. Concejal desde 1967 y gobernante local desde 1972, ostentaba el r¨¦cord del m¨¢s longevo en la pol¨ªtica gallega. Primero con Franco, luego con UCD, despu¨¦s con Coalici¨®n Galega y, desde que se lo pidi¨® "personalmente" Fraga, con el PP. A los 82 a?os, marcha de una casa consistorial que cuando ¨¦l lleg¨® ni exist¨ªa (la primera vez que jur¨® su cargo lo hizo "en la carretera"), y deja su despacho al socialista, que gobernar¨¢ con Ciudadanos.
Entre los que vitorean al nuevo, solo una mujer se acerca a saludar al ¨²nico alcalde que tuvo este municipio ourensano desde tiempos de la dictadura. La se?ora viene con vestido rojo y mantilla de encaje negro por los hombros. Se nota que viste para un acontecimiento. "Soy Rosa Ara¨²jo, la madre de ?lvaro", le anuncia cordial la progenitora del nuevo regidor. "Yo nunca te vot¨¦", le confiesa. "Siempre apoyaba al partido de Felipe [Gonz¨¢lez], que era el m¨¢s guapo. Por esto, alguna vecina me llamaba jud¨ªa, y eso que soy de rezar el rosario a diario". "Esto es cambio y lo dem¨¢s, pamplinas", concluye riendo a un par de metros otro vecino de Taboadela, "?aqu¨ª no conocemos otra cosa!".
"Es un cambio brutal", coincide el flamante ?lvaro Vila. En 2015, el PP conserv¨® la mayor¨ªa absoluta por solo 13 votos, pero no era tan evidente que esta vez el PSdeG-PSOE fuese a pasar de dos a cuatro concejales en una corporaci¨®n de nueve y el PP, de cinco a tres. Y que Cs, con un acta, comprometiese esta semana su respaldo a los socialistas a cambio de la tenencia de alcald¨ªa para su cabeza de lista, Roberto Blanco. El hecho de que el eterno primer edil desapareciese de la candidatura a favor de otro representante del PP fue una de las causas del vuelco en un pueblo que, seg¨²n los portavoces de los otros partidos, votaba desde hace d¨¦cadas al mismo "por costumbre".
En Taboadela nadie sabe decir si a Manuel Gallego lo apartaron o se apart¨®. ?l insiste en que las noticias que informaban de que la decisi¨®n la hab¨ªa tomado Jos¨¦ Manuel Baltar (PP), presidente de la diputaci¨®n, son "mentira" y que desde 2015 ten¨ªa "madurada" la idea de retirarse. Hace dos a?os, una operaci¨®n a coraz¨®n abierto "fue la confirmaci¨®n" de que su tiempo al frente del municipio acabar¨ªa en 2019. Cuando se le pregunta por el estrepitoso desplome de su partido, el exalcalde se reserva su opini¨®n sobre "el equipo", encabezado por el candidato popular Jos¨¦ Antonio Paz.
"Era un gran amigo de Baltar padre [Jos¨¦ Luis Baltar, que dej¨® en herencia a su hijo el cargo de presidente de la diputaci¨®n], y ejerci¨® el mando de forma muy personalista, con una red clientelar muy bien tejida y un m¨¦todo casi infalible para perpetuarse", resume Xos¨¦ Ant¨®n Calvi?o, el ¨²nico concejal de VE-TA, Candidatura Veci?al de Taboadela, y tambi¨¦n el ¨²nico que se abstuvo en la votaci¨®n de investidura de ?lvaro Vila. "Manuel Gallego entend¨ªa la gesti¨®n como algo unipersonal", confirma el sucesor en la alcald¨ªa, "no delegaba competencias". "Ahora hay que ponerse a trabajar, coger carrerilla despu¨¦s de a?os a remolque", sigue. Se trata de resucitar un Ayuntamiento que, en su opini¨®n, no aprovech¨® sus posibilidades: "Estamos muy cerca de Ourense pero parece que estamos muy lejos". Visiblemente emocionado y nervioso, el socialista acab¨® este s¨¢bado su primer discurso como alcalde con un "todo para el pueblo y por el pueblo".
No obstante, el viejo gobernante defiende su trabajo. "Este Ayuntamiento ten¨ªa cero patatero cuando lo cog¨ª, y ahora tiene m¨¢s de 30 millones de euros de patrimonio y ni una peseta de deuda. Hay mucha obra hecha, aunque est¨¦ enterrada", dice en alusi¨®n al trasvase desde el municipio vecino y al alcantarillado que, seg¨²n ¨¦l, ha conseguido llevar a "todas las casas".
Despu¨¦s de 47 a?os como alcalde, Manuel Gallego jura que la pol¨ªtica "engancha". "Todo lo que tiene Taboadela, bueno y malo, es responsabilidad m¨ªa", asegura ante el Ayuntamiento que mand¨® construir en la parcela aleda?a al camposanto parroquial. Muchos de los que duermen el sue?o eterno en este pueblo envejecido (que no ha hecho m¨¢s que perder poblaci¨®n pese a estar a solo 15 kil¨®metros de la capital provincial) fueron votantes suyos, reconoce.
Gallego recuerda que a los 13 a?os "ya iba a trabajar a las siegas a Castilla" y que a los 16 emigr¨® a Euskadi como obrero de la construcci¨®n. All¨ª perdi¨® un dedo de esa mano diestra con la que luego asi¨® 47 a?os el bast¨®n de mando. Al regresar a su pueblo, mont¨® una granja de pollos que estuvo en los or¨ªgenes de Coren, la m¨¢s poderosa empresa av¨ªcola y c¨¢rnica de Galicia, se compr¨® un Seat 600 y, en seguida, se transform¨® en el lugare?o m¨¢s influyente.
A diferencia del que ahora se ha convertido en el regidor m¨¢s veterano de Galicia (Sen¨¦n Pousa, de Beade, en el cargo desde 1974), el exalcalde de Taboadela niega hacer "gala del franquismo". "Lo asumo porque fue parte de la historia que no se puede borrar, nada m¨¢s. Por eso el otro d¨ªa, que estuve en Salamanca, vi que ya no estaba la estatua de Franco y me fastidi¨®", contin¨²a. Pero, cuando se le pregunta por el mejor recuerdo que guarda de sus mandatos, no se lo piensa dos veces y cita un episodio de la dictadura: "Fue aquel d¨ªa en que ped¨ª ayuda al gobernador civil porque los vecinos de un pueblo se resist¨ªan y no dejaban entrar las m¨¢quinas para hacer la carretera... enseguida me mand¨® 50 guardias civiles para abrir paso. ?Y lo abrieron!"
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