Un museo dedicado a las matem¨¢ticas en un monasterio cisterciense

Tocar las matem¨¢ticas no es ninguna entelequia. Es posible gracias a puzles, juegos y otras actividades interactivas que estar¨¢n disponibles a partir de julio en el Museo Matem¨¢tico de Arag¨®n. Su promotor es Julio Bern¨²es, profesor de matem¨¢ticas en la Universidad de Zaragoza, que ha elegido el Monasterio Cisterciense de Santa Mar¨ªa de Casbas, en Huesca, para desarrollar su proyecto. El complejo fue construido en 1173 y habitado por monjas bernardas hasta el siglo XXI, cuando lo compr¨® la Fundaci¨®n Progea. Para conservarlo, la entidad puso en marcha visitas guiadas y una cooperativa que inclu¨ªa una huerta ecol¨®gica.

Bern¨²es dedica gran parte de su tiempo libre a ayudar en la huerta, a la que est¨¢n abonadas 50 personas. Ingresan una cantidad mensual y ese dinero sirve para pagar al responsable de las tareas agr¨ªcolas, que tambi¨¦n se encarga de recibir a los visitantes. A cambio, los socios se llevan a casa los productos. Una tarde, a Bern¨²es se le ocurri¨® una idea para aprovechar los 10.000 metros cuadrados del monasterio, en desuso. Le bastaban unas salas para crear un centro donde ense?ar matem¨¢ticas de forma l¨²dica. ¡°Todos tenemos en la cabeza una disciplina r¨ªgida y muy t¨¦cnica, pero esa fama es muy exagerada. Las mates pueden ser pr¨¢cticas y divertidas¡±, asegura.

El museo contar¨¢ con tres salas expositivas, una sala para talleres y otra dedicada a exposiciones temporales. Adem¨¢s, albergar¨¢ una veintena de puestos explicativos con actividades matem¨¢ticas tanto anal¨®gicas como digitales. La empresa se financiar¨¢ con fondos propios, aunque se ha creado un crowdfunding para completar la puesta en marcha del museo. Los mecenas contar¨¢n con diferentes incentivos y visitas gratuitas. En verano, el centro solo abrir¨¢ s¨¢bados y domingos, ya que durante la semana pocas personas se acercan hasta Casbas, un pueblo de la Comarca de la Hoya de apenas 270 habitantes. La segunda fase del proyecto comenzar¨¢ en oto?o, cuando se concertar¨¢n visitas con centros educativos. Acercar esta ciencia a todos los p¨²blicos es uno de los objetivos de su creaci¨®n.

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¡°Las matem¨¢ticas est¨¢n para usarlas. Es como el m¨²sico que solo aprende a solfear. Ese aprendizaje hay que aplicarlo. La t¨¦cnica es importante, pero hay que comunicar las habilidades que hay detr¨¢s¡±, reconoce Bern¨²es. El centro ser¨¢ pionero en Arag¨®n. En Espa?a solo existe algo similar en Cornell¨¢, el Museo de Matem¨¢ticas de Catalu?a, que recibe m¨¢s de 10.000 visitas al trimestre. En el resto de Europa hay otros cuatro espacios con dedicaci¨®n exclusiva a esta materia: Quaregnon (B¨¦lgica), Beaumont-de-Lomagne (Francia), Giessen (Alemania) y Florencia (Italia). ¡°Los monasterios siempre han estado asociados al conocimiento. Qu¨¦ mejor idea que un museo para desmitificar una ciencia tan ¨²til como las matem¨¢ticas¡±, explica su promotor.

El centro contar¨¢ con el respaldo del Instituto Universitario de Matem¨¢ticas y Aplicaciones (IUMA) y la Sociedad Aragonesa de Profesores de Matem¨¢ticas (SAPM), dos entidades comprometidas con la divulgaci¨®n de esta ciencia. Bern¨²es afirma que el inter¨¦s por la disciplina ha repuntado en los ¨²ltimos a?os. ¡°Hay una cantidad importante de canales de YouTube, se abren webs y existen programas de televisi¨®n. No hace tanto la nota de corte para estudiar matem¨¢ticas era un cinco, pero ahora llega al 11. Las salidas profesionales no se circunscriben a ser profesor. La gente se coloca en consultor¨ªas y empresas inform¨¢ticas¡±.

La apertura del museo facilitar¨¢ el segundo objetivo, fomentar el turismo que visita el monasterio, una joya arquitect¨®nica que fue declarada monumento hist¨®rico-art¨ªstico nacional en 1979 y Bien de Inter¨¦s Cultural en 2004. En los ¨²ltimos a?os, el complejo hab¨ªa alcanzado una gran popularidad por ser uno de los escenarios en los que la realizadora aragonesa Paula Ort¨ªz rod¨® su pel¨ªcula La Novia, que obtuvo dos premios Goya.