Un programa casi pactado no basta
Las discusiones sobre los presupuestos son la base para lograr un acuerdo
Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias ser¨ªan capaces de acordar un programa de Gobierno en tres o cuatro d¨ªas. Es lo que aseguran fuentes socialistas que se agarran a todo el trabajo realizado en la pasada legislatura. La campa?a electoral fue para distanciarse y tratar de atraer por separado a los votantes de la izquierda, con el resultado conocido. Esa capacidad de perge?ar propuestas s¨®lidas y elaboradas se sustenta en las muchas horas de negociaci¨®n de sus respectivas fuerzas pol¨ªticas hasta llegar a un acuerdo que fue mucho m¨¢s all¨¢ que el pacto para los Presupuestos de 2019.
El programa no ser¨¢ el problema para que pueda haber un acuerdo, primero para la investidura, y, despu¨¦s para la legislatura. El choque se produce por la negativa de S¨¢nchez a sentar en la mesa del Consejo de Ministros a un dirigente del partido de Pablo Iglesias, o incluso al propio secretario general de la formaci¨®n. Hoy por hoy no hay la menor posibilidad; tampoco de que Podemos desista esa demanda, principio de toda negociaci¨®n.
Aunque han pasado m¨¢s de dos meses desde las elecciones, es a partir de este lunes cuando Pedro S¨¢nchez se dedicar¨¢ en exclusiva al objetivo de lograr su investidura. Tambi¨¦n Iglesias. La diferencia est¨¢ en que el socialista quiere terminar la operaci¨®n en julio y el plazo que se ha dado el l¨ªder de Podemos termina en septiembre.
Este 8 de julio, el secretario general del PSOE reunir¨¢ a la comisi¨®n permanente de su partido para informar y escuchar opiniones de la direcci¨®n sobre la estrategia negociadora que va a seguir para sumar apoyos en segunda vuelta, el 25 de julio. Se da por descartado que tenga ¨¦xito la primera votaci¨®n del d¨ªa 23 y la previsi¨®n es que la tensi¨®n negociadora llegar¨¢ hasta la v¨ªspera del 25. No cabe esperar, seg¨²n las dos formaciones, que esta semana se supere la fase de la discusi¨®n sobre si habr¨¢ un Gobierno de cooperaci¨®n, oferta de S¨¢nchez, o de coalici¨®n, demanda de Iglesias. Lo nuevo ser¨¢ que el presidente en funciones formular¨¢ a Podemos, en su reuni¨®n del martes al mediod¨ªa en el Congreso, las l¨ªneas maestras del proyecto que pueden compartir. Entre ellas, est¨¢n los acuerdos que firmaron en octubre, incluso ampliables y con un mayor compromiso de ejecuci¨®n, a trav¨¦s de una comisi¨®n de verificaci¨®n. Iglesias qued¨® quejoso de la traducci¨®n que tuvieron algunos de los decretos que el Gobierno aprob¨® en la ¨²ltima fase de legislatura ya que se quedaron cortos respecto a lo acordado.
La comisi¨®n de verificaci¨®n ser¨¢ una garant¨ªa de que se cumple lo acordado. Pero desde fuera, sin ministros de Podemos en el gabinete. ¡°El Gobierno no puede tener dos presidentes en la pr¨¢ctica. No puede ser que Pablo Iglesias adquiera un estatus similar al de Salvini, a quien se percibe como el primer ministro italiano y no como su ministro del Interior¡±, dice una fuente gubernamental.
El escollo se apuntala en el tipo de relaci¨®n que mantienen las dos fuerzas pol¨ªticas. Y no en los contenidos, de momento. No solo hay sinton¨ªa en la elaboraci¨®n de las cuentas del Estado, sino en un cat¨¢logo de leyes sobre derechos y libertades como la eutanasia, la ley mordaza y el compromiso de volver a debatir leyes de vivienda y la limitaci¨®n de las rentas de alquiler, en la l¨ªnea que defiende Podemos. En esas ¨¢reas en las que esta formaci¨®n ha trabajado con m¨¢s ah¨ªnco ¡ªtambi¨¦n pol¨ªtica energ¨¦tica y cambio clim¨¢tico¡ª, el presidente en funciones considera que pueden estar los representantes de Unidas Podemos en altos niveles de la Administraci¨®n, pero no como ministros.
El alto grado de cohesi¨®n del gabinete socialista, la solidaridad entre ellos, y el buen entendimiento personal, son caracter¨ªsticas que destacan algunos de los ministros en funciones. ¡°Llevarse bien¡± no es la raz¨®n fundamental para que S¨¢nchez quiera repetir con muchos de sus ministros actuales pero s¨ª es un ingrediente m¨¢s para aspirar a que prime en su gabinete un alto grado de complicidad, sin nadie ¡°de fuera¡±. Las negociaciones empezar¨¢n sin complicidad y en un formato que no es el habitual en este tipo de conversaciones. No hay equipos formados ni nombrados; no hay nuevos documentos. Esa fase a¨²n no ha llegado aunque no se parte de cero: ¡°Los 10 primeros meses de Gobierno desde la moci¨®n de censura son el punto de partida¡±, se?alan interlocutores gubernamentales. Cada ministro, adem¨¢s, tiene preparado un programa de iniciativas que no pudo llevar a cabo por falta de tiempo.
La menci¨®n a lo que ocurri¨® en esos meses de Gobierno no solo incluye a Unidas Podemos sino tambi¨¦n las votaciones favorables de grupos nacionalistas e incluso de Ciudadanos en algunos de los llamados decretos sociales de la primavera.
Pedro S¨¢nchez no oculta que necesariamente se abrir¨¢ a otros apoyos m¨¢s all¨¢ de Podemos porque solo con los de Pablo Iglesias no llega a la mayor¨ªa absoluta (la suma se queda a 11 esca?os). Las materias y las reformas que pretende llevar a cabo colocan a Podemos por encima de todos los dem¨¢s, pero no les convierte en el ¨²nico interlocutor.
La reuni¨®n del martes viene precedida de la sorpresa que dio S¨¢nchez al desvelar el jueves en Telecinco su raz¨®n para no coligarse con Podemos: las diferencias sobre Catalu?a. Su portavoz parlamentaria, Irene Montero, no dud¨® en considerar que el presidente en funciones hab¨ªa encontrado la excusa que buscaba. A¨²n as¨ª, S¨¢nchez prefiere un acuerdo program¨¢tico con Unidas Podemos, pactos con el PNV, Comprom¨ªs, PRC, UPN y CC, y llamadas a Ciudadanos y al PP para que no bloqueen la formaci¨®n de gobierno. A ERC, y PDeCAT no les pedir¨¢ nada concreto pero habr¨¢ conversaciones. No as¨ª con Bildu.
"Cada uno tendr¨¢ que responder ante el electorado del porqu¨¦ con su voto en contra si finalmente se convocan las elecciones¡±, atacan preventivamente desde La Moncloa. La intenci¨®n de S¨¢nchez es celebrar el 2 de agosto su primer Consejo de Ministros
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