Cr¨®nica de un desastre en directo
La desconfianza y la tensi¨®n tras la retirada de Iglesias hicieron que un choque sobre Trabajo diera al traste con una negociaci¨®n accesible
Fue todo tan r¨¢pido que muchos a¨²n est¨¢n tratando de entenderlo. Ni siquiera los principales protagonistas tienen del todo claro c¨®mo es posible que una negociaci¨®n en la que no se discut¨ªa de asuntos imposibles, como la forma de Estado o el derecho de autodeterminaci¨®n, sino de un reparto de competencias y algunas l¨ªneas program¨¢ticas, lo normal en todos los procesos de este tipo, haya acabado tan mal, con una oferta a la desesperada de Pablo Iglesias en plena tribuna. Una oferta en la que pr¨¢cticamente aceptaba la ¨²ltima propuesta del PSOE que el d¨ªa anterior hab¨ªa rechazado con un peque?o a?adido, los 6.000 millones de pol¨ªticas activas de empleo. Pero ya era tarde. Muy tarde.
Todo empez¨® muy mal. Nunca parecieron socios, sino rivales. Alguien ten¨ªa que perder. Nadie jugaba al empate. Y por eso el inicio de la negociaci¨®n fue una derrota importante de uno de los dos contendientes: la retirada de Pablo Iglesias, que ¨¦l ha considerado algo parecido a una humillaci¨®n, no pod¨ªa ser peor arranque. Pero lo cierto que hasta que eso sucedi¨®, 80 d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, no se dio un solo paso. A partir de ah¨ª ya se vio que iba a ser muy complicado. Pero no imposible. Ten¨ªan cinco d¨ªas.
Muchos en el PSOE y en Unidas Podemos a¨²n confiaban en que el v¨¦rtigo ante la presi¨®n social de la izquierda compensar¨ªa la enorme desconfianza desatada entre los l¨ªderes despu¨¦s de ese pulso en el que finalmente Iglesias entreg¨® la carta m¨¢s alta.
Ah¨ª empez¨® la negociaci¨®n. Pero apenas hubo tiempo. En total, han sido cuatro reuniones en cinco d¨ªas y una de ellas de 20 minutos. Ahora los dos grupos se acusan de que en realidad el otro no quer¨ªa negociar. Pero lo cierto es que s¨ª lo intentaron, aunque los detalles que llegan de las negociaciones hablan de unos cruces ca¨®ticos, dominados por el recelo. Basta el dato de que, aunque se estaban jugando el Gobierno de Espa?a, Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias nunca llegaron a verse m¨¢s all¨¢ de sus tensos cruces en el pleno, donde el lenguaje gestual era a¨²n m¨¢s duro que sus palabras. Solo hablaron por tel¨¦fono un par de veces.
Desde Unidas Podemos creen que S¨¢nchez nunca quiso la coalici¨®n y por eso fue forzado a una negociaci¨®n que as¨ª era muy dif¨ªcil que saliera. Los negociadores de este grupo siempre tuvieron la sensaci¨®n de que no iba en serio. Los socialistas lo niegan, insisten en que el PSOE s¨ª apost¨® por la negociaci¨®n porque en el partido mayoritariamente nadie quer¨ªa elecciones, y muestran su ¨²ltima oferta, con una vicepresidencia y tres ministerios ¡ªSanidad, Vivienda, Igualdad¡ª como prueba de que s¨ª quer¨ªan acordar. Desde su lado se ve diferente: ellos creen que para Iglesias fue tan duro apartarse que cre¨ªa que con esa decisi¨®n pod¨ªa pedir cualquier cosa a cambio. En Podemos insisten en que solo se pidi¨® una participaci¨®n proporcional a los votos, renunciando a todos los ministerios de Estado.
Desde la primera reuni¨®n se vio que las cosas iban muy mal, aunque los negociadores enga?aron a los medios e incluso a algunos compa?eros que preguntaban c¨®mo iban. En la mesa se sentaban por el PSOE Carmen Calvo, Mar¨ªa Jes¨²s Montero y Adriana Lastra y por Unidas Podemos Pablo Echenique y Ione Belarra.
Desde el primer momento qued¨® claro que habr¨ªa una vicepresidencia social para Irene Montero y hasta ah¨ª la negociaci¨®n fue bien. Pero Podemos present¨® un documento, que seg¨²n ellos era solo para negociar, que ten¨ªa, adem¨¢s de esa vicepresidencia, cinco ministerios, entre ellos Hacienda, Transici¨®n Ecol¨®gica y Trabajo, cosas que el PSOE no quer¨ªa ceder bajo ning¨²n concepto. ¡°Nos han pedido hasta la Airef [Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal]¡±, se quejaban en el PSOE.
Las discusiones, seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n, fueron duras. Poco a poco, un d¨ªa tras otro, se ve¨ªa que Unidas Podemos estaba dispuesto a olvidarse de Hacienda y que su batalla estaba en Trabajo ¡ªsin la Seguridad Social y las pensiones¡ª y en Transici¨®n Ecol¨®gica. El PSOE se negaba.
Podemos asegura que el lunes, cuando empez¨® el primer pleno, la propuesta era una vicepresidencia casi vac¨ªa de contenido, sin las competencias de Igualdad, en manos de Calvo ahora, y dos ministerios nuevos con pocas competencias, como Vivienda ¡ªsin posibilidad de cambiar la ley para fijar los precios de los alquileres¡ª y Juventud.
Los socialistas dicen que la oferta era mejor, y fue incluyendo Sanidad, Cultura, Agricultura, Ciencia y Universidades, Turismo, Deportes. Nunca todos juntos. Siempre uno u otro hasta sumar un m¨¢ximo de cuatro con la vicepresidencia, pero nunca cuatro ministerios de los actuales, sino sumas de direcciones generales, como es ahora Vivienda.
La negociaci¨®n volv¨ªa una y otra vez a Trabajo ¡ªsin Seguridad Social¡ª y Transici¨®n Ecol¨®gica. Podemos asegura que le llegaron a decir ¡°no pod¨¦is tener Trabajo, sois inquietantes para la CEOE¡±. Fuentes del PSOE lo niegan y aseguran que el argumento era otro. Le negaban Trabajo por dos razones. Porque Podemos no vot¨® el ¨²ltimo acuerdo del Pacto de Toledo y porque tienen una visi¨®n demasiado intervencionista en la negociaci¨®n colectiva, clave del ministerio. Y Transici¨®n Ecol¨®gica tampoco porque Teresa Ribera es la mejor en su sector. ¡°Si hubiera un Gobierno de Podemos, la nombrar¨ªais a ella¡±, les llegaron a decir. Mientras tanto hab¨ªa cruces de papeles program¨¢ticos, m¨¢s de 100 folios, pero ah¨ª tampoco se avanz¨® mucho. No hab¨ªa tiempo.
Iglesias segu¨ªa la negociaci¨®n y se desesperaba. En su visi¨®n de las cosas, cre¨ªa que quer¨ªan una nueva humillaci¨®n. A ¨²ltima hora, gracias a una gesti¨®n de Alberto Garz¨®n, l¨ªder de IU, con Mar¨ªa Jes¨²s Montero, se logr¨® Igualdad, que los socialistas vivieron como una gran cesi¨®n. Pero Iglesias a¨²n cre¨ªa que podr¨ªa lograr Empleo. Por sorpresa, despu¨¦s de una llamada infructuosa entre los l¨ªderes, el PSOE dio por ¡°rotas totalmente las negociaciones¡± el mi¨¦rcoles por la tarde. Y ah¨ª ya no hubo nada que hacer. Iglesias empez¨® a recibir presiones de todo tipo. IU, que tiene muy deteriorada su relaci¨®n con Podemos, le ped¨ªa que aceptara. Los Comunes tambi¨¦n estaban en esa posici¨®n. ?l no se movi¨® esa noche. Parec¨ªa desconcertado por el movimiento del PSOE, convencido tal vez de que era un farol. La filtraci¨®n por parte de los socialistas del primer documento de Podemos descoloca por completo a su l¨ªder.
El jueves la posici¨®n socialista ya era inamovible. Iglesias sigue recibiendo todo tipo de llamadas. A esas alturas hay m¨²ltiples intentos de mediaci¨®n desesperada para evitar la investidura fallida. Desde el PNV, que siempre est¨¢ detr¨¢s de todas las jugadas y habla tanto con el PSOE como con Unidas Podemos, hasta ERC, cuyo portavoz, Gabriel Rufi¨¢n llama al l¨ªder de los morados y a Jos¨¦ Luis ?balos, un hombre clave en el PSOE. Joan Baldov¨ª, el diputado de Comprom¨ªs, tambi¨¦n habla con el secretario de Organizaci¨®n de los socialistas. Todo es in¨²til. Iglesias lo intent¨® con una ¨²ltima oferta, dos horas antes del pleno, que a?ad¨ªa Trabajo y Ciencia a lo ofrecido por los socialistas y renunciaba a Vivienda. Nada de competencias de Hacienda ni de Transici¨®n Ecol¨®gica. El PSOE la rechaz¨® inmediatamente. Ya hab¨ªan asumido la investidura fallida. Iglesias reuni¨® a la c¨²pula de Unidas Podemos, y no fue una cita f¨¢cil. IU le pidi¨® que hiciera otra oferta: renunciar a Trabajo a cambio de algo que ya hubiera ofrecido el PSOE en las negociaciones. Ciencia estaba entre esas opciones. Iglesias lo rechaz¨®. Pero en el ¨²ltimo minuto decidi¨® esa oferta a la desesperada de las pol¨ªticas de empleo. S¨¢nchez ni siquiera le contest¨® desde la tribuna. Ahora Unidas Podemos parece dispuesto a aceptar la ¨²ltima oferta socialista con alg¨²n a?adido. La negociaci¨®n nunca estuvo m¨¢s f¨¢cil que cuando fracas¨®. Pero los socialistas insisten: es demasiado tarde. Los tambores de elecciones han empezado a sonar. Quedan dos meses para acallarlos.
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