Madrid, Zaragoza y Lleida: 72 horas persiguiendo la ola de calor a 40 grados
Las tres ciudades han batido los r¨¦cords de temperatura en junio
¡ª ?Cu¨¢ntas botellas de agua vende al d¨ªa?
¡ª Pfffff.
El ¡°pfffff¡± equivale a 10 cajas. Y 10 cajas son 240 botellas. Y 240 botellas son 240 euros al d¨ªa. ¡°Sin contar las del fin de semana¡±. Beatriz Pascual, de 54 a?os, es una de las quiosqueras de la Gran V¨ªa madrile?a. Esta semana ha hecho el agosto en julio¡ con agua. ¡°Antes el calor era de otra manera. No s¨¦ si ser¨¢ el cambio clim¨¢tico¡±. La ola de calor jam¨¢s contada de la historia de todos los junios de Espa?a no ha llegado a la orilla, todav¨ªa. Este mi¨¦rcoles en Madrid las cruces de las farmacias parec¨ªan las estrellas polares del est¨ªo. L¨®gico. Si de media en Madrid sol¨ªa hacer 29 grados. El mi¨¦rcoles, 36; alerta amarilla. ?Quieres verano? Pues toma dos S¨¢haras.
La diferencia entre una alerta amarilla y una naranja est¨¢ en un por favor. En la madridcentralizada arteria capitalina se escuchaba cada dos por tres este mi¨¦rcoles un ¡°?qu¨¦ calor, qu¨¦ calor hace!¡±. El jueves en Zaragoza se a?ad¨ªa: ¡°?qu¨¦ calor, qu¨¦ calor, por favor!¡±. A las 9.30 de la ma?ana, 31 grados. Ante tal escenario, ya solo quedaba preguntar a la Virgen. Al cruzar las gigantescas puertas de la bas¨ªlica del Pilar se o¨ªan muchos ¡°qu¨¦ bien¡±, ¡°esto s¨ª¡±, ¡°qu¨¦ fresquito¡±. El ansiado cierzo de junio se escond¨ªa en el templo.
¡ª ?Hace calor?
¡ª Yo no paso ni fr¨ªo ni calor.
¡ª ?Y eso c¨®mo se llama?
¡ª Pues aguantar.
El cura navarro Juanjo Ganuza, de 83 a?os, baj¨® hasta la bas¨ªlica este jueves aprovechando que ten¨ªa que visitar al dentista. ¡°Son unos pelmas, yo ya no voy m¨¢s. Les he pagado bastante¡±. Dice que lleva m¨¢s de 50 a?os en Zaragoza y que los informativos lo est¨¢n exagerando todo: ¡°Est¨¢n venga a decir que si 41 o 42 grados y no hace tanto¡±. Si a las 9.30 hac¨ªa 33 grados. A las 16.00, 42.
Por el paseo del Ebro, ni rastro de huellas. Por El Corte Ingl¨¦s, todas las pesquisas. Decenas de zaragozanos se agolparon en la quinta planta, la buena, la de los ventiladores. ¡°Tengo por toda la casa, pero claro, hay que ir renovando¡±, cuenta Adela, de 70 a?os, que ha venido acompa?ada de su hija para modernizar las aspas caseras. Si Zaragoza vivi¨® este d¨ªa de alerta naranja dentro de un ascensor sin aire acondicionado, Lleida estaba el viernes dentro un horno. ¡°Me he tenido que bajar de la gr¨²a porque me estaba dando un sopufo¡±, cuenta el pintor ilerdense Antonio Exp¨®sito, de 59 a?os. Antonio cur¨® el sopufo con un sobre de Ibuprofeno. ¡°Trabajar as¨ª no se puede¡±. La sensaci¨®n en las calles de Lleida era id¨¦ntica a cuando se abre la puerta del horno de casa para sacar una pizza: todo el vapor de golpe a la cara, a la nuca, a los brazos, a los ojos. A las 8.00, 25 grados. A las 12.30, 33. A las 15.00, 39. Ya est¨¢ aqu¨ª, es ella: la proclamada alerta roja.
¡°Me he levantado temprano por el calor. No he podido dormir mucho y, con los mosquitos, casi nada¡±, cuenta Salvador Vicente, de 77 a?os, mientras pasea en silla de ruedas a su mujer Bienvenida Montoya, de 66. ¡°A m¨ª no me pican¡±, r¨ªe ella. ¡°Por la tarde no saldremos. Estaremos en casita, tenemos ventiladores y aire acondicionado, vamos, de todo¡±.
¡ª ?Se venden turrones a 40 grados?
¡ª El turr¨®n se puede comer todo el a?o, pero a la gente le falta cambiar el concepto.
Sheila Rodr¨ªguez, de 31 a?os y sonrisa de oreja, es la dependienta de la hist¨®rica turroner¨ªa Vicens Agramunt. "Esta ma?ana he despachado el blanco con almendras porque se puede congelar y se toma como un helado¡±. Aunque en Lleida el p¨®dium lo ostenta el Calippo y las granizadas de lima-lim¨®n, seg¨²n varios quiosqueros. Sin embargo, la que est¨¢ elaborando en el suyo Eva D¨ªaz, de 41 a?os, no estar¨¢ hasta a las 16.00 de la tarde. ¡°Hace mucho calor y, como esta m¨¢quina solo tiene un motor, no tira¡±. Eva dice que, pese que a cuenta con una fuente de agua como competencia frente a su quiosco blanco, la gente no la quiere. ¡°La tienen como man¨ªa, no s¨¦, ser¨¢ porque como hay algunos que meten los morros para beber¡¡±. Ella, por si acaso, cobra las botellas de medio litro a un euro, el mismo precio que en la Gran V¨ªa de Madrid.
A las 17.00 de la tarde del s¨¢bado la Gran V¨ªa madrile?a marcaba 39 grados. Y como si nada: turistas paseando, sangr¨ªa en las terrazas, helados en pareja, grupos esperando en las escaleras de los cines Callao¡ ¡°El viernes me mandaron 40 cajas y ten¨ªa 15 en reserva y, para este domingo, he tenido que encargar m¨¢s al chino porque me las deja m¨¢s baratas¡±, cuenta Beatriz, que sigue vendiendo a ritmo de ¡°pffff¡± cada pocos minutos.
¡ª Hola, ?tienes agua fr¨ªa?
¡ª A un euro.
Beatriz dice que con la ola de calor en junio pr¨¢cticamente ha hecho el agosto. ¡°Y la semana que vienen dicen que bajan cuatro grados, vamos, que no se va a notar mucho¡±.
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