La izquierda, mejor sin tiempo para pensar
Hay quien se pregunta por la famosa vanidad del candidato Iglesias pero a nadie se le ocurre preguntar por la de S¨¢nchez, reordenando ¨¦l mismo la lista de Unidas Podemos
?Puede la izquierda acabar con un Gobierno en 48 horas y no formar uno en tres meses? Puede. En la pregunta empiezan y acaban los dramas modernos de la pol¨ªtica, descriptibles en la votaci¨®n interna del partido de Iglesias: los espa?oles han votado y el resultado es que si PSOE y Podemos se ponen de acuerdo, hay un Gobierno; ahora hay que encargarle a una parte de esos espa?oles c¨®mo se tienen que poner de acuerdo. ?Cu¨¢ndo va a empezar la responsabilidad de los l¨ªderes?
Las dos posiciones inamovibles se parecen a la estrategia de los corredores de bicicleta en pista, que consiste en mirarse unos a otros mientras pedalean m¨¢s despacio para gastar las energ¨ªas en los ¨²ltimos metros. Si la meta no fuese el Gobierno de Espa?a tendr¨ªa gracia; si el resultado no fuese la repetici¨®n de elecciones tendr¨ªa m¨¢s gracia a¨²n. La victoria de S¨¢nchez ha tenido en las encuestas una prolongaci¨®n artificial seg¨²n la cual otras elecciones le dar¨ªan m¨¢s esca?os, una tentaci¨®n arriesgada si se recuerda que el ¨²ltimo partido que quiso repetir elecciones para sacar mejor resultados, Podemos, empez¨® en ellas su declive. Votar cuando ya has ganado, cansa.
El PSOE har¨ªa bien en recordar la volubilidad del espa?ol, sobre todo todo cuando ese votante no militante se pone a buscar culpables de las siguientes elecciones. Que proponga al partido imprescindible para ganar la investidura cargos ¡°t¨¦cnicos e independientes¡± puede sonar bien en los peri¨®dicos, pero nadie se imagina que el PSOE no busque a su gente en sus cuadros. M¨¢s sorprendente cuando se piensa que los cabezas de lista que cosecharon los esca?os de Podemos tienen que ser apartados del Gobierno. ?Sus votantes votaron a desconocidos? ?Apart¨® el PSOE a su cabeza de lista cuando lo exigi¨® Cs para gobernar con ellos? ?Qu¨¦ le falta al PSOE: proponer a ??igo Errej¨®n de ministro para contentar a Iglesias?
La poco entrenada cultura del multipartidismo deja una impresi¨®n que consiste en que hay partidos que si no dan su apoyo a cambio de nada, permitir¨¢n al adversario gobernar. Impresi¨®n m¨¢s ¨²til para el PSOE porque enfrente tiene un partido como VOX: ?dar¨ªa Podemos a Vox la oportunidad de condicionar el Gobierno de Espa?a? Con ese chantaje moral es dif¨ªcil negociar: renuncia a todo lo que has prometido a tus votantes para evitar un mal mayor, entr¨¦gate a nosotros para evitar que la extrema derecha se acerque al poder.
La diferencia estrat¨¦gica entre Podemos y Vox es que al menos el PSOE no tiene que avergonzarse de la existencia de los primeros, como s¨ª ocurre entre el PP y sobre todo Ciudadanos, que desea el poder sin preguntar gracias a qui¨¦n. La fuerza y la debilidad de Podemos tiene que ver con lo mismo: fueron soberbios cuando le plantaron la repetici¨®n de elecciones a S¨¢nchez para conseguir el sorpasso, son justos cuando reclaman su entrada en un Gobierno que, m¨¢s que su participaci¨®n, necesita de ellos para evitar una convocatoria que pondr¨ªa a prueba el hast¨ªo de la izquierda. Porque hay quien se pregunta por la famosa vanidad del candidato Iglesias pero a nadie se le ocurre preguntar por la de S¨¢nchez, reordenando ¨¦l mismo la lista de Unidas Podemos.
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