La divisi¨®n de la UE dificulta el desembarco de los 121 migrantes del ¡®Open Arms¡¯
La posici¨®n del Gobierno en funciones continua firme: Espa?a no puede asumir las irresponsabilidades de otros pa¨ªses en su ¨¢rea de salvamento
El guion se repite cada vez que el barco de una ONG, como el Open Arms, rescata inmigrantes en el Mediterr¨¢neo y necesita desembarcar en un puerto seguro. Italia y Malta se niegan a abrir sus puertos si antes no hay un acuerdo para redistribuir a los rescatados. A ese acuerdo solo se llega por mediaci¨®n de Bruselas, que ¨²nicamente entra en escena a petici¨®n de un pa¨ªs miembro. Las negociaciones se improvisan cada vez: la falta de consenso en la UE mantiene atrapados a los migrantes a bordo del Open Arms, que el s¨¢bado cumplen nueve d¨ªas sin el altamar.
La UE lleva casi un a?o buscando al menos un parche temporal para evitar situaciones como la del Open Arms. La semana larga de espera que lleva el barco en alta mar con 121 personas exponen la dificultad de los socios comunitarios para avanzar en una pol¨ªtica migratoria com¨²n que responda a los nuevos desaf¨ªos tras la crisis de los refugiados de 2015. Mientras la UE sigue de perfil con el Open Arms, otro barco, el Ocean Viking, fletado por M¨¦dicos Sin Fronteras y SOS M¨¦diterran¨¦e, amenaz¨® ayer con abrir una nueva crisis con el rescate de 85 personas m¨¢s.
Un a?o despu¨¦s de que Italia declarase la guerra a los buques de las ONG sigue sin haber un mecanismo previsible para actuar cuando hay rescates en el Mediterr¨¢neo Central, la ruta migratoria m¨¢s mortal del mundo, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones.
No hay consenso. Alemania y Francia impulsan una suerte de preacuerdo de distribuci¨®n de migrantes que dependa de la solidaridad de un pu?ado de pa¨ªses, mientras Espa?a rechaza que esta f¨®rmula sea voluntaria y apenas se ocupe de la distribuci¨®n de migrantes que llegan a Italia y Malta y no a costas espa?olas.
Las leyes que regulan el salvamento en el altamar
Los rescates en el mar est¨¢n regulados por el derecho mar¨ªtimo internacional. La Convenci¨®n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, de la que Italia y Malta son firmantes, obliga a los capitanes de los barcos a prestar auxilio a toda persona que se encuentre en peligro en el mar. Pero la responsabilidad del capit¨¢n no acaba en el primer auxilio, sino que tiene la obligaci¨®n de llevar a los rescatados hasta un lugar seguro. Libia, un pa¨ªs en guerra y sumido en el caos, no es un puerto seguro. La Convenci¨®n de Ginebra de 1951 proh¨ªbe adem¨¢s devolver a refugiados o solicitantes de asilo sean devueltos a territorios donde su vida o su libertad peligre.
Las enmiendas a los Convenios para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS) y para la b¨²squeda y salvamento (SAR) estipulan que los Estados firmantes, entre ellos Italia pero no Malta, deben garantizar el desembarco lo m¨¢s r¨¢pidamente posible velando por que el capit¨¢n desv¨ªe su ruta lo m¨ªnimo posible.
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, pidi¨® ayer a Espa?a que se haga cargo de los rescatados, pero la posici¨®n del Gobierno en funciones continua firme: Espa?a no puede asumir las irresponsabilidades de otros pa¨ªses en su ¨¢rea de salvamento. ¡°Espa?a cumple, rescata, salva vidas permanentemente, y no podemos permitir que en el ¨¢mbito europeo se afinque el concepto de que solo Espa?a puede rescatar, solo Espa?a salva vidas y solo Espa?a recepciona¡±, defendi¨® ayer la ministra portavoz Isabel Cela¨¢, que insisti¨® tambi¨¦n en que el barco debe dirigirse a un puerto cercano y seguro.
El buque, que alberga 32 menores de edad y 89 adultos que han manifestado su intenci¨®n de pedir asilo, no ha solicitado puerto a Espa?a. En el caso de que el Ejecutivo se lo ofreciese le supondr¨ªa al menos otros cuatro d¨ªas de navegaci¨®n y se arriesgar¨ªa al embargo del barco por haber desafiado la prohibici¨®n de realizar actividades de rescate que le impuso el Gobierno en enero.
Para Jaime Rodrigo de Larrucea, profesor de Derecho Mar¨ªtimo de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, a Espa?a se le podr¨ªan exigir dos cosas. ¡°En estos momentos, el Gobierno tendr¨ªa que decirle al Open Arms: 'Si cree que hay un incumplimiento del derecho internacional ¡ªque yo creo que lo hay¡ª el Reino de Espa?a le autoriza a ir al Tribunal Internacional de Hamburgo para denunciarlo¡±, mantiene Rodrigo. ¡°El segundo gesto es interesarse ante la Comisi¨®n para activar una negociaci¨®n. Porque el barco es espa?ol y porque es un drama humanitario¡±.
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