La estrategia del v¨¦rtigo

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S¨¢nchez convoca a colectivos sociales para convencer a Podemos de un Gobierno a la portuguesa

Cr¨®nica de un desastre en directo

El tiempo y el descanso veraniego no han mejorado las cosas entre el PSOE y Unidas Podemos. Al rev¨¦s. La desconfianza parece haber crecido desde el fiasco de la ¨²ltima negociaci¨®n fallida para la investidura de Pedro S¨¢nchez. El presidente ha multiplicado sus reuniones ¡ª14 encuentros con unas 180 organizaciones solo en la ¨²ltima semana¡ª con un claro objetivo, que ha expresado a muchos de sus interlocutores de estos d¨ªas: presionar a Unidas Podemos para que acepte un Gobierno a la portuguesa, esto es, un acuerdo program¨¢tico con apoyo externo del grupo de Pablo Iglesias, pero sin ministros.

A esas decenas de personas que le han escuchado estos d¨ªas tambi¨¦n les ha trasladado que ¨¦l no quiere elecciones, pero no las teme. S¨¢nchez insiste en que si hay repetici¨®n electoral no ser¨¢ el responsable, sino Unidas Podemos al rechazar su propuesta. Tambi¨¦n asegura que ser¨¢n ellos los m¨¢s perjudicados en ese escenario, y no los socialistas.

Algunos interlocutores le han planteado estos d¨ªas el temor a una enorme abstenci¨®n de la izquierda, frustrada por el fracaso de la negociaci¨®n y la necesidad de repetir elecciones. Pero estas personas se han encontrado un S¨¢nchez convencido de que ese escenario no es real. ?l y su equipo creen que habr¨ªa una abstenci¨®n mayor, como pas¨® tambi¨¦n en la repetici¨®n de 2016 ¡ªen La Moncloa calculan que la participaci¨®n podr¨ªa rondar un 68%, casi ocho puntos menos que en abril, cuando roz¨® el 76%¡ª pero no creen que la derecha pueda sumar en ning¨²n caso una mayor¨ªa para gobernar.

Las encuestas que manejan en La Moncloa no detectan una movilizaci¨®n extraordinaria de la derecha y creen que el PP podr¨ªa recuperar terreno a costa de Ciudadanos y Vox, pero sin ampliar significativamente los esca?os del bloque. Tampoco contemplan el escenario de una uni¨®n de toda la derecha, al estilo Navarra Suma (un pacto de UPN, PP y Ciudadanos que dio muy buenos resultados y les permiti¨® ganar las elecciones en esta comunidad, aunque no lograron la mayor¨ªa absoluta y no han podido gobernar) porque la guerra por el liderazgo de este bloque, que sigue abierta, lo impedir¨¢.

Los n¨²meros que se trabajan en ese escenario de repetici¨®n de elecciones dan entre 135 y 150 esca?os al PSOE ¡ªahora tiene 123¡ª mientras Unidas Podemos sufrir¨ªa una ca¨ªda importante. El problema que tiene la formaci¨®n de Iglesias es que, con el sistema de elecci¨®n provincial, una peque?a bajada en el porcentaje de votos en toda Espa?a puede suponer la p¨¦rdida de 15 o 20 diputados que obtuvo por muy poca diferencia en varias provincias. Es un fen¨®meno que ya sufri¨® IU y afecta a todos los partidos peque?os.

Desconcierto en Podemos

En Unidas Podemos, sin embargo, se analiza la estrategia de S¨¢nchez de reunirse con decenas de organizaciones y dejarles a ellos para el final con un gran desconcierto. El grupo de Iglesias tambi¨¦n asegura que quiere evitar a toda costa una repetici¨®n electoral. No tanto porque les perjudique a ellos ¡ªest¨¢n convencidos de que las cosas quedar¨ªan m¨¢s o menos igual¡ª sino porque creen que supondr¨ªa una ruptura definitiva entre el PSOE y Unidas Podemos abrir¨ªa paso a una campa?a a cara de perro, muy diferente de la de abril, que fue de guante blanco clar¨ªsimo entre dos rivales que en 2016 se machacaban en todos los m¨ªtines, y har¨ªa muy dif¨ªcil cualquier Gobierno de izquierda.

Casi todas las fuentes consultadas entre el PSOE, Unidas Podemos e interlocutores de ambos en los ¨²ltimos d¨ªas asumen que habr¨¢ movimientos en la recta final, como los hubo cuando quedaban apenas tres d¨ªas para la investidura fallida. Incluso Jos¨¦ Luis ?balos, persona de m¨¢xima confianza del presidente, dejaba abierta esa puerta en la entrevista con EL PA?S. Pero cada d¨ªa que pasa hay menos margen. En el PSOE y el Gobierno se ha instalado la idea de que la repetici¨®n electoral es el escenario m¨¢s probable si no hay un giro en Podemos. El grupo de Iglesias no acaba de creerlo y conf¨ªa en que todo sea una estrategia negociadora.

En Unidas Podemos hay divisi¨®n de opiniones. IU y los Comunes son m¨¢s proclives a aceptar la idea del Gobierno a la portuguesa. Iglesias y sus fieles insisten en la coalici¨®n sobre la base de un acuerdo program¨¢tico que ya se hab¨ªa avanzado bastante cuando se rompieron las negociaciones. Pero los dirigentes consultados creen que al final, se tome la decisi¨®n que se tome, habr¨¢ unidad de voto en los 42 esca?os de Unidas Podemos, por lo que Pedro S¨¢nchez no puede confiar en una explosi¨®n interna.

En el PSOE, S¨¢nchez no tiene ninguna contestaci¨®n, aunque s¨ª hay dirigentes que temen mucho m¨¢s que el presidente los riesgos de una repetici¨®n electoral. En la c¨²pula, solo Od¨®n Elorza se ha animado a expresarlo en p¨²blico y tambi¨¦n en alg¨²n debate interno, donde ha discutido los optimistas datos del CIS. Pero en privado ese miedo est¨¢ mucho m¨¢s extendido. Como se?ala una persona que est¨¢ tratando de facilitar un acuerdo, ¡°al final todo depender¨¢ de quien tenga m¨¢s v¨¦rtigo¡±.