Una cena deja ver el polvor¨ªn del PP valenciano

Las aguas bajan revueltas en el Partido Popular valenciano, antiguo puntal de la formaci¨®n en Espa?a, que sali¨® del ciclo electoral muy debilitado y con su poder institucional reducido a la provincia de Alicante. Los cr¨ªticos con la presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, organizaron ayer una cena con militantes en un restaurante de Alboraia a la que se esperaba que asistieran un centenar de comensales y que fue presentado sin apenas disimulo como un desaf¨ªo a la direcci¨®n regional, que tiene escasa sinton¨ªa con el l¨ªder del PP, Pablo Casado, y su equipo.

El anuncio de la convocatoria, lanzado a principios de semana, fue perdiendo, sin embargo, fuerza a medida que se hizo visible que no contar¨ªa con figuras destacadas del partido. El exministro Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, cuya asistencia todav¨ªa daban el viernes por segura algunos medios, fue de los ¨²ltimos en confirmar que no asistir¨ªa por problemas de agenda, ya que se encontraba de viaje en C¨®rcega. Los nombres m¨¢s conocidos del amago de rebeli¨®n acabaron siendo los del exsenador y antiguo l¨ªder del PP valenciano Pedro Agramunt (organizador del encuentro) y el del expresidente de la Generalitat Francisco Camps, representantes ambos, para alivio de Bonig y su entorno, de la vieja guardia del partido, marcada por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n.

Camps, al que la justicia ha archivado recientemente las dos causas que se segu¨ªan contra ¨¦l por la construcci¨®n del circuito de la F¨®rmula de Valencia y la celebraci¨®n de los grandes premios, contin¨²a procesado en la Audiencia Nacional por una de las piezas del caso G¨¹rtel. Y Agramunt dimiti¨® el a?o pasado del Consejo de Europa tras conocerse un demoledor informe independiente encargado por el organismo que apuntaba a que hab¨ªa aceptado fondos de Azerbaiy¨¢n para suavizar las cr¨ªticas al pa¨ªs, algo que ¨¦l ha negado.

Junto a ellos estuvieron Carlos Fabra, el antiguo presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n y del partido en la provincia que pas¨® una temporada en la c¨¢rcel por fraude fiscal. Y Marisol Linares, que en la misma ¨¦poca fue diputada auton¨®mica y secretaria general del PP de Castell¨®n.

Invitaci¨®n a Bonig

La conjura fue perdiendo cuerpo hasta el punto de que el mi¨¦rcoles los organizadores invitaron a la propia Bonig, tal y como explic¨® ella el viernes al t¨¦rmino de la constituci¨®n de la Diputaci¨®n de Alicante, ¨²ltimo reducto del partido en la Comunidad Valenciana, al frente del cual Casado ha situado a una persona de su confianza, Carlos Maz¨®n. Bonig dijo que hab¨ªa declinado la invitaci¨®n porque ten¨ªa ¡°un compromiso familiar¡±. Y a?adi¨® que no hab¨ªa interpretado la cena organizada a sus espaldas como una ¡°amenaza¡± contra su continuidad al frente de la formaci¨®n y que ella siempre ser¨¢ partidaria ¡°de la libertad¡±.

El desaf¨ªo no alcanz¨® grandes dimensiones, pero puso de manifiesto lo que, seg¨²n los cr¨ªticos del partido, es un secreto a voces en la formaci¨®n: la debilidad de Bonig, cuya salida auguran, como tarde, para el pr¨®ximo congreso del PP de la Comunidad Valenciana, previsto para 2021. Si el pulso no fue a m¨¢s, a?adieron las fuentes, fue porque la consigna que emana ahora de la direcci¨®n nacional del partido ¡ªcuyo secretario general, Teodoro Garc¨ªa Egea, estuvo ayer en Alicante¡ª es que no es momento de distraerse. La prioridad pasa por hacerse con los Gobiernos de Murcia y Madrid, estar atentos a un posible descarrilamiento de la investidura del socialista Javier Lamb¨¢n en Arag¨®n y listos para una posible repetici¨®n de las elecciones generales si Pedro S¨¢nchez no logra ser elegido presidente del Gobierno. Tiempo para relevar a Bonig, a?aden, habr¨¢.