Los populares como tragedia y luego como Almeida
Cuando Vox dice que han llegado los gobiernos de las libertades para frenar ¡°la amenaza de Carmena¡± no causa tanta impresi¨®n la amenaza que pueda suponer Carmena como las libertades que propone Vox
Uno de los reproches que se atribuyen a la izquierda por la p¨¦rdida de Madrid es la rabia en lugar de la pena, y una de las razones de esa rabia ser¨ªa la llegada de la libertad en lugar de la horterada.
Todo se debe a un error de percepci¨®n, exagerado por ganar la alcald¨ªa de Madrid con los peores resultados de su historia, que parte del origen, cuando Casado se present¨® a la direcci¨®n maniatado por la obsesi¨®n de Vox, haci¨¦ndolo centro de su acci¨®n pol¨ªtica hasta que consigui¨® que lo fuese. Por eso cuando Ortega Smith dice que han llegado los gobiernos de las libertades para frenar ¡°la amenaza de Carmena¡± no causa tanta impresi¨®n las amenazas que puedan suponer para nadie Manuela Carmena, sino las libertades que propone Vox, que van desde la libertad de curar a los homosexuales hasta poder llamarlos maricones, en ese regreso a la ETV (Espa?a de Toda la Vida) que se promueve como signo inconfundible de progreso: ya no se puede hacer nada, ni llamarlas ¡°comerrabos comunistas¡±, sin que se te eche encima la dictadura de lo pol¨ªticamente correcto.
Por eso estuvo bien que a esa Espa?a se asomasen en el acto de investidura del Ayuntamiento como espectadores aquellos que representan al PP de Madrid de siempre, desde ?lvarez del Manzano hasta Gallard¨®n, pasando por la eterna Ana Botella; ellos asociaron el PP a Madrid con el mismo ¨¦nfasis que los espa?oles asociaron Madrid a una derecha irremediable, inherente a su esp¨ªritu, la capital entregada a una forma de ser y de gobernar. Un rodillo no solo pol¨ªtico sino moral. ?Y este PP, el PP de ayer, el de Mart¨ªnez-Almeida y Ayuso, los nuevos l¨ªderes del ej¨¦rcito viejo? Ha viajado del autoritarismo al entreguismo, un desplazamiento que no se ha llevado muchos principios porque estos ya los hab¨ªa patrimonializado Vox, pero s¨ª ha permitido ver la erosi¨®n de cuatro a?os sin poder, ejemplificados en la sombra recortada de Gallard¨®n proyect¨¢ndose sobre Mart¨ªnez-Almeida, que no se vio en otra.
Casado pill¨® lo que pudo para las candidaturas y las candidaturas han pillado lo que han podido para Casado: el poder en la capital, su victoria m¨¢s sonada, un ¡°d¨ªa hist¨®rico¡± para el PP, dijo, que lo sit¨²a de nuevo ¡°en la centralidad¡±, horas despu¨¦s de pactar con la extrema derecha y delante de candidatos que ganaban Madrid por mayor¨ªa absoluta. Ah¨ª est¨¢ de nuevo la percepci¨®n y su margen de confianza, la misma por la que PP y Ciudadanos se han convencido a s¨ª mismos de que Vox no existe y de que es su limpio pacto el que provoca la rabia de sus adversarios, en lugar de la pena de ver la ciudad bajo la espada de Damocles de los que prometieron pasar y pasaron, y lo recordaron hace tres semanas por si alguien dudaba de qui¨¦nes son.
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