Felipe VI recibe la Orden de la Jarretera, m¨¢xima distinci¨®n brit¨¢nica
La ceremonia se ha celebrado en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor
Mientras el Reino Unido se repliega sobre s¨ª mismo frente a la Uni¨®n Europea, la Corona brit¨¢nica refuerza su v¨ªnculo con la espa?ola condecorando a Felipe VI con su m¨¢xima distinci¨®n y un ba?o de pompa. El Rey ha sido investido este lunes en el castillo de Windsor con la Orden de la Jarretera por Isabel II, con la exuberante solemnidad y coreograf¨ªa que sustancian a la monarqu¨ªa del Reino Unido. [Vea la fotogaler¨ªa de la ceremonia]
La reina brit¨¢nica ya concedi¨® a Felipe VI el ingreso a la Orden de la Jarretera, fundada en 1448 por Eduardo III, como "Caballero Extranjero" durante la visita de Estado que los Reyes de Espa?a hicieron a Londres y Oxford en julio de 2017. Pero la investidura de los nuevos miembros, que coincide con el lunes de la semana de las carreras reales de Ascot, tiene su propio calendario y liturgia, inspirada en la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda.
El primer acto del denominado Garter Day (D¨ªa de la Liga) se ha producido en el Sal¨®n del Trono de esta fortaleza, ubicada en el condado de Berkshire, a poco m¨¢s de 40 kil¨®metros de Londres, una de las residencias de la familia real brit¨¢nica desde hace mil a?os. Ha estado precedido por una apoteosis de sombreros, pamelas, tocados, chisteras y bombines en las cabezas de los centenares de invitados que han ido acudiendo al castillo desde varias horas antes de las 12.00 (la una en Espa?a).
Siguiendo las reglas de la orden, la investidura se ha desarrollado en privado. La soberana brit¨¢nica ha presidido el cap¨ªtulo de la orden en presencia de los ocho miembros de su familia, los ocho caballeros extranjeros (entre ellos, Felipe VI y el rey Guillermo de Holanda, que tambi¨¦n ha recibido este honor, acompa?ados por la reina de Espa?a y la de Holanda), el Pr¨ªncipe de Gales y los 23 caballeros y damas (en este momento hay una vacante) pertenecientes a esta congregaci¨®n, tambi¨¦n conocida como de la Liga, cuyos miembros lo son con car¨¢cter vitalicio siempre que no cometan delitos de herej¨ªa, traici¨®n o cobard¨ªa.
Tras el almuerzo celebrado en el Sal¨®n de Recepciones, y de nuevo convenientemente cubiertos con el atuendo preceptivo (toga de terciopelo azul, sombrero estilo Tudor con un penacho de plumas de avestruz y el collar de la orden, del que cuelga la imagen de San Jorge matando al drag¨®n con su lanza), se han dirigido en procesi¨®n formando una serpiente crom¨¢tica, metalizada por los brillos de los sables, cascos y espuelas del despliegue de guardias reales que les han hecho el pasillo por el interior del castillo hacia la capilla de San Jorge, donde se ha celebrado un servicio religioso para culminar la celebraci¨®n.
El cortejo, espoleado por las marchas marciales de las bandas de Caballer¨ªa y de la Guardia de Granaderos, lo han encabezado los oficiales de la orden, como heraldos, seguidos por un escuadr¨®n de beefeaters con tabardos dorados. Tras ellos, los caballeros y damas de la orden, con Felipe VI y Guillermo de Holanda, y los miembros de la familia real brit¨¢nica. Isabel II, por segunda vez, ha cubierto la procesi¨®n, que sol¨ªa hacer a pie con los miembros de la orden, transportada en un Rolls Royce.
Todos los integrantes del desfile luc¨ªan en el pecho la insignia con la cruz del santo rodeada por la liga que da nombre a la orden representada por un cintur¨®n azul con hebilla en el que est¨¢ escrito el lema afrancesado de la orden Honi soit qui mal y pense (Que se averg¨¹ence aquel que de esto piense mal). Seg¨²n la leyenda, Eduardo III estaba bailando en una fiesta con la futura primera princesa de Gales, a la que se le cay¨® una liga azul de la pierna. Para evitar el sofoco a Juana de Kent, el rey recogi¨® la liga, la anud¨® a su propia pierna y exclam¨® la frase que se convirti¨® en divisa de la orden.
La fanfarria de los trompeteros ha anunciado la entrada de Isabel II en la capilla de San Jorge, un aut¨¦ntico estuche de esencias de la Casa Windsor. El selecto s¨¦quito se ha encerrado bajo la b¨®veda de crucer¨ªa g¨®tica de la capilla, donde hay diez reyes enterrados (Enrique VIII y Carlos I, entre ellos), para el ¨²ltimo acto de la ceremonia de la toma de posesi¨®n de Felipe VI y Guillermo de Holanda. En este escenario recurrente de bautismos, bodas y enterramientos de los miembros de la familia real brit¨¢nica, con un Tedeum Laudamus, ha puesto punto final al rito, tras lo cual Isabel II, el Pr¨ªncipe de Gales y los Reyes de Espa?a han salido en respectivas carrozas hacia las dependencias del castillo para poner el broche a la jornada con el sacro precepto brit¨¢nico de tomar el t¨¦.
Los Reyes de Espa?a, que se han alojado en el Castillo desde el domingo y han estado acompa?ados por la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, regresan a Madrid por la noche.
Gran afinidad
Isabel II siempre ha tenido una gran afinidad con la familia real espa?ola, con la que mantiene un lejano parentesco, tanto por parte de Juan Carlos I como de do?a Sof¨ªa. La reina Victoria Eugenia, casada con Alfonso XIII, era nieta de la reina Victoria. En el caso de la reina Sof¨ªa, su bisabuelo, el k¨¢iser alem¨¢n Guillermo II, tambi¨¦n era nieto, y, adem¨¢s, abuelo de Felipe de Edimburgo. En un gui?o a Inglaterra, la reina Letizia ha? lucido en el acto unos pendientes de la reina Victoria Eugenia. Este parentesco ha propiciado que Juan Carlos I se refiriera a Isabel II con el apelativo familiar "prima Lillibeth". Juan Carlos I ingres¨® en la Orden de la Jarretera, a la que pertenecieron otros ocho reyes espa?oles, en 1989.
Durante el viaje de Estado que los Reyes de Espa?a hicieron al Reino Unido en 2017, la soberana brit¨¢nica hizo gala de esa afinidad, que quiso extender a ambas naciones a pesar del camino iniciado por el Reino Unido con el Brexit y las tiranteces respecto a Gibraltar. En el banquete de Estado que les ofreci¨® junto al Duque de Edimburgo, defendi¨® que ning¨²n desaf¨ªo afectar¨ªa a las buenas relaciones entre ambos pa¨ªses. "Una relaci¨®n como la nuestra fundada en tan grandes fortalezas e intereses comunes, garantizar¨¢ que nuestras naciones prosperen, ahora y en el futuro, cualesquiera que sean los desaf¨ªos que surjan", vaticin¨®. Asimismo, mostr¨® su esperanza en "la fortaleza" de la amistad de ambos pa¨ªses, que, a?adi¨®, "ha generado un resiliente esp¨ªritu de cooperaci¨®n y buena voluntad".
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