500 imputados desbordan a la magistrada de los ERE
La juez N¨²?ez, denunciada por la Fiscal¨ªa por dejadez de funciones, instruye a la vez 150 causas de corrupci¨®n
La denuncia de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n interpuesta esta semana contra la juez del caso ERE, Mar¨ªa N¨²?ez, por desatenci¨®n y retrasos ¡°injustificados¡±, tiene como trasfondo una monta?a descomunal de papeles: decenas de piezas y cientos de imputados que ralentizan y minimizan cualquier avance en la macrocausa. Cada sumario, con decenas de recursos, declaraciones de testigos y peritos, y autos, provoca que las investigaciones avancen a paso de tortuga en el Juzgado de Instrucci¨®n 6 de Sevilla, ¨®rgano que acumula la mayor¨ªa de causas por corrupci¨®n de los anteriores Gobiernos socialistas de la Junta de Andaluc¨ªa tras 36 a?os en el poder.
N¨²?ez sustituy¨® en 2015 a Mercedes Alaya con una concepci¨®n del delito radicalmente contraria a la de su antecesora. Mientras que Alaya, con una prosa incisiva repleta de adjetivos y juicios de valor, ve¨ªa delitos en cada ayuda concedida por la Consejer¨ªa de Empleo, N¨²?ez rebaj¨® los indicios hasta considerar a algunos beneficiarios de subvenciones ¡°v¨ªctimas¡± de la Administraci¨®n y archivar muchas l¨ªneas de investigaci¨®n abiertas. Sin embargo, ambas compart¨ªan un volumen de trabajo desmesurado tasado por Alaya en dos millones de folios, que apilados superar¨ªan los 200 metros de altura. Para evitar tanto papel, dos funcionarios comenzaron en 2014 a escanear los documentos que hoy por hoy nadie se ha le¨ªdo, confirman fuentes del juzgado.
El tama?o de los ERE fraudulentos viene condicionado por el hecho de que abarca una d¨¦cada de ayudas para empresas en crisis desde la Junta: en 2015 la macrocausa se dividi¨® en 187 piezas, de las que hace seis meses quedaban vivas 146, tras 36 archivos y elevarse cinco a la Audiencia para celebrar juicio. En esas 146 investigaciones en marcha hay la friolera de 507 investigados. ?Puede abarcar un solo juez una macrocausa descomunal sin incurrir en dilaciones indebidas?
¡°No puede. Con ese mont¨®n de imputados, de testigos, de peritos. Alaya tampoco pod¨ªa. Adem¨¢s, hay un problema de dispersi¨®n. Te tienes que centrar para razonar los escritos y es imposible llegar a todo¡±, expone un fiscal que solicita el anonimato. A los ERE N¨²?ez le suma la causa de la Fundaci¨®n Andaluza Fondo de Formaci¨®n y Empleo (FAFFE), con una pieza exclusiva que investiga el gasto en burdeles de ex altos cargos de la Junta, la del empresario ?ngel Ojeda, los consorcios, las transferencias de financiaci¨®n de la agencia Idea y la causa de los avales, recientemente archivada.
La titular del juzgado dispone de un juez de refuerzo para los casos ordinarios que entran cada d¨ªa, pero en cuatro a?os no ha pedido otro compa?ero al Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa para las macrocausas.
La presi¨®n sobre N¨²?ez es m¨¢xima. La juez acaba de pedir su segunda baja por motivos personales y de momento est¨¢ alejada de las investigaciones. Esa presi¨®n ya afect¨® a su antecesora en el punto ¨¢lgido de la instrucci¨®n, cuando en 2013 Alaya se dio de baja seis meses por padecer neuralgia del trig¨¦mino, un extra?o trastorno que provoca intensos dolores.
Si el Poder Judicial admite la denuncia de Anticorrupci¨®n la pr¨®xima semana, la juez debe presentar sus alegaciones para rebatir los argumentos del fiscal jefe de Anticorrupci¨®n, Alejandro Luz¨®n, desgranados con dureza en 110 p¨¢ginas: ¡°La situaci¨®n es de par¨¢lisis (¡) hay una inequ¨ªvoca actuaci¨®n dilatoria, incompatible con el cabal cumplimiento de sus deberes (¡) una inactividad real y efectiva de impulso procesal¡±. Luz¨®n hace un repaso con lupa por cada causa y acusa a la juez de ignorar los mandatos de sus superiores en la Audiencia, de alimentar el riesgo de prescripciones de los delitos, de ignorar por sistema sus escritos al archivar las investigaciones, y de ¡°abrumadoras muestras de conductas irregulares¡±.
La denuncia podr¨ªa culminar en archivo, multa o expulsi¨®n de la carrera judicial, pero ya ha supuesto una mancha que afecta al prestigio y la moral de una instructora que ha sufrido recusaciones, titulares con medias verdades y un ataque descarnado del PP, que hace un mes la denunci¨® por tres delitos: desobediencia, prevaricaci¨®n judicial y retardo malicioso de la Administraci¨®n de justicia. ¡°No prestamos un servicio religioso, pero parecido. Es un trabajo con mucho sacrificio y genera estr¨¦s, pero no da lugar por sistema a bajas, aunque s¨ª eleva la posibilidad¡±, estima el juez decano de la capital andaluza, Francisco Guerrero. N¨²?ez ha recibido estos d¨ªas el apoyo de los jueces de instrucci¨®n sevillanos y la asociaci¨®n de jueces Francisco de Vitoria, que ha denunciado "una campa?a de acoso y derribo" contra la magistrada.
En 2017 ¡ª¨²ltimo a?o con cifras conocidas¡ª la comisi¨®n disciplinaria del CGPJ vis¨® 34 denuncias tras recibir 1008 actuaciones previas del Servicio del Promotor. De estas 34, la comisi¨®n disciplinaria investig¨® 24, de las que archiv¨® nueve y 15 concluyeron con una sanci¨®n para los magistrados, seis de ellas por retraso y tres por desatenci¨®n en las investigaciones, seg¨²n la memoria de ese a?o del CGPJ.
Si el Consejo decide no sancionar a la juez, su labor diaria seguir¨¢ escrutada al mil¨ªmetro con una tendencia reciente de sus superiores que no se traduce en respaldo. ¡°Los dos ¨²ltimos a?os el gato al agua en la Audiencia se lo ha llevado la fiscal¨ªa por cuestiones de fondo¡±, revelan fuentes de la Secci¨®n S¨¦ptima, que resuelve en torno a un centenar de recursos de apelaci¨®n al a?o. N¨²?ez ha declinado pronunciarse para este reportaje.
Y si por el contrario es apartada o multada, es probable que abandone el juzgado tal y como ha trasladado a su entorno en alguna ocasi¨®n. Se iniciar¨¢ entonces un concurso entre jueces para ocupar su plaza de titular del Juzgado de Instrucci¨®n 6 de Sevilla, que ganar¨¢ el de mayor antig¨¹edad en la carrera. Pero en paralelo se abre la incertidumbre sobre el perfil del nuevo titular. Sobre c¨®mo ser¨¢n instruidas las causas de corrupci¨®n de la etapa socialista en la Junta, si bajo el prisma severo de Alaya o m¨¢s laxo de N¨²?ez. Y dada la insistencia con la que el PP ha cargado contra los socialistas por culpa de estas investigaciones, su discurso de la pr¨®xima legislatura depende en gran parte de ello.
Desde el PSOE, un alto dirigente valora: ¡°Ha habido una gran campa?a medi¨¢tica, y con la denuncia de fiscal¨ªa est¨¢ claro que van a por ella. El problema del PP es que sabe que muchas causas no tienen consistencia, pero me preocupa su utilizaci¨®n partidista. Este Gobierno de la ilusi¨®n y del cambio terminar¨¢ de hablar alg¨²n d¨ªa de los socialistas. Cuando su gesti¨®n se vea¡±.
Mercedes Alaya: solo 2 condenados de 36 procesados
Mercedes Alaya se convirti¨® en juez estrella con habitual presencia medi¨¢tica desde que en 2011 comenz¨® a investigar a los dirigentes socialistas al frente de la Junta de Andaluc¨ªa durante la d¨¦cada anterior. En la macrocausa de los ERE encarcel¨® de manera preventiva a un consejero, altos cargos, empresarios y abogados, adem¨¢s de se?alar a los expresidentes Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, enjuiciados el a?o pasado por la pieza pol¨ªtica y pendientes de sentencia.
Sin embargo, hasta ahora el resultado final de sus investigaciones al frente del Juzgado de Instrucci¨®n 6 de Sevilla ha sido muy desigual: de las 36 personas procesadas por diferentes causas de corrupci¨®n, solo dos exdirectivos de la empresa municipal Mercasevilla resultaron condenadas. Por el camino quedaron causas desinfladas por completo como el caso Betis contra su expresidente Manuel Ruiz de Lopera, o la venta de suelos en la lonja municipal, con varios concejales absueltos.
En 2015 la magistrada ascendi¨® a la Audiencia de Sevilla y desde entonces preside juicios y redacta autos y sentencias. Pero gracias a declaraciones incendiarias no se ha alejado del foco medi¨¢tico.
Hace un a?o Alaya dijo en un acto p¨²blico que entregar la instrucci¨®n de las causas judiciales de corrupci¨®n a la fiscal¨ªa ser¨ªa como ¡°tener al lobo metido dentro del gallinero¡±. El Consejo General del Poder Judicial le abri¨® un expediente para estudiar si deb¨ªa sancionarla, pero lo archiv¨®.
En ese mismo acto, Alaya afirm¨® que para elegir el fiscal general del Estado no se tiene en cuenta los m¨¦ritos profesionales sino la afinidad pol¨ªtica, para as¨ª poder elegir a personas "dispuestas a cumplir las directrices de los partidos pol¨ªticos de turno". Y un a?o antes a ra¨ªz del caso Lezo, hab¨ªa declarado: "No se puede utilizar a los fiscales como lacayos".
En esa primavera de 2018, en una entrevista con Abc, Alaya asegur¨® que el PSOE y el PP la apartaron de las macrocausas porque ten¨ªan "miedo" a que investigara los cursos de formaci¨®n despu¨¦s de que hallara "cosas asombrosas" y hechos "sumamente graves". En esa ocasi¨®n, la juez critic¨® con vehemencia a dos compa?eros magistrados, lo que provoc¨® la queja de los 21 jueces de instrucci¨®n sevillanos, que mostraron su "absoluto rechazo" a sus declaraciones.
Hace un mes, Vox propuso a Alaya para presidir un organismo independiente de protecci¨®n de los denunciantes de corrupci¨®n, seg¨²n su proposici¨®n de ley elevada al Congreso. Preguntada por la oferta del partido de ultra derecha, Alaya rechaz¨® comentarla.
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